44. ➳ Cambios y recuerdos ♡

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"La memoria es un monstruo, evoca recuerdos por voluntad propia

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"La memoria es un monstruo, evoca recuerdos por voluntad propia. Crees que tienes un recuerdo pero es él quien te tiene a ti".
John Irving.

***

El panorama... era inexiste.

Jacobo estaba rodeado de un negro tan absoluto que de no ser porque se sentía firme estando de pie, podría asegurar que flotaba en la nada. No se veía derecha, izquierda, fondo o techo, solo negro. Ambrosio se lo había advertido así que no lo tomó desprevenido, solo aguardó por un par de minutos a que, con la ayuda del aerosol dado a Sam, esta le abriera camino en su propia mente.

De un momento a otro se hizo la luz multicolor, tan cegadora, que Jacobo tuvo que cerrar los ojos dos segundos; la estancia parecía no tener esquinas o lados rectos y uniformes, miles de colores rodeaban a Jacobo que quedó en medio de todo el esplendor, era como estar en el centro de media esfera adornada con luces navideñas muy juntas y que a cada dirección hubiera un destino diferente. El cupido se deslumbró observando, jamás creyó poder ver algo así. Temió dar un paso hacia cualquier dirección y de momento olvidó toda instrucción de Ambrosio, solo estaba maravillado ante la forma en que la mente de Samantha se mostraba a él.

Los cupidos somos seres etéreos en la Tierra, le había dicho su maestro, y lo somos al entrar en la mente humana, de la misma manera, no vemos esa mente como un humano lo haría teóricamente, la sentimos como una locación, una en la que, de tocar algo específico, puede haber desbalance en el dueño, en este caso, Samantha. Mientras estés ahí serás como un segundo subconsciente porque eres parte de ella y gracias a eso puedes estar ahí.

La mirada curiosa de Jacobo recorrió los 360° de la estancia cerrada y luego subió lentamente; en el techo también habían colores aunque sobrios con imágenes difusas, casi transparentes, imposibles de entender a menos que se acercase más.

Dio un paso adelante, atraído al azar por uno de los puntos de color, uno rosado que a medida que se aproximaba, emitía un sonido ambiental y de voces lejano. Al estar a solo un par de pasos, Jacobo notó que la luz era en realidad una especie de celdilla hexagonal y que cada luz alrededor tenía la misma forma independiente, lo que, de verlo todo apagado, sería similar a un panal de abejas.

Jacobo se asomó por la celdilla que era suficientemente grande para contener su cabeza curiosa. Miró con asombro que del otro lado había una estancia: la de la sala de la casa de Sam, en tonos vívidos, como si estuviera allí, de hecho llegó a pensar que se había salido de la mente de su humana por la imagen que tenía enfrente, no obstante, pronto se dio cuenta de que no era así cuando vio a una Samantha de unos siete años pasar corriendo de pared a pared.

Era un recuerdo.

Toda la imagen tenía un resplandor suave pero visible del tono rosado que lo había atraído, lo que le confería ese aire de fantasía y de nostalgia que embarga a alguien al ver un video de su infancia. Sam aún no usaba gafas pero su pelo era igual de rojo que el actual, sonreía ampliamente exhibiendo dos huecos de dientes caídos, llevaba una sudadera oscura y una camiseta con una Minnie estampada. Al llegar al otro lado de la sala, se metió tras el sofá entre risas que no podía contener.

Una flecha de Cupido •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora