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Estoy ansioso, es mi primera cita con Emma. He pedido una reserva en el restaurante de mis padres, pero esta vez, en la sala de reuniones. Quiero que sea especial, nadie la ocupará y tiene una hermosa vista.

Todavía conservo el regalo de su cumpleaños, hoy será el día indicado para dárselo, tendrá doble significado y estoy seguro de que va a quedar encantada.

Las manecillas de mi reloj indican que es el momento de salir a su encuentro, no hay nadie más puntual que mi vecina para ello. Salgo del departamento y la puerta del 5B se abre. Al igual que yo trae una bolsa en la mano.

—¿Qué llevas ahí? —preguntamos a la vez —Una sorpresa —respondemos juntos.

—De acuerdo, señorita Emma Santana, se lo daré después de cenar y usted puede hacer lo mismo.

—Claro que sí, señor Benjamín Clarck —Se acerca a dejar un beso sobre mi mejilla—. Hoy estás muy atractivo, yo diría que un 200.

Senpai, tú no bajas del millón. ¿Vamos?

Tomados de la mano nos adentramos al elevador, su perfume se siente en este pequeño espacio y no es el mismo de siempre, sino uno dulce, pareciera caramelo.

—Me gusta tu perfume.

—¿Sí? Me lo regalaron las chicas por mi cumpleaños.

—Dulce como tú.

—Para que me comas —insiste con sus bromas.

Subimos al taxi camino a Golden Palace. Es una lástima que no tenga un vehículo aquí en California, no obstante, nunca lo necesité, y tener un chofer es demasiado codicioso, ni pensarlo.

El complejo de departamentos estudiantiles se encuentra ubicado en un zona céntrica, tengo todo a mi alcance, se creó con esa finalidad, que los alumnos de intercambio no necesiten de un transporte constante, sobre todo por el horario a doble turno.

En mi caso también me benefició con el estudio de Rachel. Antes de venir a vivir aquí estuve averiguando junto a mi madre, nos dieron buenas referencias de ella, y no se equivocaron, tengo a la mejor profesora de todas.

El taxi se detiene en la puerta del restaurante. Ayudo a Emma a bajar, aunque no lo necesita, no obstante, mi madre debería sentirse orgulloso de criar a este caballero. Becky vuelve a recibirme y esta vez no hace falta fingir, ya sé donde se encuentra la sala de juntas.

La rubia está fascinada con la vista, desde aquí se puede ver toda la ciudad; más yo estoy deslumbrado observándola. Trae puesto un vestido negro, color que en ella queda sofisticado. Esta vez su pelo no es lacio, tiene unas pequeñas ondas y creo que se ve mucho más atractiva de lo que alguna vez la imaginé.

¿Qué es lo más me gusta de Emma Santana? No sabría por dónde empezar. Su sencillez y espontaneidad es una de las causas principales por las cuales llamó mi atención. Es graciosa y tierna, siempre está sonriendo, y cuando llora, hace que mi corazón se parta en miles de pedacitos porque, aun así, es capaz de llenarme de sensaciones internas.

Sus pestañas son largas, su nariz es perfecta, y sus labios... los labios de Emma son suaves, tanto, que podría volverme adicto al roce con los míos. Trago saliva y me quedo perdido a la distancia. Ella observando por la enorme ventana, y yo desde aquí, observándola a ella cautivado.

Una vez escuché que el amor golpea a tu puerta, un dicho acertado en nuestra historia. No solo la puerta de mi departamento pidiendo compañía, sino las de mi corazón porque ha sido la única chica que ha logrado entrar.

Si te vieras con mis ojos   #1 (S.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora