Crows |Daryl&Tú|

"Cadáver"

Han pasado tres días y no han llegado, ya deberían de estar aquí, no me he movido de mi lugar, es de noche y si mañana no están aquí serán cuatro días e iré a buscarlos.

—Daryl, ve a descansar, sabes que siempre tardan días en volver.— me dijo Sasha desde su punto de vigilancia.

—No me iré.

—Cualquier cosa te avisaré, pero si no llegan tienes que estar fresco por la mañana para salir a buscarlos.

—No.

Estaba frente al portón esperando verlos cruzar pero jamás pasó, me sentía desesperado, se que han sido unas horas más tarde de lo común pero me preocupa mucho que no estén aquí, ya le iba a pedir matrimonio.

Mis esperanzas seguían a flor de piel, estaban más vivas que el mundo entero, tienen que volver. Llevaba horas parado, estaba harto de escuchar a todos decir que volviera a casa, no lo haré si no es con Judy. Luke me trajo algunas frutas para comer y pasar la noche, se quedó un rato conmigo y luego se fue, pero lo que más me impactó de él y su platica fue que dijo que amaba a Judy tanto como yo. No se como tomarme eso.

Decidí hacerle caso a Sasha y me fui a tomar un descanso, mañana a primera hora saldré a buscarlos. La idea de Deanna de separarnos y enviarnos de esta manera me estaba matando lentamente porque nunca veía a Judy y era horrible, llegué a un punto en el que no podía estar sin ella y ahora nunca estamos juntos.

Respiré lentamente calmando mi enojo y angustia tomando un sueño largo, al despertar estaba recién amaneciendo, algo le dijo a mi cuerpo que ya era hora y en automático me levanté y me alisté para salir. Sasha gritó desde arriba, el portón se abrió y entró Erick, estaba sangrando y golpeado.

Todos nos acercamos, él era el único que venía, ni Aaron ni Judy se encontraban con él. Rápidamente se lo llevaron a enfermería, tenia que saber que estaba pasando así que fui con él.

Hershel lo revisó, le sanó las pequeñas heridas mientras le preguntaba que había pasado exactamente, esperamos a que llegara Deanna y pudiera escucharlo también.

—Encontramos una mujer, ya veníamos de regreso con ella pero gente encapuchada y sangre en la frente nos atrapó, mataron a la mujer a sangre fría. Se llevaron a Judy, Aaron y yo corrimos para buscarla pero se llevaron a él también y apenas si escapé. Me dieron la golpiza de la vida. Ahora, tengo miedo de que sepan de este lugar y nos quiten todo.

Tosia del dolor, se quejaba y de vez en cuando unas lagrimas salían de sus ojos. Me dieron un mapa y varias cosas más para salir a buscarlos, Rick dijo que me acompañaría y Luke también. Erick no nos pudo decir exactamente donde estaban pero nos dijo  a cuantos kilómetros de aquí.

Salimos los tres, decididos a traerlos de vuelta con vida, matamos algunos caminantes y seguimos. En una parte de la carretera decenas  de ellos nos rodearon, saqué un machete y los empecé a rebanar, primero uno, después otros dos y así hasta abrirnos paso hasta dejar a unos pocos atrás. Corrimos desesperados hasta estar a salvo dentro de una licorería.

—Aún hay bastante luz, podemos seguir.— dijo Rick y entonces seguimos, estábamos cansados pero no demasiado.

Era silencioso, estaba preocupado, no quería que le pasara nada a ninguno de los dos pero sobre todo a Judy. Había varios carros atravesados en medio de la carretera, los revisamos pero no había nada en concreto excepto algo que Luke vio.

—Esta es una de las flechas de Judy.— sacó aquella flecha de un cráneo.

—No estaba mordido.— dijo Rick.

—Se defendió.— parecía que habían forcejeado, Luke me dio la flecha y la guardé.

Seguimos algunas pisadas por el bosque, seguía en silencio total y me animé a decirles lo que planeaba.

—Le pediré matrimonio a Judy.

Ambos me miraron sorprendidos, incluso dejamos de caminar.

—¿Qué?— les pregunté, esperaba a que me dijeran algo motivacional.

—Es que, es raro.— dijo Luke —¿Matrimonio en medio del apocslipsis?

—Es para hacerlo serio, que ya no seamos una pareja más sino que seamos una familia.

—Entiendo tu punto, te deseo lo mejor. Los dos son importantes para mi.

Rick solo nos veía expectante y luego me sonrió.

—Felicidades, se que se hacen feliz mutuamente.

—Lo hacemos.

Me abrazó Rick, se que somos como hermanos.

*****

¿Daryl?, ¿Luke?, ¿Aaron?

Abrí los ojos, despacio por la luz que estaba brillando, estaba en un cuarto blanco con una pequeña ventana en un lugar alto. Giré a mi derecha y ya no era blanco, las paredes estaban teñida de rojo por la sangre de alguien, era una pequeña niña tirada en el suelo con un agujero en el cráneo. Giré a mi izquierda y estaba vacío, blanco.

Me dolía la cabeza y me entró el pánico, no sé que hago aquí ni como llegué. Lo último que tengo en mente es a Aaron, no se que fue de él.

No puedo moverme, miré mis brazos y estaban atados fuertemente  con un laso   a una silla, no los podía mover, tampoco mis piernas y estaban igual de apretados.

Mi respiración era rápida, quería salir de aquí, quería gritar pero una tela estaba estorbandome para poder gritar lo más fuerte. Fue un fracaso. Nadie sabe que estoy aquí.

Un hombre alto entró a la habitación, intenté zafarme pero solo conseguí dolor y heridas  en mis muñecas, se acercó más, tenia una cruz pintada en la frente con algo rojo, el resto de su cara tenia un pañuelo.

—Shh... No te pasará nada.— su voz era gruesa, sentí miedo y empecé a llorar.

Se acercó al cadáver de la niña, la levantó, estaba en un vestido rosa y me di cuenta que de su entrepierna salía sangre o en algún momento salía. La cargó y la puso enfrente de mi, me miró por última vez y se fue.

Lloré más fuerte al ver a la niña así, no se como murió y si sufrió, pero no quería verla. Después de tiempo seguía llorando, desesperada porque nadie me encontrará aquí, otro hombre entró, era un poco más ancho pero también tenía esa cruz y ese pañuelo. Sentía que moría, detrás de él entró otro hombre sosteniendo a una mujer que lloraba y que intentaba escaparse de sus brazos.

—¿QUÉ LE HICIERON MALDITOS CERDOS?, ¿QUÉ LE HICIERON?

Cuando la mujer vio a la niña se desvaneció y empezó a llorar más y a gritar. El hombre que entró primero cerró la puerta, se agachó con la niña y sacó su pene, subió el vestido de la niña y empezó a volar aquel cuerpo.

Mis ojos al principio se abrieron como platos porque no creía lo que estaba viendo, lloré más junto a la mujer que veía a la niña, que supongo que era su hija.

—¡DEJALA EN PAZ! NO LA TOQUES... ES MI HIJA... ¡¡NO!! MÁTAME YA.

La mujer lloraba desgarradoramete, tenia un hueco en mi corazón, nunca había estado más asustada en mi vida. La voz de la mujer empezó a escasear, estaba tirada en el suelo.

El hombre terminó, subió sus pantalones, me miró y se salió del cuarto, el que sostenía a la mujer la soltó y ella abrazó el cadáver de su hija, lloraba hasta que una bala atravesó su cráneo y ahora enfrente de mi estaban madre e hija muertas.

Ya no podía respirar bien, quería irme de aquí, el hombre de llevó los cadáveres de la habitación dejándome sola y la verdad preferiría estar así que volver a ver una aberración como la que vi antes. Estaba en shock, mi mente no procesada lo que había pasado.