Wolfstar #3 🏳️‍🌈

4.4K 344 70
                                    

Remus Lupin abrió los ojos notando que le dolía todo el cuerpo.

Con un gruñido los volvió a cerrar, intentando que el molesto sol desapareciera con la mente.

Estaba agotado, muy agotado.

Se mantuvo en el suelo con los ojos cerrados, sabiendo que sus amigos vendrían a ayudarle a levantarse de un momento a otro.

Ellos descubrieron su problema hace tres años, cuando tenían trece, y a día de hoy eran animagos y le acompañaban, haciendo su tortura más amena.

La verdad es que cuando ellos se enteraron, Remus estaba aterrado, no quería quedarse sin amigos.

Pero James dio el primer paso y le dio un abrazo al que rápidamente se unieron Sirius y Peter.

Remus sonrió con ese recuerdo, pues era el que usaba para su patronus.

Desde que ellos se convirtieron en animagos se hizo costumbre que le ayudaran a ponerse de pie al día siguiente, puesto que no solía tener muchas energías.

Pero aquella luna había sido mala, sentía como el cuerpo entero le dolía.

Comenzó a preocuparse, pues había pasado un rato ya, sus amigos deberían de haber ido a levantarle ya.

Decidió abrir los ojos y repasar la habitación con la mirada, esperando encontrarse con sus amigos durmiendo en algún lugar de la sala.

Pero su corazón se aceleró con terror al ver lo que de verdad había en aquella sala.

Una gran mancha de sangre donde sus amigos deberían estar.

Aún sin ser capaz de levantarse se arrastró hacia la mancha.

Un escalofrío recorrió todo su cuerpo al comprobar que la sangre estaba seca.

-No.... No.

Su voz comenzó a romperse mientras lágrimas caían por sus mejillas.

Lo había hecho, había sido el monstruo que él temía, había asesinado a sus amigos, las únicas personas que lo habían aceptado por quien era.

-Soy un monstruo... Soy un monstruo.

Sintió un pinchazo de dolor en las costillas al sentarse, pero no le dio importancia.

Era un asesino, un monstruo.

Sin poder evitarlo un grito desgarrador salió de su garganta.

Se tapó los ojos mientras sollozaba fuertemente, sintiendo que le faltaba el aire.

Tan desolado estaba que no escuchó el sonido de unos pasos rápidos que subían hacia donde estaba él.

-¿Lunático? ¿Qué ocurre?

Sirius Black rodeó a Remus en sus brazos, intentando que este se calmara, pero no pareció dar resultado.

-Los he matado.... Soy un monstruo.

El chico repetía la misma frase una y otra vez.

Debido a su ataque de pánico era incapaz de notar que los brazos de Sirius le rodeaban.

El nombrado, al darse cuenta de lo que ocurría, tomó la cara de Remus entre sus manos y le obligó a mirarlo.

-Remus, escúchame, no has matado a nadie, esa sangre es tuya.

El hombre lobo negó con la cabeza mientras lágrimas caían por sus mejillas.

-No... Yo los he matado, tú solo eres una ilusión, están muertos.

Sirius le miró desesperado, no sabiendo que hacer para que el chico frente a él entrara en razón.

Juntó sus frentes y le susurró al oído.

-Remus, no le has hecho daño a nadie, te arañaste las costillas y James y Peter han ido a por vendas, esa sangre es tuya.

Pero por mucho que Sirius intentara hacerle entrar en razón, Remus seguía repitiendo que era mentira y que este era una alucinación.

Sirius estaba totalmente frustrado, se sentía inútil.

Furioso agarró las mejillas de Remus.

-Dime si una alucinación puede hacer ésto.

Besó los labios de Remus con rabia, intentando hacerle comprender que él estaba allí.

Tras unos segundos Remus pareció salir del trance y le devolvió el beso.

Cuando se separaron ambos tenían las respiraciones agitadas.

-¿De verdad no he matado a nadie?

Sirius suspiró aliviado y se tumbó en el suelo con felicidad.

-No has matado a nadie Lunático.

Un silencio bastante incómodo se instaló entre ellos cuando ambos se dieron cuenta de lo que había ocurrido.

Se habían besado.

Sirius lo había hecho sin pensar, en un momento de desesperación, pero ahora se sintió aterrado al darse cuenta de que le había gustado.

Remus por otro lado seguía algo mareado por su ataque de ansiedad anterior, pero aún así pensó en el beso.

No entendía por qué Sirius le había besado, ni por qué le había dado ganas de hacer lo mismo cuando se separaron.

Estuvo a punto de preguntarle sus dudas, pero sus dos amigos entraron por la puerta.

-¿Cómo vas Lunático? Te hemos traído unas vendas.

Peter se acercó a él con ellas y, después de dedicarle una pequeña sonrisa procedió a vendar el abdomen de Remus.

James miró a sus dos amigos intrigado.

-¿Qué os ha pasado? Parecéis muertos. ¡No me digas! Remus se ha acabado tu champú, Canuto.

Sirius se levantó golpeando levemente el brazo de James.

-No idiota, he bajado a la planta de abajo para ver si me encontraba con algo para curarle y Remus, al no ver a nadie se ha pensado que nos había matado y le ha dado un ataque de pánico.

James giró su cabeza hacia el licantropo, quien agachó la cabeza avergonzado.

-Lunático, no tienes por qué preocuparte, apuesto mi futura cita con Lily a que tú nunca nos harías daño.

Remus sonrió a su amigo.

-Pues entonces no tienes mucho que apostar.

James le sacó el dedo de en medio a Sirius.

-Ya está.

Peter terminó el vendaje y Remus le sonrió en forma de agradecimiento.

-Vamos Lunático, ¡arriba!

James y Sirius le ayudaron a levantarse y los cuatro salieron juntos de la casa de los gritos.

Mientras que James y Sirius le ayudaban a caminar, Remus miró al último.

No había dicho nada de su beso antes, por lo que supuso que no había sido importante para él.

Probablemente sólo lo hizo para que se calmara.

Suspirando miró como el sol comenzaba a salir y su pesadilla se acababa.

Aunque sólo por esta noche.

Gay ships. Harry Potter. Where stories live. Discover now