21. Pasitos

4.1K 171 30
                                    

Los días en Canarias pasaron más rápido de lo que les hubiese gustado en general a cualquier de los integrantes de la gira, pero en especial a Natalia y Alba. Se veían poco durante el día, ya que Alba tenía compromisos que atender en lo que respetaba a su música. Nunca había odiado tanto la prensa y la promoción de un disco como todas esas mañanas en las que Natalia se quedaba en la piscina del hotel o en la playa tomando el sol mientras ella estaba encerrada en algún estudio. Hubiera dado lo que fuera por cambiar su posición. Natalia era su debilidad, lo había sido desde el principio y por ello, intentaba aprovechar todo el tiempo que le quedaba libre para estar con ella. Eso incluía pasar las noches juntas e ir a molestarla un poco antes de que los conciertos empezaran. No aireaban su relación, pero tampoco la habían hecho nada por esconderla, lo que acarreó que más pronto que tarde, Noe las descubriera besándose en el backstage. 

–Alba, ¿podemos hablar?– dijo nada más verlas para interrumpirlas. 

–Me voy o me mata, luego hablamos– Alba le dio un último y rápido beso a Natalia antes de marcharse al encuentro de su representando– ¿qué pasa ahora? 

–¿Así que esto ya es oficial? ¿Estáis juntas?– preguntó  siendo directa. 

–Algo así– Alba le quitó toda la importancia que pudo, pero no podía esconder su sonrisa. 

–Dime que no estás tirando tu carrera por la borda sólo por ella– le suplicó Noe. 

–No– negó Alba. 

–Dime la verdad porque antes de su aparición nunca te habías planteado darte un descanso y...

–Paro el carro– la frenó Alba antes de qu pudiera continuar– ha sido mi decisión, ella no tiene nada que ver en eso.

–Entonces no entiendo a qué viene toda esta locura de dejarlo todo y...

–Noe, ya te dije que era una decisión personal. Necesito tomarme un descanso de todo esto, tener tiempo para mí y reinventarme un poco– Alba caminaba directa para salir al escenario con tal de no seguir hablando de eso. 

–Pero entonces, toda esta historia con la bailarina, es solo un capricho ¿no? Un entretenimiento– insistió Noe. 

–No, no lo es– negó Alba volviéndose mucho más seria y a la defensiva– y su nombre es Natalia, deja de llamarla la 'bailarina' o un capricho o te echo a la calle Noe, te juro que no me lo pienso. Estoy cansada de que me digan qué tengo que hacer con mi vida. Natalia es importante y se queda conmigo, aprende a lidiar con ello o te piras. 

Alba se giró, dejando a su representante con la palabra en la boca. No iba a tolerar más ese tipo de conversaciones. Había soportado durante mucho tiempo que le dijeran qué hacer, a dónde ir e incluso qué era lo mejor para su vida en cada momento. Nunca le había molestado porque, a pesar de todo, había mantenido libertad en su vida y la había vivido como quería. El problema había llegado no sólo lo de la mano de una relación que podía saltar a la prensa en cualquier momento y en su intento de tomarse un descanso de la música durante un tiempo. 

Si Alba paraba su carrera, las de muchos a su alrededor iba a pararse y el problema de la industria musical es que todo el mundo quiere a la gallina mientras da huevos de oro. Si la gallina paraba, se acaban los huevos. O al menos esa la percepción que parecían tener sus padres y Noe. Ella no pensaba eso. Sabía que no importaba cuánto tiempo estuviera fuera de los escenarios, podía volver cuando quisiera y sabía que sus fans seguirían apoyándola.

El comentario de Noe había activado sus alarmas. Tanto sus padres como ella pensaban que lo estaba dejando todo por Natalia y no era así. Hacía mucho que llevaba pensando aquella decisión y no iba a consentir que nadie culpara u odiara a Natalia por lo que ella quisiera hacer con su vida. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 08, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Hasta que llegaste tú (Albalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora