Forcing Smiles ©

☀︎ | Capítulo 14

Espero unos segundos demasiado ansiosa, pero me lleno de alivio cuando su respuesta llega.

<Claro, linda.>

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❝She says beauty is pain and
there's beauty in everything, what's a
little bit of hunger? I could go a little
while longer, she fades away...❞

El miércoles llega mucho más rápido de lo que esperaba, y me encuentro a mí misma trenzando mi cabello frente al espejo.

Bajo las escaleras para llegar a la mesa donde Julio se encuentra sirviendo la comida.

-¡Oh! Pero que bonita estás. No puedo esperar a conocerlo.

Cuando el timbre de la casa suena, voy hasta la puerta y la abro, encontrándome frente a frente con Cole; mi cuerpo reacciona a su presencia en un instante: mi corazón se acelera, siento cosquillas en el estómago, y mi ánimo se levanta.

-¡Hola!- le sonrío.

-Hola, Hart...- se inclina hacia mí para darme un beso pero la voz de Julio a mis espalda nos deja a los dos paralizados.

-¿Cuáles son tus intenciones con mi hija, muchacho?- dice en un tono muy severo. Cole palidece y abre su boca con la intención de hablar pero... sin lograr hacerlo.

Y es entonces cuando Julio comienza a reír como un loco. -¡Deberías haber visto tu cara!- exclama entre carcajadas y no puedo evitar reír también. Cole se encuentra completamente confundido, cosa que me hace reír más fuerte. -Oh, vamos, era una broma. Ríete un poco, ¿quieres?- añade Julio y entonces los ojos de Cole brillan con... comprensión y admiración.

-Debo admitir que... fue una buena broma, señ...

-¡No me digas señor, oh no! ¿Acaso me veo como un viejo? Por favor, llámame Julio.- se acerca a Cole.

-Okay, Julio.- dice el chico con una sonrisa en sus labios. -Soy Cole,- extiende su mano para tomar la de Julio pero este lo estrecha en un abrazo, sorprendiéndolo.

-Bueno, ¿vamos a comer? La comida está lista.

Julio se encamina a la cocina y Cole me mira; suelto una pequeña risa y él me imita, para luego decir, "me agrada".

El ambiente en la cena fue bastante liviano. Yo pensé que sería incómodo pero al parecer Cole y Julio congeniaron bastante bien porque durante toda la cena estuvieron hablando constantemente.

Yo por mi parte no tenía hambre así que me dediqué a mover la comida de un lado a otro del plato hasta que ellos terminaran.

-Chicos, pueden irse si quieren. Yo me encargo de levantar todo, no se preocupen por eso.- Julio nos dice, así que yo tomo mis muletas y me levanto, con Cole siguiéndome. -Oh y, por favor, recuerden que soy demasiado joven para ser abuelo,- añade logrando que Cole suelte una pequeña risa y mis mejillas se tiñan de un intenso rojo carmesí.

Una vez que subimos la escalera, nos vamos a mi habitación. Cierro la puerta detrás de Cole y me siento en mi cama, apoyando la espalda contra el respaldo de la misma.