Capitulo 21

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Narra Mia

En las cabañas, se habían quedado Laura y Guido, ya que eran muchos y que les avisaran las noticias. Se estaban besando y haciendo mimitos.

Laura: Pará, pará un poquito

Ella se ríe y café se separa.

Laura: ¿Los chicos tendrán noticias?

Guido: No sé, nos hubieran avisado, ¿No?

La besa de nuevo y Laura se empieza a poner nerviosa. Rodea los ojos.

Laura: Pará, ¿Hacemos otra cosa?

Guido: Mmm

La vuelve a besar y ella se cansa.

Laura: Guido... Guido, para

Trata de salir pero él no la deja.

Laura: ¡Pará!

Ella se para y él se sorprende por la reacción de su novia.

Guido: ¿Qué te pasa? ¿Por qué te pones asi?

Laura: Siempre la idea fija vos, ¿No?

Sin darse cuenta, estaba gritando.

Guido: Pero Lau...

Laura: Lau nada, me tenes harta

Agarra su campera y se dirige a la puerta, pero él la frena.

Guido: A dónde vas?

Laura: Al hospital a ver a Rocco

Guido: Vamos...

Laura: No, yo voy en taxi, correte

Se va y da un portazo.

Los dos estaban en silencio. Estaban más alejados que los otros, en un pasillo. Marizza miraba para abajo, pensando que le diría. Él, la observaba.

Pablo: ¿Y?

Ella alzó la vista y tenía los ojos llorosos. Pablo se descruzó de brazos y se acercó a ella.

Pablo: ¿Qué pasa?

Marizza: Soy una tarada, eso pasa. Soy insegura... pensé que no te había gustado lo que paso esa noche y que por eso no estabas en el hospital ayer... yo no soy así, perdón. Y me emborraché porque era más fácil que hablarlo con vos, porque no sabía que ibas a pensar de mí y te hice pasar vergüenza y te dije un montón de cosas horribles que no pienso para nada, cuando en realidad me rechazaste porque me querés y bueno... perdón

Pablo no sabía que decir. Pensaba que iban a pelear o reconciarse, pero no que Marizza se sincere de esa forma. Sin decir nada, la abrazó. Tardó unos segundos en que el abrazo fuera correspondido por ella.

Pablo: No sos tarada, tenes inseguridades como todos

Ella levantó la cabeza mirándolo, sin soltarse de su agarrre.

Pablo: Yo también tengo inseguridades, como ayer con Agustín o anoche cuando me dijiste lo de mi viejo, pero en el fondo sé que son sólo eso, inseguridades mías y que vos no pensas así

Ya los ojos los tenía normales, pero ahora un nudo en la garganta, se maldijo a ella misma. Él continuó.

Pablo: Y no me hiciste pasar vergüenza anoche, sólo un poco de susto

Pablo le sonrió y ella se rió suavemente. Estaba más tranquila que antes, pero todavía había algo que la inquietaba, necesitaba escucharlo de su boca de nuevo y ver en sus ojos la verdad.

Pablo: Ayer no estaba en el hospital porque fui a comprarte chocolates para que te recuperes más rápido y se me quedó el celular sin bateria de estar al lado tuyo toda esa noche mientras dormías

Marizza se mordió el labio, maldiciéndose de nuevo, pero ahora por desconfiar de él mientras le compraba chocolates.

Marizza: Perdón por desconfiar sos un divino

Se puso de puntas de pie para besarlo y apoyó una mano sobre su mejilla para acercarlo más. Cuando se separaron, el buscó algo en su pantalón.

Sacó una caja chiquita y se la entregó a Marizza. Era negra y con una cinta plateada alrededor. Ella la abrió y se sorprendió, dejo escapar un gritito.

Pablo: Los chocolates eran una parte de la sorpresa, esa es la segunda parte

Era una pulsera de plata, simple y sin ningún dije. Era muy sencilla, pero totalmente hermosa, al estilo de ella.

Pablo: Esa noche fue la mejor de mi vida

Le susurró en el oído. Un escalofrío le recorrió por la espalda y esbozó una sonrisa de oreja a oreja. Se puso el regalo en la muñeca derecha y lo besó con ganas.

Marizza: Gracias, te amo

Pablo: Yo también te amo

Marizza: Y gracias por rechazarme anoche

Pablo: Obvio, no iba a aprovecharme de vos enana

Se volvieron a besar y se abrazaron.

Xx: Chicos, vengan

Rebelde Way: Bariloche (MI VERSIÓN)Where stories live. Discover now