Freedom

Consecuencias de un beso- I

-Ya lo sabíamos-respondieron los dos chicos a la vez.

-Davis dijo que sólo contigo la dejaba salir.-explicó Matteo

-No sé porque no confía en mí-Sebastián puso una cara algo triste, pero le brillaban los ojos.

-Será por qué desde que conoces a Samantha tratas de salir con ella y eso que eres casi como su padre con respecto a la edad.

Pude notar como Samantha le daba pena, pero al menos no bajo la cara.

-Já, entonces Davis cree que seré la niñera-dije con una sonrisa.- Bueno como niñera desde ahora; te digo de una Sebastián, te le acercas y te corto tus “cositas”.-Traté de decirlo seria.

Todos menos Sebastián explotaron en carcajadas-es broma hombre, sólo no quiero tener a Davis haciéndome un infierno porque su hermana llego con un chupete en el cuello, solo NO le dejes uno por favor.

-Eres la mejor- besó Sebastián mi mejilla.

-Primero mi hermana y ahora ella, te empeñas en solo salir con niñitas-dijo alguien a mi espalda, ya me suponía quien era.

-Eramos pocos y parió la abuela-dije sarcásticamente.

-No uses ese tonito conmigo Penélope- este hoy venía igual de arrogante que siempre, aunque hoy más.

-Yo ya me voy que huele feo aquí- dije despidiéndome de todos con un beso e ignorando a Davis totalmente. –Daphne recoge a Samantha, las espero en mi casa a las 6, no lleguen tarde.

-Claro-respondió mi amiga con una sonrisa.

-Eres la mejor- gritó Samantha debido a que ya yo estaba subiendo en mi auto.

Subí al auto y me coloqué el cinturón, los lentes de sol y me dispuse a salir del estacionamiento cuando, de nuevo, Davis estorbando. Bajé la ventanilla de mi auto y le dije:

-Podrías quitar tu lindo trasero de ahí, necesito irme ya. –estaba molesta, yo no soy así, lo juro, pero él se empeña en hacerme lo más infeliz que yo pueda.

-Gracias, sé que tengo lindo trasero-dijo acercándose, puso sus brazos en mi ventana y bajó su cabeza introduciéndola por ella.

-Pero qué diablos estás haciendo…..-no me dejó terminar la frase cuando se lanzó y me dio un beso.

Sus labios estaban tibios, eran realmente suaves y no entiendo porque diablos le devolví el beso. -Eso es solo para enseñarte a que las personas se despiden cuando se va-dicho esto sacó su cabeza y se fue, sin decir más sin hacer más.

Me dejó como una completa IDIOTA frente a él, la rabia empezó a subir rápidamente sobre mí, encendí el auto y salí del estacionamiento haciendo rechinar las llantas, tenía demasiada cólera y el sabor de su beso me había quedado en mi boca, ese sabor tan delicioso a tabaco y menta, justo el sabor de Christian.

-Maldito-grité dándole un golpe a la manivela- todos son unos malditos.

Estaba en un semáforo y se me vino el recuerdo del beso, pero SOLO fue UN beso, un beso en el que sentí el mundo a mis pies, un beso en el que sentí eso tan delicioso que se siente, pero no ese beso típico, fue un beso que jamás había sentido, juró que hubo electricidad ahí. Ni siquiera sé cómo describirlo.

No había pasado a luz verde cuando yo ya estaba saliendo ahí, necesitaba fumar, nunca me habían dejado tan de idiota frente a un hombre, recordé uno de los momentos con Christian:

-“Nunca, amor, nunca dejes que un hombre te toqué si no es digno de hacerlo, tu corazón te lo dirá, entiendes”- me había dicho con dulzura, o al menos eso pensaba yo.