|Capítulo 13|

2.2K 143 8
                                    

Perrie's POV.

5 minutos exactos de silencio absoluto me hicieron volver a la realidad; no podía, no iba a dejar que aquel chico que alguna vez fue mi amigo me ganara.

Una sensación extraña envolvió mi estómago.

Aún le quería.

No de querer de querer de... querer... sólo querer de... apreciarlo por... por...

Oh dios, ya estaba volviéndome loca.

No, definitivamente no iba a acostarme con Zayn porque el muy desgraciado y estúpido cerdo sátiro lo quería así.

—Zayn, tú y yo necesitamos hablar...—Casi susurré. 
Zayn estaba sentado en la silla comiendo un sándwich con Waliyha y Safaa, se giró y me miró extrañado, luego miró a sus hermanos.
—Vuelvo enseguida, no hagan nada malo.—Dijo él y se levantó de la silla. 
Caminé hasta el patio delantero con Zayn detrás. Al salir, la oscura y fría noche me envolvió; un escalofrío recorrió mi cuerpo y tuve que apretar los dientes para evitar que castañearan.
—Zayn, lo que pasó arriba estuvo muy, muy mal.—Dije yo negando con la cabeza. 

El ceño fruncido de Zayn fue casi instantáneo.

—¿Sabes? Este comportamiento tuyo ya no me está resultando extraño.—Dijo él, con tono casi imperceptiblemente molesto—. Sucede algo y luego simplemente te arrepientes ¿Por qué?

¿Por qué? Una pregunta difícil, a decir verdad. 

Zayn era apuesto, en eso no había lugar a dudas, tampoco había dudas en la parte de que cualquier chica quisiera estar en mi lugar ahora, pero si había dudas en algo llamado... confiar. 

¿Qué había sobre eso? 

¿Cómo podría confiar en alguien que me lastimó tanto? 

¿Tenía miedo de... salir herida de nuevo?


Lo que no entendía era por qué tenía miedo ahora, ya no sentía nada por Zayn, ni si quiera un mínimo cariño, ¿Verdad? ¿Entonces?

¿Tenía miedo de sentir... algo de nuevo?

—Sería mucho más fácil si no estuvieras acechándome todo el tiempo—Dije frotando mis brazos para darme aunque fuese algo de calor.
—¿Por qué tienes miedo? ¿Es porque Drake te hizo daño? ¿O quizás porque Alex se fue? Perrie, no tenemos ningún compromiso el uno con el otro, sólo sé que ambos necesitamos.

<<Tú fuiste quien me hizo el peor de los daños.>>

—Si te refieres a si no lo hago porque me lastimaron, no es así, a ambos los olvidé, y a pesar de que a Alex aún lo aprecio mucho. Principalmente no pienso estar... contigo porque sería poco ético. Como te habrás fijado, entregarse a una persona, Zayn, no es un juego solamente, es algo en lo que se debe involucrar el corazón, no sólo las hormonas. Sé que esa no es precisamente tu filosofía, pero sí es la mía. 
—Bien, Perrie, como quieras, dejaré de acecharte.—Dijo. 

Su repentino cambio de actitud fue demasiado poco discreto... en ese momento me odié por seguir conociéndolo tan bien como lo hacía hace 11 años, el único problema es que ese de allí era Zayn, no mi Zayn.


Sabía que él tramaría algo para poder conseguir lo que quería, pero no iba a preocuparme porque yo no iba a caer, no de nuevo.

—Entonces, creo que empezaré disculparme por lo que hice hace 11 años.—Dijo y luego miró al sendero que recorría la calle, alumbrado por las farolas—. ¿Quieres que caminemos un rato?

Dirigí mi vista hacia donde él miraba, y quise salir corriendo, lo más lejos de Zayn que fuera posible, pero por alguna razón que no sabría explicar, quise aceptar.

—Supongo que está bien.—Respondí casi en un susurro, de nuevo apretando mis dientes para que no castañearan.
—Voy a traer a mis hermanas.—Dijo él y desapareció por el umbral de la puerta

El frío era corpulento, tanto, que estuve apunto de entrar y ponerme un chaleco, pero al menos el frío congelaba mis emociones.

Pero también mi cerebro y desde mi punto de vista eso no era nada bueno, no con Zayn diciendo que no va a "acecharme".

Lo primero que vi salir de la casa fueron ambas niñas corriendo con sus cortas extremidades, riendo, felices por la vida; me recordaban a mí y a Zayn, cuando no teníamos preocupaciones, cuando sólo éramos nosotros dos y no uno intentando echarse un polvo constantemente con el otro. 

Cuando ninguno de los dos tenía pensando crecer, cuando ninguno quería crecer. Había sido, a pesar de todo, los mejores años de mi vida. Y ahora, con 19 años, deseaba volver el tiempo atrás y nunca haber crecido, no quería las preocupaciones tontas de adultos, sólo quería ser una niña de nuevo, quería volver atrás.


Zayn y yo caminamos en silencio los primeros tres minutos, mientras Safaa y Waliyha corrían y reían unos metros más adelante.

—¿Por qué lo hiciste?—Susurré, sin despegar la vista del piso. No tuve que mirar para saber que Zayn me miraba como si no entendiera nada.
—¿Qué cosa?—Preguntó, con tono extrañado.
—¿Por qué saliste de mi vida? Eso... pensé que éramos amigos.—Me crucé de brazos intentando darme calor. A esa altura, me arrepentía rotundamente de no haber traído un abrigo. El frío era aún más vigoroso en ese lugar, y no nos habíamos alejado casi nada, los recuerdos eran fríos.

En vez de responder, él se sacó la chaqueta de cuero y me la puso encima. A pesar de que el cuero no era el mejor remedio para el frío, me ayudó un poco. Sinceramente habría esperado todo menos eso.

—Creo que debiste traer un abrigo o algo.—Murmuró bajito, mientras miraba al suelo. 

Analicé su perfil, él lucía algo... no lo sé... se veía triste por alguna razón.

—Gracias pero... no me has respondido.—Insistí.

Zayn no dijo nada de nuevo, y ya comenzaba a desesperarme, pero en vez de volver a preguntar, también me quedé en silencio. 

—Si te lo digo, no vas a creerme.—Dijo luego de un minuto completo de silencio, con las risas de las hermanas de Zayn de fondo.
—¿Por qué no iba a creerte?
—Perrie... ya ni si quiera importa.

Bien, eso dolió más de lo que debería.

—Quizás a ti no te importe, pero a mí sí me importa.—Ladré—. La respuesta es tan simple, Zayn. ¿Querías tener amigos hombres y no una chica que te obligaba a tomar té con ella? ¿Yo era demasiado aburrida para ti? Yo entiendo que quizás... yo no era lo que se decía tu amiga perfecta, siempre fuimos muy diferentes. Sólo te pido una respuesta, nada más.

Zayn soltó una pequeña risita, quizás recordando cómo yo lo obligaba a tomar té conmigo, y él sólo aceptaba porque le gustaba consentirme, y ya que él era un año mayor, siempre buscaba la forma de hacerme sentir bien, como si tuviera que protegerme.

—No es nada de eso, ni siquiera te acercas, preciosa.

Y por alguna razón, algún motivo extraño, por primera vez, me gustó que me llamara preciosa.

—¿Entonces? 

Él suspiró.

—Vale, voy a decirte, sólo si me prometes no reírte, no burlarte, y no decir que soy un completo cobarde y un estúpido total, aunque supongo que ya crees todo eso de mí, pero agradecería que no me lo repitieras.

Lo miré, expectante.

—Bueno, resulta que... es que yo en ese momento estaba...—Se desordenó el pelo. 

Yo sabía que desde pequeño ese acto significaba "Nervios" con la diferencia de que este Zayn era tan diferente al Zayn anterior; seguro, intimidante, apuesto. Cada paso que él daba transportaba tanta confianza e infalibilidad, que ya no recordaba cómo era verlo así de nervioso.


En ese momento, mi estómago se revolvió, repentinamente estaba igual de nerviosa que él, aunque yo no estaba segura de por qué exactamente.

—El caso es que...—Comenzó de nuevo Zayn—... el caso es que me gustabas mucho y tú pues... sólo me querías como amigo, y me sentía tan, tan fuera de lugar e incómodo cuando te acercabas. Llámame estúpido porque se podría decir que esa fue la primera vez que estuve enamorado, y no porque tuviera 9 años significa que eso sea imposible, de verdad te quería mucho, Sabía que nuestra amistad era demasiado hermosa como para perderla, así que decidí alejarme de ti por un tiempo, para olvidarme de ti. El problema fue que el tiempo pasó, tú no te acercaste a mí y yo pensé que ya no... querías ser mi amiga... entonces me alejé y... bueno, sin ti a mi lado...ya viste, me convertí en el estúpido sátiro y narcisista que tanto odias.

The Babysitter » zerrie.Where stories live. Discover now