Capitulo 25

112 4 0
                                    

Despertó y encontró a Maggie mirándola a la luz del día; se mostraba preocupada.
- ¡Hola, Maggie!-
- ¿Cómo te sientes ahora?-
- Bien.-
- Estás muy mal. Jake me dijo que te desmayaste, que estabas delirando.-
_____ preguntó:
- ¿Pudo tomar su avión?-
- Quería tomar uno más tarde, pero Paddy insistió en que no cambiara su vuelo.-
- Me alegro de que no haya perdido el vuelo.-
- ¿Qué pasó, _____? Jake estaba muy alarmado. Preocupado por ti. No quería irse.-
- Estoy bien - Dijo _____ sintiéndose muy mal. No quería preocupar a su amiga. Salió de la cama, se tambaleó, corrió al baño.
Después, Maggie le limpió el rostro con una esponja húmeda.
-¿_____, qué será lo que tienes? Tal vez sea un virus.-
- Tal vez una infección estomacal - Dijo _____ temblando.
Se metió de nuevo en la cama, pero poco después se le pasó el malestar y se sintió lo suficientemente bien como para levantarse durante el día. Maggie protestó, pero en realidad ya no sentía ninguna molestia. Por la tarde se sintió bien, aunque a instancias de la amiga se acostó temprano esa noche.

Por la mañana volvió a sentirse mal. Maggie estaba bastante preocupada y llamó al médico. Éste llegó e hizo unas cuantas pregun¬tas breves e impersonales. _____ contestó, pero de pronto tembló por una sospecha completamente nueva.
El médico leyó su expresión.
- ¿Podría ser, señora Horan? -Preguntó con sequedad.
- Sí - Asintió y comenzó a temblar.
- ¿No está contenta? Parece preocupada.-
Ella tragó saliva y apartó los ojos.
- Yo... Yo estaría muy contenta, doctor, pero mi marido no quiere niños.-
- Qué lástima - Se la quedó mirando y se avergonzó ligera¬mente - ¿Es... es...?-
Ella adivinó la pregunta y rió con ironía.
- Oh, si es hijo de mi esposo, sí... eso no tiene importancia.-
Cuando el médico se fue, ella se quedó sentada con la mirada en el vacío durante mucho tiempo. Maggie entró y se miraron en silencio.
- ¿Se lo vas a decir?-
- No - Dijo _____ de pronto, decidida – No podría volver a soportar todo otra vez. Quiero conservar este hijo.-
- ¿Cómo te las arreglarás? - Maggie se mordió el labio - Oh, a mí no me importaría dejar que te quedaras aquí sin pagar renta, pero los bebés cuestan mucho... Necesitarás atención médica, ropa para el bebé. Tienes que vivir, _____.-
- Tengo mi pensión - Dijo calculando a toda prisa - Podría trabajar por algún tiempo.-
- No en el teatro.-
_____ se rió, pero pronto su cara se quedó seria al pensar en los problemas.
- Pero ya me las arreglaré - Dijo con firmeza.
- ¿No tienes familia que te pueda ayudar? - Maggie suspiró.
Los padres de _____ eran de mediana edad cuando nació, murieron durante los años en que estudiaba arte dramático.
- Tengo una tía en Cardiff. Sólo la he visto dos veces. Ni siquiera puedo recordar su nombre.-
- ¿No tiene familia Niall?-
- Ninguna. Bueno, parientes lejanos como yo... tíos que apenas conocí... eso era lo que teníamos en común, ser huérfanos.-
Pensó que la falta de apoyo familiar contribuyó a su aislamiento.
Maggie se la quedó mirando furtivamente.
- Está Jake - Comenzó y _____ le lanzó una furiosa mirada.
- ¡No se lo digas! ¡Te lo prohíbo! Maggie, promételo... Esto no tiene nada que ver con Jake.-
Maggie parecía obstinada.
- Me pidió que le dejara saber cómo seguías. Prometí escribirle.-
- Prométeme que no le dirás una palabra acerca del embarazo - Le dijo con firmeza.
- Creo que eres una tonta. Jake querría ayudar... cuando se entere de que le mentí, se pondrá furioso.-
- Yo se lo explicaré cuando lo vea. No soy responsabilidad de Jake, Maggie.-
- Él cree que sí.-
_____ la ignoró, tenía que hacerlo. No debía molestar más a Jake. Bastante la había ayudado ya.

Una semana después, consiguió otro papel en televisión, unas cuantas líneas en una obra buena de un escritor moderno y Maggie se puso feliz.
- Estás teniendo suerte. Ésa es una buena oportunidad. Hasta...-
- Hasta que tenga que dejar de trabajar. Pero gracias a Dios, eso no sucederá hasta dentro de unos cuantos meses.-
Llevaba diez semanas de embarazo si es que adivinaba correcta¬mente. No notó los primeros síntomas que debieron advertirle su estado. Estaba demasiado preocupada por Niall, muy entretenida con la serie de televisión. Al reflexionar, supo que sucedió el día en que regresó a su casa a hacer las maletas. Le pareció una ironía que hubiera concebido a consecuencia de esa amarga explosión de celos. Hubiera deseado circunstancias más felices, pero fuera cual fuera la causa, deseaba demasiado al niño para que le importara.

Los días y las semanas pasaron con toda lentitud. Tuvo que abandonar la idea de trabajar cuando su cuerpo cambió de forma y su embarazo fue notorio.
- Una lástima - Dijo el agente suspirando - Comenzábamos a obtener frutos - Bajó la vista - ¿Cuándo regresa Jake?-
Ella se ruborizó al ver que imaginaba que Jake era el padre.
- No tengo idea - Dijo enojada - ¡Buenos días!-
Jake llamó varias veces, pero ella procuró estar ocupada. Maggie trató de persuadirla para que le hablara, pero _____ no quiso.
- Sospecha algo - Dijo Maggie y _____ movió la cabeza.
- Dile cualquier cosa.-
Maggie le contó que _____ tenía trabajo y eso le alegró. En el apartamento, _____ estudiaba las revistas de moda que Maggie le proporcionó. Las diminutas prendas que trataba de hacer eran demasiado pequeñas para cualquiera, y se rió consigo misma al comenzar las primeras puntadas. El día anterior el doctor le dijo que ya había pasado el período de peligro. Los siguientes meses de su embarazo estarían libres de preocupación y _____ pensó en la dificultad que comenzaba a tener con su ropa y la pesadez de su cuerpo.
Alguien tocó el timbre y ella fue con dificultad a abrir. Le dolían las piernas después de la larga caminata desde la oficina del agente. Había comenzado a caminar para ahorrar gastos de transporte. Aho¬rraba dinero y además era bueno para ella. Todavía insistía en pagarle a Maggie la renta, pero el dinero la preocupaba.
Abrió la puerta y se quedó atónita.
- ¡Niall!-
Se la quedó mirando como si sus ojos lo engañaran y en ese momento ella sintió temor y alarma. Instintivamente trató de volver a cerrar la puerta y él se lo impidió interponiendo su cuerpo. Ella se encogió y la palidez de su rostro se acentuó.
- ¿Qué imaginas que voy a hacerte, _____? ¿Qué clase de monstruo crees que soy?-
¿Por qué estaba allí? Se preguntó mirándolo.
- ¿Qué quieres, Niall? - Le costó trabajo hablar porque sentía seca la garganta por los nervios. Era peor que salir a la escena. Estaba temblando.
- ¿Es mío? - Le preguntó de forma brusca.
- Sí - Le dijo con cara furiosa - Sí, Niall.-
Él cerró los ojos.
- No estaba seguro.-
Ella se volvió.
- Será mejor que te vayas... No hay nada que decir.-
- ¿Y dejarte así? No vas a tener a mi hijo en un pequeño aparta¬mento de Londres con unas cuantas libras a la semana.-
- El niño es problema mío - Dijo enojada.
- Nuestro - Corrigió él.
- No. ¡Tú no lo quieres!-
- Te quiero a ti - Murmuró con voz apasionada - ¿Por qué crees que estoy aquí?-
- No – Protestó - No podría soportarlo. Quiero que mi hijo esté rodeado de amor, no de celos.-

Celos Que Matan (Niall & Tu)Where stories live. Discover now