Capitulo 17

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Se puso una bata para volver a bajar y Niall se levantó y se la quedó mirando.
- ¿Y ahora qué pasa?-
- Quiero tomar algo para que me ayude a dormir.-
En silencio, le sirvió una copa de brandy y ella la agarró con ambas manos como si eso la calentara, estaba helada y temblorosa.
- Vete a la cama - Dijo Niall cortante, y se dio la vuelta como había hecho muchas veces durante el último año, pero ahora la frialdad en la voz no podía ocultar sus verdaderos sentimientos y ella lo sabía.
- No puedo dormir en esa habitación. Me recuerda muchas cosas que quiero olvidar.-
- ¿Y qué sugieres? – Preguntó - ¿Dormir conmigo? Si lo haces, te tendrás que atener a las consecuencias.-
Lo miró a través de las pestañas y supo que eso era lo que quería. Quería qué él rompiera ese muro de hielo para hacer que la sangre volviera a correr por su cuerpo, haciéndola humana. Todo en la casa la aplastaba. La sentía como un trozo de hielo que le caía encima y la aplastaba.
Él se volvió y cuando sus ojos se encontraron, ella supo que la estaba leyendo la mente. Se puso serio y lentamente se le acercó. Ella no se movió, temblaba con la copa entre las manos. Niall se la quitó y la acercó a su boca.
- Tómatelo - Le dijo con suavidad.
- ¡Sabe horrible!-
Él volvió a ladear la copa y ella volvió a tomar, sintiendo que el calor corría a través de las venas y que sus mejillas florecían repenti¬namente. Niall dejó la copa sobre la mesa y se la quedó mirando.
- Podría aceptar tu ofrecimiento - Dijo cuidadosamente - Pero si lo hiciera, no volvería a dejarte ir, _____. Ya no soporto más castigo. Depende de ti.-
Ella bajó la vista al recordar su reacción en los brazos de Jake y se sintió desgarrada por la indecisión. Antes de volver a pertenecerle a Niall, tenía que saber con exactitud lo que sentía por Jake.
- Todavía no lo hemos discutido. Las cosas no podrían seguir como estaban antes. Dices que te duele el que necesite a otras personas... Pero así es, Niall. Me gusta tener amistades, amo el teatro. Quiero volver a trabajar. El matrimonio no tiene que estar concentrado en un sólo hombre, en un tipo de vida - Vio la furia en sus ojos y agregó a toda prisa: - No, no sugiero relaciones extra-matrimoniales. Hablo de muchas otras cosas. Nuestro matrimonio pudo haber sido diferente si nos hubiéramos quedado en Londres, donde ambos nos sentimos a gusto, donde pude haber visto a mis amigos, ir ocasionalmente al teatro...-
- ¿Y haber visto a Redway? - Su pregunta no ocultó los celos.
- ¿Crees en realidad que sólo extrañaba a Jake? - Suspiró agotada por el círculo vicioso en que empezaba a caer la discusión - Eran tantas otras cosas que casi no sé por dónde empezar. Esta casa... oh, es bella, pero para mí, siempre ha sido una prisión... jamás me di cuenta de cuánto, hasta esta noche. Me encerraste aquí y arrojaste la llave.-
Le agarró los brazos encajándole los dedos.
- Ya oí bastante. Vete a la cama, _____.-
Ella le miró desafiante.
- Así es como me has hablado durante meses... como si fuera una niña medio idiota, despidiéndome, usando tu voz profesional...-
- Con mucha razón.-
- Si comenzamos de nuevo, quisiera imponer nuevas reglas.-
- ¿Cómo cuáles?-
- Venderíamos esta casa. Tomaríamos un apartamento en Lon¬dres. Yo conseguiría trabajo y Niall... trataríamos de comunicarnos.-
Él la miraba con fijeza, con el rostro inexpresivo. ,
- ¿Y Redway?-
Ella le miró a la cara.
- Nada de Jake, eso es evidente.-
Él dio un largo suspiro. Apartó las manos de los hombros y le tocó el rostro con mucha suavidad.
- ¿Y por mí? - Preguntó apasionado - ¿Qué sientes por mí, _____? Haces que todo suene como una proposición comercial.-
Ella le puso las manos sobre el pecho y sintió cómo le latía el corazón. Se inclinó hacia adelante y con suavidad le puso los labios contra la garganta y los brazos de él la rodearon para abrazarla. Se quedaron muy juntos en silencio, como en espera de algo.
- Ten paciencia, Niall – Murmuró - Dame tiempo... una espe¬cie de prueba.-
- Pides mucho - Dijo con sequedad y empezó a acariciarle el cabello - Apenas si puedo mantener mis manos lejos de ti.-
- Siempre y cuando me lo digas.-
- Te lo diré. Noche y día si estás preparada a escucharlo.-
- Escucharé – Prometió - Ya estoy harta de largos silencios. Si quieres, hablaremos toda la noche.-
- Tengo cosas mejor que hacer con mis noches - Le dijo él y ella sonrió.
- Primero tenemos que hablar - Bostezó y se cubrió la boca con la mano - Estoy cansada. ¿Nos vamos a la cama?-
- ¿Juntos?-
Ella se burló de él con toda franqueza.
- ¿No te gusta la idea?-
- No, al contrario - Con toda lentitud le acarició la espalda - ¡Oh, Dios, _____, eso quiero!-
- Dame calor, Niall - Le murmuró con la cabeza contra su hombro.
Subieron y él encendió las lámparas gemelas a cada lado de la cama matrimonial. _____ se acurrucó debajo de las mantas y lo esperó. Cuando él se acercó se metió en sus brazos con un largo suspiro. Se dispuso a dormir con la cabeza sobre el cuerpo de Niall y lo oyó respirar lenta y regularmente. Las manos de él la acariciaban con suavidad, sin presión, como si todo lo que necesitaba era saber que estaba allí. Por primera vez en muchos meses, ella se durmió con una sonrisa en la boca porque sabía que estaba segura, sentía que la amaba.

A la mañana siguiente la despertó el fuerte ruido de la lluvia contra los cristales, pero encontró el sonido delicioso porque se hallaba en los brazos de Niall, acurrucada junto a su cuerpo y se sentía tranquila y dichosa. Se le acercó más y sus brazos la estrecharon, por lo que supo que también estaba despierto y se volvió a mirarlo.
- ¿Qué día es hoy? - Preguntó _____ somnolienta y él le sonrió.
- Domingo y dentro de unos minutos comenzarán a tocar las campanas de la iglesia.
- Tengo hambre - Dijo estirándose y su mano recorrió la curva de la espalda de su marido.
- No sé qué hay de comida - Dijo Niall.
- ¿No has comido estos días? - Se lo quedó mirando y la mano de él se metió entre su cabello.
Se encontraron sus ojos y _____ sintió que el corazón comen¬zaba a latirle de prisa. La atracción entre ellos la hacía sentirse lánguida y relajada. Recordó las largas noches de los primeros meses de su matrimonio y la fuerza con que la amaba. Ella dejó caer la cabeza sobre su hombro con la boca contra la piel que dejaba desnuda su pijama.
Él le acarició el cabello, echándole para atrás la cabeza y con lentitud, su boca se acercó a los labios de ella, como si le diera tiempo para retirarse, para rechazarlo. Ella observaba la dura línea del rostro a través de las pestañas. La boca de Niall tocó la suya con suavidad y ternura. Ella respiró con cuidado, como si temiera alejarlo. Ella levantó la mano y le acarició la mejilla, acercándolo, y luego, la presión cambió. Él temblaba, sintió en su propio cuerpo el movimiento. Sus labios se endurecieron y los de ella se abrieron aceptándolo, sometiéndose. Con los labios le acarició la boca y él respondió a la caricia con cariño. Se besaron sin ocultar sus sentimientos. Ella le pasó los brazos por el cuello, suavemente.
- Me amas... ¿Me amas?-
Las palabras susurradas apenas si eran coherentes, sonaron apasionadas en sus oídos mientras él le besaba la desnuda y cálida curva del cuello, cubriendo su piel con besos suaves.
Antes que pudiera contestar, el teléfono sonó. El timbre los devolvió a la realidad. Niall se quedó rígido y maldijo entre dientes.
- ¿Quién diablos puede ser?-
El mismo pensamiento se les ocurrió a los dos. Se miraron uno al otro y _____ se mordió el labio.
- Redway - Dijo Niall serio.
- Podría ser - Admitió ella.
- ¡Que se vaya al diablo! - Murmuró él y saltó fuera de la cama. Se acercó al teléfono y lo levantó - ¿Sí? - Casi ladró en el teléfono.
Ella supo enseguida por la expresión de su rostro que era Jake. Dejó caer el auricular y se la quedó mirando. Ella se levantó de la cama. Tomó el auricular y preguntó en voz baja.
- ¿Quién habla?-
- ¿Qué crees que estás haciendo? - Preguntó Jake con voz furiosa.
Ella pensó desolada que eran dos hombres celosos. Se sintió como un hueso entre dos perros salvajes, pero Jake era con quien se podía hablar con más facilidad, no la atemorizaba como Niall. No estaba segura de Niall. Había algo en él que la asustaba, la atraía y atemorizaba al mismo tiempo.
- No puedo discutirlo por teléfono - Contestó consciente de la presencia de Niall.
Él se dirigió a la puerta y salió. _____ suspiró.

Celos Que Matan (Niall & Tu)Where stories live. Discover now