Si te vieras con mis ojos #1 (S.S)

VII

La mejor parte del día es cuando voy a la cafetería para almorzar con los chicos, o a la salida, al caminar los cuatro juntos en la misma dirección hasta la avenida principal donde llega el momento de separarnos.

Venir al colegio ya no es una tortura, de a poco mis compañeros dejan de ignorarme dentro del aula, y no tengo que ocultarme en la biblioteca a esperar que los recesos se acaben. Por otra parte, me incorporaron al equipo en baloncesto y disfruto desafiar en la cancha a Alex Ross, el mejor del team contrario. De alguna manera se siente un desquite, aunque solo sea deportivo; de los tres es el que menos me molesta.

—¿Cómo estuvo tu viaje? —Pregunta Vincent— ¿Cómo están tus padres?

—Muy bien, ellos ansían conocerlos y nos desean mucha suerte en el concurso.

—¿Lo tomaron bien? ¡Genial! —Expresa el menor—. Tus padres deben ser buena onda.

—Sí, mi madre pareció emocionada. Ella está feliz con la idea de tener un hijo en las portadas de las revistas—Reímos—. Quiere que vayan a casa algún día, un fin de semana podríamos ir a Berkeley si les parece.

—Sí, viajar a otra ciudad nos haría bien a todos. —Acota Harry.

—Necesito vacaciones.

—Glen, pero si tú estas en modo vacaciones todo el año.

—Ya no, Vin, Benjamín me envía apuntes todas las noches —Resopla.

—Es por tu bien, Glen —Respondo— ¿No quieres vivir solo en un futuro?

—Sí, pero no nací para estudiar.

—Yo tampoco —Se entromete Harry—. Sin embargo, prometí a mis padres tener excelentes calificaciones este año.

—Eso es bueno...

Continuamos nuestra caminata en silencio, nadie parece tener tema de conversación. Hoy no estuvimos juntos en el almuerzo, tuve un examen y luego educación física, pero al menos los veo un rato ahora.

—Benjamín ¿Qué te pasa? Estás extraño ¿Es por qué se te rompió el celular?

—No, Glen, no es eso, aunque debería comprarme otro —resoplo.

—Yo me sentiría impaciente —Confiesa Vin— ¡Tengo de todo aquí! Mis redes sociales, PDF con material de estudio, videojuegos, veo series y videos, filmo, ustedes saben que yo filmo todo, además también tengo...

—¡No nos interesa, Brooks! ¡Ya entendimos! —Lo veo hacer un gesto hacia mí, sabe que algo sucede— ¿Qué tienes, Benjamín?

—Ayer, antes que se apagara mi teléfono, Emma me llamó —comento con desgano— y no supe que quería decirme. Cuando llegué al departamento me avisaron que ya se había ido del edificio con su valija.

—¿Emma regresó a España?

—Parece que sí, Glen. Nunca pude disculparme, ni aclarar las cosas.

—¿Disculparte de qué? Ella te debe unas disculpas por abofetearte injustamente —reniega Vincent.

—Sí, pero lo hizo porque yo le di a entender que era cierto que había golpeado a sus amigos.

—¡Pero los golpee yo! —Se adjudica victorioso—. Y a partir de ahí nunca más te molestaron, ¿Verdad?

Sí lo hacen, pero sin golpes como medio.

—¡No, Baker, nunca más —Sonrío— ¡Gracias a ti!

—¿Entonces, no tienes forma de comunicarte con Emma? Quizás su número de contacto haya quedado grabado de alguna manera ¿No lo vinculaste con tu cuenta de mail?