¡ setenta y uno !

10.7K 1.5K 517
                                    

102 días antes



Ese día, el jefe de Minho le había pedido que se quede unas horas extras para acondicionar el estudio de baile para la presentación que darían los alumnos del lugar ese fin de semana. Lee no tuvo problema en aceptar, pues según él, no tenía nada más que hacer en su casa que dormir, y estaba acostumbrado a dormir poco tiempo.

Llegó a su casa cuando el reloj de su celular marcaba los veinte minutos pasados de la una de la madrugada. Entró en silencio, imaginándose que Jisung estaría durmiendo en la cama o el sillón, al igual que Dori. Pero sus ideas no estaban del todo acertadas.

Al prender la luz de la sala de estar y entrada, encontró el cuepito de Jisung sentado contra la pared al lado de la puerta. Sus ojos estaban cerrados y su pecho subía y bajaba lentamente. Dori dormía sobre sus piernas pero se removió al sentir la presencia de Minho en el lugar, acercándose a Lee para chocar despacito su hocico en la mano de Lee que tenía intención de acariciarla. 

Minho se arrodilló frente a Jisung con la idea de levantarlo y llevarlo a la cama, pero sintió su corazón romperse. 

Las mejillas tan tiernas del menor —ahora un tanto más pequeñas por su reducción en la ingesta de alimentos— estaban pintadas con lágrimas secas. Minho se dejó caer sobre el suelo, sentándose frente a Jisung. Observó al bonito rubio frente a él dormir, pasando suavemente una toallita húmeda por sus mejillas para limpiarlas. 

Una vez terminó, intentó sonreír, sintiendo su mentón temblar y sus labios abultarse en un puchero. Tomó las manitos frías de Jisung entre las suyas y lloró hasta sentir que ya no tenía más lágrimas, pero el dolor en su pecho seguía allí, inmutado. 

Algo le pasaba a su bebé, al niño que prometió cuidar de todo y todos, al pequeño que le regalaba las sonrisas más lindas y el amor más cálido; a su hermoso, tierno y amable Sungie. 

Quería ayudarlo, ser ese sostén que Jisung era para él. Pero no sabía cómo, Sungie se rodeaba de una capa impenetrable y Minho se sentía muy idiota como para saber como romperla. Él siempre supo que Jisung era mucho más que él, y que merecía algo mejor que el amor que Minho le daba. 

Sentía que se alejaba de Jisung y no, de verdad que no quería hacerlo. Sentía la enorme necesidad de pasar su vida al lado de Han y caminar juntos por el mismo camino, aunque sea uno difícil. 

Se levantó del piso y tomó al menor entre brazos para llevarlo a la cama. Al alzarlo, Jisung se aferró inconscientemente al cuello de Minho y balbuceó tiernamente.

—¿Minho?

Lee lo miró con los ojos desbordando amor, y luego de dejar un suave beso en sus rosados y esponjosos labios, le contestó.

—Soy yo, bebé. Vamos a ir a dormir, ¿si?

Dejó el pequeño cuerpo de Han y luego de acondicionarlo para dormir, se desvistió y acostó a su lado. Jisung rodeó con sus piernas el cuerpo de Minho y apoyó una de sus manitos en su pecho. Minho sonrió mientras acariciaba el cabello y la espalda de su novio.

Daría lo que fuese para ver a Jisung feliz, como antes. Él de verdad quería ayudar a su pequeño Jisung para que se sienta mejor. 

Se durmió después de un rato, sintiendo la respiración tranquila de Jisung chocar contra la piel de su cuello. 

CRY ━ MINSUNGWhere stories live. Discover now