Capítulo #74

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Pasaron dos semanas más hasta que por fin me dieron de alta, mañana regresaré al instituto, ahora estamos en casa de Ander, viendo TV en el sofá, afuera esta lloviendo demasiado y no tuvimos más remedio que quedarnos aquí encerrados.

- Cambialo- dije.

- ¿De nuevo? Ya cállate Aron- dijo Aryan.

- Eso no me gusta- dije de nuevo- lo he visto tantas veces que ya no me parece interesante.

- Pon la película de los superhéroes- dijo Ander.

- ¿Avengers?- preguntó Alexander.

- Si, es interesante.

- Me parece buena idea- solo estamos Ander, Aryan, Alexander, papá y yo- pero apúrate- le dije a Aryan ya que el tiene el mando.

- Paciencia- la puerta se abrió de golpe, todos nos giramos y era Kenzie con Gibran, ambos totalmente empapados.

- ¡Gibran cálmate! ¡Ni se te ocurra decir nada!- ella le tomo el brazo, Gibran la empujó contra la pared y ahí fue cuando Ander reaccionó.

- ¿Quien te crees para empujar a mi mujer? Sabes perfectamente que no me gusta nisiquiera que la toquen- se puso frente a el- podrás ser muy mi mejor amigo ¡pero a ella la respetas!

- El problema aquí no es ese, Ander.

- ¿Ah no? Pues para mi si supone un gran problema el hecho de que la hayas empujado- Gibran miro a Alexander, todos nos habíamos puesto de pie.

- Me llego un mensaje anónimo- dijo, se acerco a nosotros y papá me puso tras el.

- ¿Y?- dijo Aryan- ¿Que decía?

- Los que estuvieron presente en la muerte de Leandro- Aryan cerró los ojos por un par de segundos- Dicen que Alexander tuvo mucho aue ver en esa balacera- todos lo miraron y el estaba confuso.

- ¡¿Disculpa?! ¿Como te atreves a decir semejante estupidez?

- No es ninguna estupidez- Gibran estaba verdaderamente enojado, la camisa blanca que traía la tenía pegada a su cuerpo por lo empapada, de su cabello caían gotas de agua y le tapaban una parte de los ojos- Nos odiabas en ese entonces, tu provocaste todo para vengarte de Aryan.

- Alexander...- dije y el me miro- ¿Por qué?

- Ni se te ocurra creerle- me iba acercar a el pero papá no me dejó, me mantuvo a su espalda todo el rato- ¿Cuantas mentiras no han llegado a esta familia? ¿Todas las habéis creído?

- Tu eras nuestro peor enemigo, ¿por qué no lo harías? Nos odiabas- dijo Ander, Kenzie tenía las manos en su rostro, no miraba nada- yo le creo a Gibran.

- Si crees eso ¿entonces creerás si te digo que tu mejor amigo se quería acostar con tu esposa?- soltó Alexander y Kenzie se destapó los ojos.

- Ahora si date por muerto- Ander lo apunto con el arma.

- ¡Ander baja eso!- grito Kenzie a punto de llorar, Alexander también lo imitó.

- No puedo creer que mi propio hermano provocará la muerte de mi mejor amigo- dijo Aryan- Alexander...

- Aryan, por favor tenemos que hablar.

- ¡Tu aquí no vas a decir nada!

- Ander si te tengo que disparar para que te calles entonces lo haré, ¡tenlo por seguro!

- ¡Papá!- le dije y lo empujé levemente para que hiciera algo por que no reaccionaba.

- A ver, vamos a tranquilizarnos, todo se puede tratar de un simple error, bajen las armas jóvenes- dijo por fin mi padre.

- ¿Como se te ocurre? ¿Te volviste idiota?- Papá sacó el arma y apunto a Ander- papá...

- Serás un narco muy poderosos y temido ¡pero no eres mejor que yo! ¡Soy tu padre y a mi me respetas! Cuando te digo que bajes el arma es porque vas a bajar el arma- Ander no se movió- ¿lo tengo que repetir?- mi hermano guardo el arma y retrocedió.

- Si te pido que hagas algo no me refiero a que defiendas al que mató a Leo- le dije y todos me miraron.

- Tu te callas, no sabes nada, nisiquiera sabes disparar un arma- dijo Alexander y eso bastó para que me llenara de rabia.

- ¿Eso crees?- le quité la pistola a Aryan de la cintura, la recargue y lo apunte.

- Aron- no mire a mi padre.

- Puede que no sea mafioso como todos ustedes pero si soy de la familia, los he visto entrenar muchas veces, he pasado por infinidades de balaceras, todos los días en mi casa hay disparos por los entrenamientos de los escoltas... ¿Como crees que no se manejar una pistola? Lo sé hacer y muy bien, solo que yo no mato a los que son de mi familia.

- Yo no lo hice- me dijo- no digas cosas que no son.

- No me sorprendería si lo hubieras hecho... Aunque, yo digo que si lo hiciste- mire a Gibran- te creo... No sabes el sufrimiento que pasamos cua do nos enteramos que lo habían acribillado en Rusia, nos defendía, a nosotros a tus hermanos... Pero creo que tu sufrimiento fue peor.

¿De qué sufrimiento hablas tú?- pregunto.

- Del que te cause cuando le dispare a tu sobrino en el instituto...

Secrets of love: Aron   [3]Where stories live. Discover now