UNO

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El ahora ya adolescente se despertó con molestia, arrugó su nariz al sentir las rayos de sol matutinos entrar. Pidió un poco de tiempo pero supo que eso no sucedería

Se levantó con desánimo, ojalá las vacaciones durarán más para él y así no verse con sus "queridos" compañeros

Se colocó su distintivo chullo azul, una sudadera azul oscuro y jeans negros, se cubrió el cuello y parte de su boca con la bufanda. Fue al baño y se cepilló la boca para colocarse el delineador de ojos y el pinta labios, nada tan femenino pero resaltaban sus ojos verdes y sus delgados labios

Bajo las escaleras y pudo oler un aroma de la cocina que le provocó náusea

—Huele delicioso—Dijo sentándose en la mesa

—¿Tantas ganas tienes de ir a la escuela?—Preguntó con burla la de cabellos rubios

—Jaja se me hace tarde adiós—Dijo moreno retirándose y saliendo de su casa

—Espera al menos...—La puerta se cerró antes de que la rubia pudiera decir algo—Desayuna...—Finalizó su frase

El chico caminaba con lentitud, contradiciendo su pretexto para no desayunar. Bufó para frotar sus manos entres ellas debido al frío y al no poseer guantes se congelaba sus manos

En su camino al instituto se topó con una nueva tienda que, en todos sus años de vida había visto. El ambiente era cálido y había un aroma a café
Se encogió de hombros y tosió al oler ese aroma, el café era una de sus cosas menos favoritas

Se alejó del lugar para seguir su vía, la nieve caía aunque no era nuevo en aquel lugar pero por alguna extraña razón hacia más frío de lo acostumbrado

Llegó al instituto solo para encontrarse con un ingles que recogía sus cosas, lo ignoró completamente y siguió de largo

Por otro lado había un chico de origen asiático tratando de acercarse a su prima, la cual lo mando a volar

Ni cinco minutos ahí y ya odiaba a todos. Su estómago le exigió alimento más el solo tomó un sorbo de agua, se dirigió hasta atrás, un lugar tranquilo y callado perfecto para fumar

Al llegar se encontró con un grupo de chicos góticos. El pelinegro se llevaba más que bien con ese grupo, el no les hablaba y ellos tampoco a él
Encendió un cigarro y empezó a consumirlo, disfrutando la paz breve que le proporcionaba el cigarrillo

Los otros chicos también fumaban, solo que en vez de ver el cielo diurno que vestía colores fríos, escribían poemas de lo mierda que es la vida

—Dolor, amor, te hacen sentir distinto más el resultado es el mismo—Recitó el de mechas rojas

—Profundo—Dijo el de cabellos rizados, Micael busco en su cuaderno y vio uno de los más nuevos—Luchamos contra reloj, alimentando el triste vacío y negarnos de la verdad—Habló

Craig exhaló el humo que traía en los pulmones, oyendo aquellos deprimentes poemas con atención

—Amor...—Nuevamente habló el de mechas rojas más fue interrumpido por la fémina

—Pete, los últimos poemas han sido del amor, ¿Estás bien?—Interrogó la fémina Inhaló el humo y lo exhaló. El mencionado se ruborizó, llevando su mano el rostro para obviar su sonrojo

—No sé de qué hablan—Contestó llevando su fleco hacia atrás y volviendo a caer en su rostro

—Oh vamos, no seas marica—Dijo el menor

—Si solo lo eh visto de vez en cuando—Se delató a si mismo provocando unas risas en el moreno—Además solo iba porque el café es bueno para ser nuevos—Puso sus ojos en blanco

—¿Te refieres al nuevo café?—Dijo el moreno levantando una ceja, los góticos le vieron extrañados—¿Qué?—

—Pensamos que eras mudo—Contestó el más joven

Fue cuando la puerta fue abierta dejando entrar el humo al colegio, provocando la tos en un rubio el cual abrió la puerta

—Oh mierda...—Exclamó débilmente el muchacho

CONFIANZA - CreekWhere stories live. Discover now