noche de locos intensos

47.3K 2.8K 81
                                    

JULIETTA. 

Eso te pasa a ti por meterte a mi cuarto y besarme, quien te crees para hacer eso?—le grite.

Yo… solo no lo pude evitar—dijo mientras se sobaba las tetillas.

Has el favor de largarte de mi habitación. DEPRAVADO—

Espera disculpa necesito hablar contigo—

No voy hablar contigo, eres un depravado—

Que no lo soy por que sigues diciéndome así—levante mi ceja con ironía y lo mire de arriba hacia abajo.

Será porque no cargas ropa?—el muy idiota solo cargaba un bóxer.

Que?—y bajo la mirada a su cuerpo—ahhh lo siento se me olvido ponerme ropa es que suelo dormir así.

Podrás dormir así pero te agradezco que te largues no pienso hablar contigo así.—

Si lo harás—dijo acercándose poco a poco hacia donde estaba yo—

Cristiano, por favor vete o comenzare a gritar—

Hazlo nadie te escuchara—abrí mis ojos como se atreve el muy imbécil.

LARGO…--grite

No—dijo mientras me acorralaba contra una pared. Se acerco a mí y me volvió a besar mientras yo trataba de propinarle golpes y no responderle el beso.

Logro atrapar mis manos, y me inmovilizo. Mientras trataba de que su lengua penetrara en mi boca estaba tratando de no responderle el beso pero, admito que el imbécil sabe besar y muy bien.

No aguante mas y le respondí el beso, el al sentir que ya no estaba luchando, me soltó y nos unimos en un beso muy apasionado pero a la ves rudo ambos tratábamos de ser el que dominara el beso, nos fuimos girando poco a poco, hasta que mi espalda choco con la puerta del cuarto.

Nuestros labios jugaban una gran batalla tratando de ser el dominante mientras que nuestras manos exploraban cada parte de nuestro cuerpo.

De repente me vi siendo lanzada al piso con Cristiano debajo de mí cuando fue abierta la puerta de golpe por marcos.

Julietta que sucede—dijo con la mirada en todas partes de la habitación, hasta que se fijo que estábamos en el suelo, y su cara fue un poema.

Nos levantamos como pudimos, mis mejillas ardían por la vergüenza y la excitación de lo sucedido. Poco a poco fui entrando en razón y le propine una cachetada a cristiano que aun se estaba levantado enviándolo al suelo de nuevo.

Pero que te sucede?—

Eres... Eres… eres un imbécil fuera de mi habitación—dije con la rabia a mil no tanto con el sino conmigo misma por a verme dejado seducir por semejante idiota.

Cristiano no dijo nada solo se levanto y me miro como si estuviese loca, medio miro a marcos, que reflejaba en su cara que no entendía nada de lo que sucedía, y salió cerrando la puerta.

Me dirigí a la cama y me senté de piernas cruzadas, marcos hizo lo mismo.

Y bien primita me podrías explicar que significa esta bizarra escena que acabo de presencias.

Abría mi boca para responder cuando la puerta del cuarto fue abierta de nuevo, por Cristiano.

E… disculpen olvide que entre fue por la terraza y la puerta de mi cuarto esta cerrada con llave—dijo pasando y esquivando las miradas de ambos—yo… solo voy a pasar y salir por la terraza, permiso—dijo mientas rodeaba la cama y se dirigía a la terraza, saliendo a esta y cerrándola tras de si.

Oook… eso si fue incomodo—soltó mi primo.

Marcos, no me vayas a agarrar a burla es lo único que te pido—dije mirándolo a los ojos demostrándolo lo tan confundida que estaba.

Pero me puedes explicar por que el estaba en tu cuarto y precisamente no hablando de política así que suelta la sopa—

Le conté desde como fui despertada hasta lo sucedido hasta que el llego.

Vaya—

Solo dirás eso—

Es que si digo lo que creo primita me vas a matar a golpes ¿ y sabes algo?—

¿Qué?—

Aprecio mi vida—

O vamos Marcos déjate de idioteces y di lo que piensas—

Vale pero cero golpes—

Cero golpes—

Júralo—

Júralo por lo que mas quieras—

Te lo juro por el peluche que me regalo mi padre cuando tenia 8, contento?—

Si—

Bien di lo que piensas—

Pienso que ambos se gustan o se están empezando a gustar eso de odiarse a muerte a penas se conocieron es por que son idénticos en el fondo y es obvio que tuvieron una reacción de choque, por algo dicen que los polos opuestos se atraen y los idénticos se repelan—dijo. Y me quede mirándolo con la boca abierta.

Desde cuando te volviste una persona inteligente?—pregunte.

Hey! no te burles, pero no, no me volví inteligente es algo que me comento Evangelina.—levante mi ceja.

No me mires así ella y yo nos llevamos muy bien y hasta el momento solo hablamos y no e tenido el placer de besarla como tu y cristiano.—Al decir esto le di un golpe con mi almohada.

Por que me pegas?—le volví a pegar de nuevo.

Ya pues vasta de maltrataros voy a tener que denunciarte por maltratos físicos—

Esos besos nunca sucedieron y pobre de ti si me los llegas a mencionar algunas ves—dije amenazándolo con mi dedo.

Vale ya lo entendí, pero deja de pegarme con la almohada—se levanto de la cama y se dirigió a la puerta—me voy a dormir, que descanses.

Quédate a dormir conmigo—suplique agarrándole la mano y haciéndole pucheros.

Le hice ojitos para añadirle más drama.

Vale me quedare no vaya hacer que el intruso vuela—

Y nos acostamos a dormir.

El Testamento I. Dada en MatrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora