5. ➳ Cajita feliz y guantes de cactus ♡

3.2K 565 575
                                    

➳♡➳♡➳♡➳♡➳♡➳♡➳♡➳♡Normativa de los Cupidos: «Al bajar para ayudar con un primer amor, los Cupidos deberán llevar varias flechas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

➳♡➳♡➳♡➳♡➳♡➳♡➳♡➳♡
Normativa de los Cupidos: «Al bajar para ayudar con un primer amor, los Cupidos deberán llevar varias flechas. Una, que es la más importante y única, es la del amor verdadero y solo podrá ser lanzada cuando consideren que su misión está completa. Las otras son ilimitadas y son para "flechazos", son para que ese primer gusto ocurra, o para que una acción determinada de otra persona, haga cosquillas en el estómago del encargado, son para ir "sumando puntos" en el enamoramiento, antes de tener que usar la flecha definitiva».
➳♡➳♡➳♡➳♡➳♡➳♡➳♡➳♡


Jacobo tuvo que quedarse afuera mientras Sam se colocaba su pijama. Cuando el humano a cargo necesitaba privacidad, los Cupidos eran automáticamente alejados de ellos y cuando ya podían volver, solo lo sabían. Era como un mecanismo interno de cada uno.

Al saber que podía regresar a su habitación, Jacobo entró. La encontró mirando con detenimiento la tarjeta del bono de regalo que Mario le había dado. La tarjeta no tenía mil palabras, Jacobo no comprendía qué tanto le miraba y con tanto detenimiento. Finalmente Sam soltó un pequeño resoplido de fastidio y desvió la mirada, para observar el techo. Jacobo amaría poder saber qué pensaba; le frustraba verla contrariada, ensimismada en lo que sea que tuviera en su mente y no saber el motivo de nada; de suposiciones no lograba sacar mucho.

Debo preguntarle a Ambrosio si hay manera alguna de ayudarme con eso o de leer su mente.

Sam ya se había metido dentro de sus cobijas aunque no tenía mucho cansancio mental; no quería dormir aún. Eran poco menos de las diez y ella ya estaba acostumbrada a conciliar sueño más cerca de medianoche.

Según Jacobo recordaba, solía matar el tiempo leyendo —lo que él pensaba que eran romances pero resultó que no— o mirando su teléfono, resolviendo sopas de letras o haciendo manualidades con engrudo y papel periódico. Tenía una pequeña colección de sus figuritas manuales decorando partes de sus repisas, algunas se las daba a sus hermanos o a su madre, una que otra había ido para Mario pero la mayoría terminaban en la basura.

Pero no esa noche; esa noche no le apetecía hacer absolutamente nada y Jacobo seguía sin entender el motivo. ¡ODIABA NO ENTENDER! ¿Sería porque era su cumpleaños? ¿por su padre? ¿por Mario? ¿por haber fallado uno de los goles hacía una hora?

Un ruido del teléfono de Sam distrajo a Jacobo. No era otra melodía rockera —gracias al cielo—, era un simple tono de dos pitidos. Sam, sin hacer el esfuerzo por sentarse o cambiar de posición en su cama, tomó el aparato. Jacobo tuvo que sentarse en el suelo para poder espiar:

Negro: COMO ES POSIBLE QUE NO ME HUBIERAS DICHO ESTA MAÑANA QUE ES TU CUMPLEAÑOS.

Sam sonrió con burla, de imaginar a Román alterado.

Sam: No le vi importancia

Negro: ES UN AÑO MÁS DE VIDA, COMO NO VA A SER IMPORTANTE?????

Una flecha de Cupido •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora