Play date : Mitsukou

6 : huir.

—No puedes seguir haciendo eso. — Kou rodó los ojos.

—Claro que si, todas las veces que quiera. —

Al pasar el tiempo, ambas familias habían organizado un trato para emparejar a sus dos herederos. Proponiendo reglas, orden y preocupación hacia la economía de las empresas.

Mitsuba al ser mayor que Kou, entró más rápido a la siguiente etapa de su vida y comprendió más cosas que antes los adultos les ocultaban como si no existieran.

—¡Tienes 16 años, Mitsuba! — Le regañó.

—¡Entonces deja de tratarme como si tuviera 5 años! —

Entre todas estas era que aún cuando fueran a casarse en algún futuro, no podía simplemente ir y pasar el rato entre ellos, sus deberes respecto a aprender sobre la empresa serían más importantes que otra cosa hasta la mayoría de edad, donde irían a dirigir.

Y claramente esto era un problema para el mayor de ellos, pues Mitsuba consideraba que si lo iban a obligar a casarse deberían al menos quitarle un poco de responsabilidad como una cortesía.

—Mitsuba, debes volver a casa. — Kou sentenció cruzándose de brazos, no aprobaba la fase rebelde que su prometido estaba teniendo. —Tus padres van a preocuparse.

—Se preocuparán porque soy su único hijo a heredar, no porque ellos me quieran. —

Todo pasaba algo rápido después de esa última cita de juego, Mitsuba y Kou parecían ser un buen par de amigos. La confianza que se tenían no era demasiada, pero algunas veces solían pasar el rato juntos.

—Entonces si no vas a casa, ¿a donde irías? —

Su contrario no pareció dudar mucho sobre que contestar. — A ninguna parte.

— ¿A ninguna parte? —

—No repitas lo que justo te acabo de decir. — Rodó los ojos. — Tu casa es mi casa de cualquier forma.

—¿Quien te dijo tal mentira? — Kou interrogó con un poco de diversión.

—Nuestro contrato, genio. —

Se miraron un momento, ambos sostenían diferentes sentimientos y maneras de pensar acerca de su situación. — Lo dejare pasar porque eres mi amigo.

Su contrario no dijo nada, simplemente dejó de verlo y se sentó.
Kou solo podía entender que se sentía fastidiado o tal vez impotente, pero jamás podría resolver todo el misterio que tenía Mitsuba encima.

Como sea, no podían detener el tiempo.