ROBOT. |Im JaeBum|

29.

Capítulo veintinueve.
Mi amor.

El lugar era un caos, la gente que prometió se quería unir también quería matarnos. Los soldados del escuadrón magenta, los guardias, estaban intentando retenerlos sin matarlos, ya que ellos no tenían permitido hacerlo. Tan pronto ellos nos vieron salieron corriendo trabando la puerta para que nadie pueda salir. Miré a Satsuki y el puso su mano en mi hombro, corrí hacia el pasillo de los cuartos y entré lo más rápido que pude, abrí la puerta del que solía ser nuestro cuarto y suspiré, pensé que algún escuadrón podría haber ocupado nuestro lugar ahí, pero no, estaba vacío.

Entré con cuidado prendiendo la luz y sentí ese olor que solíamos percibir todos los días, me acerqué a mi cama y me senté ahí. Podía jurar que veía a mis compañeros dos años atrás, Emiri llorando en una esquina, el serio Satsuki agarrando la primera cama que vió, Nana ahí sentada mirándonos constantemente. Y podía sentir la mirada de Tetsuya intentando hacerme sonreír. Las noches en las que dormía con Satsuki porque el quería abrazarme, cuando Tetsuya se tiraba encima de nosotros para despertarnos.

Recordaba los primeros días, en los que llegamos a pelear hasta con golpes por no aguantar más siquiera un minuto juntos. Tetsuya llegó a partirme de boca hasta dejarme sin hablar unos días, todo para apartarme de Nana. Después de eso Satsuki casi lo mandó a otra vida, pero estábamos bien al final, tal vez. ¿La fuerza nos unió más? Ahora al único que era capaz de golpear sin sentirme mal después era a Satsuki.

- estúpida, no puedes estar sentada aquí como si no estuvieran muriendo ahí afuera. - me hablé a mi misma recordando la realidad.

Salí corriendo y fui por los demás cuartos avisando a los escuadrones que estaban en sus puestos que necesitaban salir a pelear, si es que se sentían preparados. Los demás estaban ahí afuera intentando defenderse como podían. Corrí una vez más y salí del pasillo de los cuartos para hacer mi trabajo, un par de chicos salieron atrás de mi. Pasé por el costado de Satsuki y el me señaló un lugar con la cabeza.

Tal vez lo único que nos quedaba era matar a todos, deseábamos poder dejarlos vivos, era horrible el tener que acabarlos. Pero era para un bien muchísimo mejor.

Agarré del brazo a un hombre e hice que soltara el ¿tenedor? que tenía en su mano, golpeé su cabeza con la pared hasta que dejó de pelear y quedó en el piso. Corrí entre algunas personas que sólo parecían querer esconderse, pero sentí mi interior en llamas cuando vi a Aria muerta con algo clavado en el ojo.

- hijos de..- no pude terminar de gritar porque sentí a alguien atrás mío. Busqué mi espada sobre mi, pero no estaba. Suspiré y miré a Aria.

Puse mi pie en la cabeza de la pequeña niña y quité lo que tenía clavado en el ojo, me di la vuelta y maté a la mujer que quería atacarme. Los chicos que no estaban en contra de nosotros estaban sentados en un rincón tapándose las orejas con las manos.

Satsuki llegaba a saltar impulsandose de las paredes para matar a las personas. Cuando terminamos con eso miramos a las personas que estaban en el rincón. Los escuadrones inferiores también habían peleado lo que podían, pero la mayoría estaban lastimados.

- Ma Ki. ¿dónde está Aria? - Jennie me miró alarmada con una gran herida en la cabeza.

La agarré del brazo y señalé con la cabeza el cuerpo de la niña. Ella llevó sus manos a su boca y suspiró muy levemente. Lo que para mí fueron segundos, casi alcanzaron las dos horas.

- niñita, hay que irnos. - Satsuki me miró y señaló con su dedo hacia la puerta, los doctores y el comandante estaban entrando.

Jaebum bajó corriendo y me tomó entre sus brazos abrazándome, acarició mi espalda y me llevó hacia su cuarto. Me senté en su cama mientras dejaba la chaqueta en el piso, me quedé mirando el piso unos segundos y el me pasó una botella de agua. Bebí con lentitud y moje un poco mi mano para luego pasarla por mi cara.