XXV'

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14:05 hs.

el tacto de las suaves sábanas chocando y moviéndose por sus esbeltas curvas, haciéndo notar los tenues rayos que atravesaban las cortinas; con un semblante algo adormilado se incorporó en su amplia cama, siendo interrumpido y tirado con bastante empoderamiento hacia atrás, chocando nuevamente con la ya conocida base acolchonada, para luego ser envuelto por unos brazos tonificados que ansiaban su presencia.

era su novio, el cual estaba retrasando los preparativos que necesitaba el rubio para lograr encontrarse decente frente al espejo, ya que no iría desarreglado.

tendido sobre el fuerte apego repentino, se retorció hasta lograr salir de su gran agarre, y huyó rápidamente hacia el baño que compartía aquella habitación.

después de tomárse una ducha, regresó lentamente hasta su cuarto, abrió ligeramente la amplia puerta de madera refinada y pulida que lo separaba entre su destino. el armario. teniendo que pasar antes por la peor de las barreas impuestas por él mismo, el apoderamiento y celosismo de aquel 'ángel' el cual 'amaba'.

cruzó apurando su pasó para recoger lo primero que encontrara, tenía la suerte de que le gustaba toda su ropa y no era necesario pasar horas mirando hacia ese espacio reducido y lleno de prendas. logró tomar un conjunto de jeans negros que se ajustaban a sus esplendido cuerpo, una remera blanca y adornada con la marca de esta, haciendo su vestimenta aún mejor con sus zapatillas y piluso. quizás era algo muy poco llamativo, o aburrido por sólo combinar colores tan opacos como lo son el negro y el blaco, pero hizo caso omiso al imaginarse lo lindo que sería un día en el que no destacara ni lo reconocieran en la calle. salió alegre de ahí, con la vista de Jin Jung sobre él, parecía algo intimidante, nada a lo que no estuviera acostumbrado el de ojos melosos.

luego de retocarse levemente su rostro con pequeñas pinturas suyas y algunos brillos, pensó que su pareja ya se había levantado, por lo tanto tenía que explicarle que debía ir en unos 15 minutos hacia la puerta a esperar la llegada de su acompañante.

pero cualquier pensamiento fortuito de su agradable charla con él se desvaneció al escuchar unas retumbante palabras llenas de frialdad.

¿a dónde vas así? — habló el de cabello recientemente teñido con tonos azulados.

a una cafetería del — titubeo el de escasa altura — con un amigo — finalizó.

— ¿qué amigo? — cuestionó el de ojos avellanados.

uno del trabajo, es para llevarnos mejor — repondió algo aturdido.

no me gusta como estás — habló proporcionando temor en su contrario.

¿por qué bebé? ¿qué tiene de malo lo que llevo puesto? — parloteó serenamente.

es demasiado lindo, muy ajustado, sólo yo puedo verte así — dijo con simpleza.

— ¿y qué propones que use? — vociferó con un semblante que irradiaba enojo en él, por este tipo de cosas era que no salía con alguien que no conociera muy bien a su novio, nunca pudo tener la liberación de vestimenta.

así que fue Jin Jung a su armario compartido y buscó unos jeans claros y sueltos, junto con un buzo suave y demasiado holgado color beigh, para complementar con un par de lentes redondos y un calzado igual de aburrido que todo su conjunto.

fue recibido con una trágica mirada, en verdad no quería usar eso, si quiera hacia la temperatura tan alta para usar algo tan ancho y abrigado, pero para no seguir en su pelea diaria de ropa, consentió al mayor, sujetando aquello que sostenía para luego ponérselo.

al terminar resonó el timbre por todo el departamento. jimin corrió hacia donde provino el ruido, sorprendiéndose de que llegó tarde y no fue él quien recibió primero a su invitado.

frente a frente, se carcomían con la mirada, hasta que fueron detenidos por el de mejillas ruborosas, ya en aquel tono por la vergüenza que le propinaba su pareja.

empujó levemente a ambos, dándoles la separación suficiente como para que de un suave y rápido beso, para luego cerrar la puerta con tan sólo un "vuelvo a las 7, bebé".

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ya en aquel costoso y acomplejado lugar, se ubicaron en una mesa de a dos, pacientes de hacer su pedido.

¿qué fue todo eso? — preguntó al fin el de cabellos alborotados por la rapidez en que escaparon de ahí.

celos —respondió intentando calmar su respiración agitada.

ya me cae mal — habló con total confianza el de ojos cafés, pues tenían mucha confianza ya, sólo se molestaban entre si, no sentían ninguna pesadez al estr juntos.

no es la primera vez que lo escucho — asumió sinceramente el de cabellos acaramelados.

cambiaron de tema y siguieron así hasta que alguien llegó a tomar su pedido, el cuál era dos cafés, una medialuna y tres facturas.

en ningún momento dejaron de hablar entre sí, tampoco fue incómodo, fluyó todo bastante bien. incluso pudieron conocerse mucho más el uno del otro, estaban verdaderamente satisfechos con la merienda y su charla de si macri tiene un romance amoroso con cristina o albertito.

todo iba increíblemente bien, hasta que vieron la hora y ya casi eran las 18:30, teniendo tan sólo una hora restante.

yoongi tuvo una idea, la cual era referida a un paseo en la plaza más cerca de allá.

no lo sé yoon, no creo que me deje ji— interrumpido por un golpe en la mesa, paró de hablar.

lo que no se esperaban era que ese sonido no provenía de ninguno de los dos, volteando asustados su vista, haciendo el recorrido del brazo emisor de la resonancia, divisaron ambos al que iba a ser nombrado.

definitivamente nos vamos — ordenó J J llevándose a regañadientes al aterrado chico que sólo pensaba en salir corriendo, omitiendo cualquier pensamiento así y volteando a saludar con su diminuta mano al que compartió varias horas de su día.

cuando estaban más alejados, comenzó a llorar, ocasionando que varias personas se giraran con la intención de verificar su bien estar. siendo imposible porque su novio lo dirigió hacia un lugar donde no había casi nadie.

empujó al de cabellos dorados a la pared más sólida cerca y paró sus sollozos con un beso lleno de vehemencia. siendo algo obligado a seguirlo.

luego se disculparon ambos, uno por no haber avisado antecedentemente ni presentado a su amigo. mientras que el otro era por no haberlo dejado terminar de despedirse, seguía con su postura de que no haya ido al paseo, pensaba que era lo mejor, y eso también fue lo que hizo pensar en el menor, llenándole la cabeza de puras mentiras.

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volviendo a yoongi, llegó el precio de su comida, miró el ticket y abrió los ojos ampliamente.

no vengo más a este bar de mierda — pensó porque sino lo echaban.

hate throughout twitter | yoonmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora