XV

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En el octavo mes de embarazo, había huído de casa una noche. Chris cerró todo perfectamente sin que pudiera ser forzada ninguna cerradura, la tenía de prisionera, no podía salir de casa. Era constantemente golpeada por hacer mal las cosas de la casa (que sólo era una excusa de su hermano) y violada varias veces al día, para que no se le olvidara quién era su dueño.

En las mañanas solía hacer que se sentara en su miembro, antes de dejarla desayunar, luego lo repetía al mediodía. Cuando ella se bañaba, él se metía y la penetraba duramente desde atrás, ahí bajo la ducha. Después de eso, era impredecible cuándo lo volvería hacer.

Esta noche, había tomado valor para salir de la casa cuando Chris abrió la puerta, pasando antes que él. Y antes de que él pudiera reaccionar, ella ya estaba frente al umbral desde afuera.

  - Claire, ven aquí... -dijo, pues había unas pocas personas hablando fuera de la casa vecina. Si ella comenzaba a forcejear o gritar, sería su fin.

Sin hacerle caso, se fue rápidamente de allí. No podría correr por el peso extra que llevaba, así que sólo caminó a paso rápido. No sabía donde ir, Chris había matado a Steve, y Moira había ido con Barry de viaje, por lo que su hermano le informaba.

Caminaba por el parque pensando qué hacer ahora, pues si iba con la policía, siendo su hermano uno, podría salirle el tiro por la culata. Después de la sexta vuelta por el parque, se sentó bajo un árbol.

Casi no había luz, pero podía ver sus maltratadas manos, con las que cubría su también maltratado rostro cuando iba a ser golpeada. Sus piernas y brazos tampoco se salvaban, lo único que lo hacía era su crecido vientre, el cual a penas era cubierto por la remera. Sin contenerse más, comenzó a llorar desconsoladamente, cubriéndose con sus manos.

Mientras tanto, en la comisaría, Jill, siendo junto a Rebecca las únicas de los S.T.A.R.S. que no se iban aún, bajó hasta la secretaría, alcanzando a oír a Marvin hablar por teléfono.

  - Bien, de inmediato vamos, señora... no, no... descuide, seguro la chica está perdida, la llevaremos a casa... bien... que tenga linda noche... -colgó y entonces notó la presencia de Valentine.

  - ¿Puedo tomar esta llamada?

  - Claro. Ve al parque central, una chica que pareciera embarazada dio al menos seis vueltas allí y se sentó bajo un árbol.

  - Gracias. -le dedicó una sonrisa y salió en un vehículo de la policía.

En menos de dos minutos, estuvo en el lugar. Bajó del auto, caminó buscando a la joven que le habían indicado, logrando reconocerla ni bien vista. Se acercó rápidamente, se arrodilló y puso una mano en su hombro, pero la pelirroja se sobresaltó bajando las manos hasta su pecho.

  - Tranquila, soy yo... -dijo logrando que la mirase- soy Jill... -se sorprendió al verla lastimada de esa forma, pero no lo demostró para que confiara.

Aún llorando, abrazó a la policía ocultando el rostro en ella, siendo abrazada de regreso.

  - Claire... -dijo suavemente- calma, te llevaré con Chris y estarás...

  - ¡No! ¡No quiero ir con él! -gritó desesperada- ¡No quiero!

Esto la sorprendió más. ¿Por qué no quería ir con su hermano? Chris había dicho que Claire no regresó a casa, todos creían que la habían secuestrado y la habían buscado sin poder encontrarla. Entonces, ¿por qué no ir con su hermano que tan preocupado estaba por su estado?

  - Escucha, debo llevarte con él, o a la comisaría.

  - No, por favor, te lo ruego. -temblaba ligeramente por el miedo a lo que le haría entonces.

  - Claire... -comenzó a intentar conectar puntos- ¿por qué no quieres ir con Chris?

Lo Que Chris Le Ha HechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora