Hundiéndose como el Titanic

2.9K 185 59
                                    

Hola vengo con mi primera historia Omegaverse en Naruto, me rijo por las normas del Omegaverse antiguo, por eso si tienen dudas sobre el "Bono" u otro concepto solo pregunten y les digo, espero que disfruten la lectura, sobre todo ahora en Cuarentena, harta fuerza y cariño pero sobre todo protéjanse no salgan de sus casas si no es necesarios hay muchos fanfic suculentos maravillosos. 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Namikaze Naruto, suspiró mientras veía la papeleta que tenía en sus manos, sin saber muy bien qué hacer, estaba desesperado, tenía las locas ganas de llorar, pero él nunca lloraba, a pesar de todas las dificultades que la vida le había colocado, empezando por ser un omega, o por ser hijo de un omega y una madre beta, siempre su familia fue discriminada, pero a pesar de eso creció en una familia amorosa, llena de amor, tuvo excelentes padres, una madre y un padre que hicieron guardias en su casa con hasta una picota para salvaguardar su celo.

Luego de eso y gracias a que su abuela trabajaba en una clínica tuvo acceso a la mejor atención, incluso tenía supresores a su medida y se los daban gratis por ser nieto de la gran Tsunade Senju, así que cada tres meses liberaba su celo, por seguridad de su propio cuerpo porque tanto supresor e inhibidor podía ser contraproducente para su salud, al contrario de lo que pensaba la gente al ser un omega revoltoso y siempre meterse en problema hasta rebelde, siempre, siempre había hecho caso al pie de la letra ante todo lo que le decían por su salud, por eso a sus veinte años tenía una salud que cualquier omega incluso de alta alcurnia.

Pero ahora tenía grandes problemas, sus padres hace unos cuantos meses tuvieron un aparatoso accidente de tránsito en donde lamentablemente su madre falleció y su padre quedó en estado de coma, llevaba meses conectado a decenas de maquinas que él, Naruto no tenía idea para que funcionaba, solo sabían que lo mantenía vivo, pero ese accidente que acabo con la vida de su madre también con la situación financiera, no era que fueran ricos pero tampoco pobre, tenían un buen pasar, mas ahora estaba hundido en deudas, iban a rematar su casa por el no pago del crédito hipotecario, no podía pagar el arancel de su universidad para continuar sus estudios de arquitectura, debía pagar los gastos médicos de su padre, más los gatos básicos, o sea Naruto se estaba hundiendo igual que el Titanic.

Exhaló aire y luego soltó un suspiro de no saber qué hacer y al mismo tiempo sí, hace un par de días tenía la loca idea en su cabeza de cómo ser la Rose del Titanic de las deudas, era una idea muy loca, extremadamente loca, podía escuchar en su cabeza la voz histérica de su difunta madre mientras le lanza lo que tuviese enfrente de ella para retarlo por la estúpida idea que tenía en mente, pero es que Naruto no tenía otra manera de subirse al marco de la puerta y así tocar el pito y llegar a puerto.

Sí, adivinen cuál era la película favorita de este Omega, era Titanic, y obviamente Leo DiCaprio era su amor platónico, incluso el protagonista de sus sueños más sucios en su celo, y no tenía vergüenza en admitirlo.

Arrugó la papeleta y la botó a la basura, otra carta de advertencia del banco, entró a la habitación de su padre, sonrió con nostalgia, su padre, su dulce padre omega siempre de semblante tranquilo, con una sonrisa adornando su rostro, siempre con la palabra justa, era el conciliador en la familia, no quiere decir que no fuese estricto y no tuviera mano dura, porque sí lo era, amaba a su padre y rogaba a Dios en caso de que existiese que por favor le devolviera a su padre, extrañaba tanto su voz, las cenas en familia solo ellos tres comiendo Ramen instantáneo al toque Kushina (su mamá) que era huevo duro, con verduras salteadas y carne salteada, era lo único que sabía hacer, era Minato quien cocinaba, pero esa comida era la mejor del mundo, y por eso a pesar que era adicto al Ramen hacía meses desde que había sepultado a su madre que no lo podía comer porque era solo llorar mientras sorbía los tallarines.

UnmeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora