make u mine.

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— ¡MAMÁ!

Había gritado Wayne en cuanto entró a la casa y rápidamente se dirigió a la cocina. Toni se había preocupado al escuchar como su hijo la había llamado a gritos.

— ¿Qué pasó, cariño?
— Five está vivo. . .
— ¿QUÉ? ¿Y LO ACABAS DE VER O QUÉ ME ESTÁS DICIENDO?
— ¡Sí! Para mi mala suerte al parecer ya no recuerda nada. . . Creo que sólo pudo reconocer a todos sus hermanos que también están vivos.
— Espera, espera, espera. ¿Me estas diciendo que Five perdió la memoria?
— Eso creo.
— Esa es una buena oportunidad para conquistarlo de nuevo.
— ¡MAMÁ!
— ¿QUÉ? SÓLO DECÍA LA VERDAD. Ahora desayunemos mientras hablemos de las formas en cómo puedes tenerlo otra vez.

Y Wayne asintió con la cabeza ya que iba a desayunar con su mamá. Ambos se fueron a la cocina y se sentaron a desayunar y a hablar de lo sucedido.

3 días después: viernes.

Wayne se encontraba caminando con su mamá en Londres pues vivían a media hora de ahí, ambos estaban apreciando lo bonita que era la ciudad, Toni traía una sombrilla cubriéndola a ella y a su hijo, siempre estaba nublado y no se sabía cuando llovería. Ambos venían con abrigos, sólo Toni traía una bufanda y guantes para evitar el frío y Wayne no quiso llevar nada de eso. Ambos estaban muy asombrados hasta que una voz familiar llamó a Wayne.

— ¡Wayne, hola!

Era Five, se había acercado a Wayne y a Toni junto con sus hermanos. Todos venían iguales, son abrigos grandes, bufandas y guantes. Así como Toni.

— ¡Buenos días! Soy Klaus.
— Diego, es un gusto para ambos.
— Allison, encantada.
— Soy Vanya, un gusto.
— Luther.
— No puedo decir nada ahora pero podré vivir con eso. — Ese mismo era Ben.

Toni sonrió al ver a toda la familia de Five y no dudó en saludarlos a todos.

— Es todo un placer, lo digo para todos ustedes. Tu debes ser Five, ¿no? Mi hijo habla mucho sobre ti desde que se conocieron.
— ¡MAMÁ!
— Así es, soy yo. Es todo un gusto señorita. . . ?
— Toni, el gusto es todo mío Five.

Ambos se estrecharon la mano y se sonrieron mutuamente.

— Los acabo de conocer y se ven como personas muy gentiles. ¿Qué tal si los invito a tomar un poco de té? ¡Conozco un pequeño restaurante!
— Nos encantaría, vamos.

Toni sonrió nuevamente y a propósito dejó a Wayne solo con Five, adelantándose con toda la familia Hargreeves.

— F-Five lo que mi mamá dijo no es cierto. . .
— ¿Ah, no? Ya me había emocionado.

El menor soltó una pequeña risa y Wayne se sonrojó al momento.

— B-B-Bueno podría ser real pero, ¿cómo estás?
— Yo bien, ¿y tú?
— D-D-De maravilla. Me alegro.

Al llegar a aquel restaurante, Toni pidió tres mesas, una en la que sólo estuvieran ella, Vanya y Allison. La otra para que estuvieran Luther, Diego y Klaus. Y la última que estaba cerca de la ventana para Wayne y Five.

— Listo, pasen por aquí.

Había dicho el mesero, Toni volteó a ver a su hijo y le guiñó el hijo, sabía lo que hacía. Todos se sentaron en sus respectivas mesas y Five se sentó con Wayne.

Wayne estaba nervioso que había chocado con la ventana, Five rápidamente se alarmó y se acercó a él.

— ¿QUÉ PASÓ? ¿ESTÁS BIEN?
— ¡A-Ay, qué tonto! N-No vi la ventana.
— Podemos cambiarnos de mesa si gustas.
— ¡N-No, no, no! Aquí está bien.
— ¿Estás seguro de que todo está bien?
— ¡Sí! Por supuesto.

Five sonrió para evitar no reírse ya que eso lo iba a sentir como falta de respeto. Si el antiguo Five hubiese estado en esa situación no lo hubiera pensando dos veces y se hubiera reído.

Ambos se sentaron, Wayne enfrente de él y Five enfrente de él. Five se quitó sus guantes mientras miraba al chico y sonreía.

— Esperemos y no te hayas dejado morado el rostro.
— ¡No, no! Nunca.

Wayne observó al chico y le sonrió, estaba muy feliz de estar ahí aunque los nervios también se hacían presentes.

Ambos pidieron té, Wayne le había servido a Five y Five no dudó en agradecerle.

— Te lo agradezco.
— No tiene por qué agradecer, joven Hargreeves.
— Usted es adivino.
— Creo que si.
— Supo mi apellido y nombre.
— Oh, s-sí.
— ¿Qué piensa del clima de hoy?
— Muy frío y nublado.
— Está bastante nublado.

Five sonrió y decidió darle un sorbo a su té, todo iba bien hasta que. . .

— Usted es bonito, joven Hargreeves.

Five no se la esperaba y casi se ahogaba con su propio té.

— ¡Señor Wayne! No pensaba que eso se decía en pláticas de té.
— ¿N-No se tenía que decir?
— No estoy seguro. . .
— N-No fue mi intención. . .
— Está bien, ya no hace falta decir nada, señor Wayne. De hecho, usted también es bonito.

Wayne estaba más que rojo que casi escupía su té, Five sonrió y apenas empezó a susurrar.

— La gente aquí nos ve como subnormales sólo porque no llevamos una charla de té normal.
— Son idiotas.

Five soltó una pequeña risa y Wayne sólo sonrió como el tontito enamorado que era.

Después de unos minutos, Toni había pagado todo y había indicado que ya era hora de irse.

— Bueno, señor Wayne, es hora.
— ¡Yo te ayudaré!

Wayne se levantó de su asiento, acomodó aquella silla y ayudó a Five salir, sólo que no se había dado cuenta que un pie suyo estaba obstruyendo el camino del menor, Five dio un paso en frente y tropezó y estaba por caerse pero no lo hizo ya que el menor había sujetado la mano del Wayne y Wayne se había asustado, así que no dudó en sujetarlo de su brazo y mano también.

— ¡P-Perdón! Yo. . .

Five observó al mayor y le sonrió, no estaba enojado.

— Lo bueno de conocer a una persona nueva es que puedes ver sus errores para que en un futuro puedas amarla tal y cómo es.

Five dejó la mano libre del chico y siguió con aquella sonrisa.

— Y yo acabo de ver tus defectos y me agradan.

Y seguía ahí, esa sonrisa que sólo podía formarse cada vez que estaba con el mayor. Wayne estaba muy sonrojado y se había quedado sin palabras. Ambos salieron de aquel restaurante y se reunieron con Toni y la familia de Five.

— ¡Chicos! ¿Les gustó el lugar?
— A mi me encantó.
— A mi igual.
— ¡Nos encantó!
— Cuando quieran puedo invitarlos otra vez.

Toni se quedó hablando con los hermanos de Five y Wayne no dudó en acercarse a Five.

— Fue. . . agradable.
— Para ser nuestra primera cita no estuvo mal.
— ¿C-Cita?
— Así es, Wayne McCullough.
— ¿C-Cómo supiste muy apellido?
— Mi instinto me lo dijo, tal vez fue un dejavú.

— Fin capítulo 16.

peachless. - fayne [wayne mccullough x five hargreeves]Where stories live. Discover now