Freedom

Consecuencias de un beso- I

Había pasado casi una semana desde el domingo en que Daphne y los chicos estuvieron en mi casa.

 No había pasado nada extraño ni importante; en la universidad todas las mujeres se comían con los ojos a Sebastián y a Matteo, pero gracias a que Daphne se encargaba de marcar bien su territorio, las chicas no se le acercaban a Matteo; al menos no tanto como a Sebastián.

Hoy gracias al cielo era sábado y me encontraba en mi última clase, faltaban exactamente 5 minutos para salir; en toda la semana no vi a Davis, pero si oí a los chicos decir que estaba en su trabajo, el cual no tenía ni idea de que trataba y de igual manera me importaba realmente poco.

La profesora al ser sábado y como faltaba tan poco para los exámenes estaba dando materia y explicaciones como desquiciada, había sido una semana agotadora.

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Al fin sonó el timbre que daba como finalizado el día  lectivo, empecé a recoger mis cosas.

-Hey, hola-dijo una chica morena, bajita y de unos cabellos y ojos preciosos.

-Eh, hola-dije simpática-¿necesitas algo?

-Amm…no…bueno en realidad sí-suspiró-soy nueva en esta universidad y pude oír que Bryttany Mason hará una fiesta hoy en la noche….

-¿Quieres saber si iré para que vallas conmigo? –pregunté mientras empezaba a salir del salón con mi mochila al hombro.

-Emm… sí… claro que si no quieres no importa- wao esta chica era demasiado tierna y timida, con solo eso me caía bien.

-Tranquila….-le hice algún ademán para que me dijera su nombre.

-Samantha…

-Bueno tranquila Samantha, claro que puedes venir con nosotros-ya había oído de la fiesta de Brittany “la rubia teñida”, pero no le había tomado mucha importancia-estoy segura de que los chicos no tendrán problema en que nos acompañes, por cierto me llamo Penélope Thomson, pero prefiero que me llamen Penny. –dije estirando el brazo para presentarme.

-Samantha Lawrence- respondió tomando mi mano.

En el momento que ella dijo su apellido no lo podía creer, ciertamente tenía esos ojos de Davis, pero sería mucha casualidad y ella era muy tierna y linda como para ser hermana de semejante idiota… ¿verdad?

-Sí, soy hermana de los gemelos Pablo y Alejandro; y obviamente de Davis- respondió a una pregunta que nunca hice, como adivinando mi pensamiento.-Davis me dijo que si tú ibas a la fiesta me dejaría ir-dijo con la cabeza algo agachada, como con pena.

Puse mi mano en su mentón y le alce la cara, ya estábamos en el parqueo de la universidad-nunca bajes tu cara, es demasiado preciosa para tenerla oculta-ella me sonrió como respuesta-no conocía sobre los gemelos, pero si conozco algo de tu hermano, no nos llevamos muy bien que digamos.

-Sí, me imaginé por la cara que pusiste-dijo con una sonrisa ancha.

-Lo siento, tú hermano es difícil de querer. –le respondí con tono divertido pero serio a la vez; algo extraño.

-Sí, he vivido 19 años con él pero créeme, después de que lo quieres es difícil dejar de quererlo.

-Lo dudo- respondí y vi como los chicos venían aquí.

-Hey Penny, hey Samantha-dijo Sebastián con una increíble sonrisa.

-¿Porque tanta felicidad?-pregunté.

-¿Cómo no vas a saber? Es hoy sábado y hasta fiesta hay-respondió Matteo en este caso.

-Ah claro, les cuento que Samantha irá con nosotros a la fiesta de hoy. –les comuniqué.