Capitulo 8

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Narra Marizza

Me desperté con un beso de Pablo en la boca. Me vino el recuerdo de anoche y me limité a sonreír.

Pablo: ¿Qué pasa?

Marizza: Nada, me acordé de anoche

Pablo: ¿Te gustó?

Marizza: Si me encantó. Te amo

Pablo: Me encanta que me digas eso

Lo besé dulcemente.

Marizza: Bueno, entonces grabatelo. TE AMO y para siempre

Lo volví a besar y me senté arriba de él. Estabamos a punto de hacerlo de nuevo, cuando entró Guido y nos separamos.

Guido: A la mier...

Se tapó y se dió vuelta. Me tapé con las sábanas y Pablo se peinó el pelo, nervioso.

Guido: ¿Ya está? ¿Ya apagaron sus hormonas?

Pablo: Perdón café

Rió y yo le hice señas de que no lo haga. Agarré mi ropa y me puse una remera de Pablo que me tapaba hasta los muslos.
Me acerqué a café, que se dio vuelta

Marizza: Chau café

Le dije eso y le di una palmada en la espalda. Cuando salí, se limpió con asco y se acercó a Pablo que se sentó en la cama vistiéndose.

Guido: ¿Curtiste con la loca?

Volví para la cabaña de Pablo porque me olvide los zapatos. La puerta estaba abierta y me puse a escuchar de lo que hablaban.

Pablo: Primero, se llama Marizza y es mi novia, asi que no la llames así, y segundo no me la curti, hicimos el amor, es muy diferente

Sonreí al escuchar como mi novio me defendía y quería entrar y romperle la boca de un beso, y lo estaba por hacer, hasta que escuché de nuevo a café y me paré.

En estos momentos me gustaba mucho como Pablo era conmigo. Atento y considerado. Realmente lo amaba y no me molestaba demostrarlo. La voz chillona de Guido imitandolo me sacó de mis pensamientos.

Guido: "Ay, hicimos el amor, fue diferente" Pero por favor Pablo, es obvio que te sacaste las ganas, que winner

Me invadieron las ganas enormes de entrar y pegarle una trompada bien fuerte a Guido, pero recapacité, capaz no era lo más prudente. Capaz.

Pablo: No, cortala, cortala, porque si seguis te voy a pegar una piña para sacarme las ganas

En mi interior reí y por fuera sonreí. Pegué ma oreja más a la puerta para seguir escuchando, pero me tocaron el hombro, me di vuelta y era Marcos, pero me había asustado tanto, que lo ví desde el piso, dentro de la habitación y con la puerta abierta.

Pablo: ¿Estabas escuchando atrás de la puerta?

Marizza: Noo, no, no, no, yo sólo estab... si

Solté rápido y me levanté del suelo y me dirigí a mis zapatos

Marizza: Me olvidé los zapatos y cuando volví estaban hablando y los escuché.Gracias por defenderme, pero puedo sola

Me volví a Guido y lo enfrenté. Mi paciencia ya había rebalsado hace rato, y ya no lo podía ocultar.

Marizza: Mirá nene, volves a hablar así de mí o de Pablo o de nosotros y me vas a conocer enojada, ¿Me escuchaste?

Le decía esto mientras caminaba para adelante y él hacia atrás acorralandolo. En la cara de Guido había miedo y sonreí pateandolo en sus partes, entonces escuché a Pablo y Marcos riéndose por lo bajo detrás de mí y me di vuelta, los vi, y les sonreí a ellos también y salí de la cabaña definitivamente.

Cuando salí de ésta, me dirigí a la mía, con una sonrisa de oreja a oreja, pero ésta desapareció cuando vi a Tomás y Pilar desnudos en mi cama.

Marizza: Bue...

Entré al cuarto y cerré la puerta con la espalda bastante fuerte lo que ocasionó que los chicos empezaran a moverse. Dejé mis cosas sin ninguna sutileza y agarré unos almohadones y se los empecé a tirar en las caras mientras les hablaba.

Marizza: Vamos tortolitos, a despertarse. Buen día, buen día, buen día

Le tiré mas almohadones a la cara para que se despierten.

Pilar: ¿Qué pasa Marizza?

Se dió vuelta para seguir durmiendo boca abajo, pero Tomás ya estaba sentado y pasándose las manos por la cara para despertarse por completo.

Marizza: Pasa que estan en la cama en pelotas y puede entrar Luján, Blas o Laura y harían un escandalo tremendo. Igual, desprocupense, para su suerte, los encontré yo

Tomás: Hola Marizza

Yo le sonreí y asentí en forma de saludo.

Tomás: Una pregunta, ¿Por qué no estás enojada?

Marizza: ¿Por qué voy a estar enojada si hice lo mismo en tu cuarto y en tus sábanas?

Pilar se rió con los ojos cerrados. Me gustaba este tipo de situaciones donde no me importaba nada. Este viaje se ponía cada día mejor.

Tomás: No...

Negando con la cabeza y sonriéndome se frotó la sien. Yo cerré mis ojos achinandolos y mostré mi mejor sonrisa.

Marizza: Si. Después voy a decirle a la que limpia que venga, que nos cambie las sábanas, que desinfecte el piso y todo lo que hayan tocado, por que acá hay un olor a sex...

Pilar: Marizza

Me lo dijo en forma de que me callara y no terminara la frase, todavía con los ojos cerrados, yo asentí.

Marizza: Bueno, perdón. Después le digo que pase por tu cuarto también, ¿Dale? Dale. Bueno, yo ahora me voy a ir a bañar, una ducha larga, para que se vistan y...

Ellos me entendían. Me metí al baño y al segundo salí y le dije lo último a Tomás.

Marizza: Si encontras a Guido tirado en el piso, es porque le pegué una fuerte patada en los huevos, chau chicos

Cerré la puerta y me duché. Se reía por lo último que ella había dicho

Tomás: Es tremenda. Hola amor

Le dio un beso en los labios y ella abrió los ojos

Tomás: ¿Cómo estás?

Pilar: Mal

Tomás: ¿Por? ¿No te gustó? ¿Te hice mal?

Pilar: No amor, lo digo porque vino Marizza y te tenés que ir, yo quería que te quedes

Tomás: ¿Si? Te amo Pili. Nunca lo olvides

Pilar: Si amor, obvio, ¿Pero por qué me lo decís?

Tomás: Nada, te lo digo para que lo sepas, porque es así

Pilar: Bueno

Él se rió y la contagió a ella, haciéndola reír muy fuerte.

Pilar: ¿Qué pasa? ¿Por qué te reís?

Tomás: Te dejé un chupón acá

Le señaló en el cuello, el cual lo tentó a darle otro beso ahí.

Pilar: ¿En serio? Noo...Bueno, después me lo tapo con maquillaje. Igual, yo también te deje uno

Tomás: Bueno, no hay drama (beso) Me tengo que ir, ¿Nos vemos en la pileta?

Pilar: Si, nos vemos ahí. Chau

Rebelde Way: Bariloche (MI VERSIÓN)Where stories live. Discover now