8. Una entrada poderosa

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¿Cómo podía ser? Yo le había dado mi vida al Señor,y estaba luchando por vivir la vida cristiana.Cuando pienso en lo que me está pasando ahora,parece imposible. En febrero de 1972, después de la experienciadel "nuevo nacimiento", yo sabía que mi corazónhabía sido limpiado, pero las dificultades que enfrentabaeran innumerables. Había conflictos en el hogar,indecisiones acerca de mi futuro, y una estimación propiatan baja como el piso debajo de mis pies.¡Oh, cómo yo luchaba con mi vida! Era aun difícil enocasiones darle todo mi amor al Señor, lío tenía tantaspreguntas urgentes. Entonces dos semanas después fuillenado del Espíritu. Esperaba el cielo en la tierra desdeaquel momento en adelante. Pero no sucedió así. Misluchas día a día continuaban.Ciertamente había grandes momentos de gozo yentusiasmo. Y yo no hubiera cambiado mi experienciaespiritual por todo el petróleo en Arabia Saudita. Pero muyprofundo adentro me roía una pregunta que me perseguíames tras mes. "¿Es eso todo lo que hay?" -me preguntaba.La pregunta no se iba. "¿No tiene el Señor algo más paramí?"
Entonces, a media noche, una noche fría de diciembre,alrededor de dos años después que conocí a Cristo,sucedió. Estando en mi cama en Toronto, el Espíritu Santoentró poderosamente en mi cuarto. Yo lo sentí como unadescarga eléctrica y una manta tibia a la vez.Me tomó dos días para darme cuenta del significadode lo que había pasado. ¡Mi lucha había terminado! Habíaencontrado la simplicidad de la vida cristiana -una relaciónpersonal con el Espíritu Santo.Hoy, mi corazón todavía está apesadumbrado, peropor una razón enteramente diferente. Estoy profundamenteangustiado porque millones de cristianos nunca han recibidoni siquiera una pizca de lo que Dios tiene para ellos. Seestán perdiendo la mejor parte. Y nunca sabrán cuanmaravilloso realmente es el caminar con Cristo, hasta quedescubren la tercera persona de la Trinidad. El es el que nosayuda en la lucha.


NO MAS LUCHAS


Desde el momento en que el Espíritu Santo vino a mivida, no tuve que batallar más contra mis adversarios. Ellostodavía estaban allí, pero la pelea y la preocupaciónparecían desvanecerse. Lo que me pasó fue lo mismo que lefue dicho a Israel siglos atrás por medio del profetaEzequiel. Cuando vivían en un tiempo de agitación política,les fue dicho por el Señor: "Os daré corazón nuevo, ypondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré devuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón decarne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré queandéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y lospongáis por obra" (Ezequiel 36:26-27).¡Todavía hoy existe el problema! Millones depersonas están luchando diariamente por guardar las leyesde Dios, y están perdiendo la guerra porque no entienden elplan de batalla del Padre. Su estrategia no podría ser másconcisa: "Pondré mi Espíritu dentro de vosotros", dice elSeñor. ¿Y por qué es ese su plan? El desea hacer que de loprofundo de tu corazón -andéis en estatutos. El deseahacer fácil el guardar Sus leyes.¿Encuentras difícil guardar los mandamientos deDios? No te sientas del todo sólo. Es totalmente imposibletriunfar por ti mismo, y Dios no espera que lo hagas.¡Necesitas ayuda! Pero, ¿a quién vas a recurrir? Dios elPadre está en el cielo y también Dios el Hijo. Tu necesitasun amigo aquí y ahora mismo, y la persona de la Trinidadque está morando en la tierra es el Espíritu Santo. El es aquien tú necesitas desesperadamente conocer.Si haces una encuesta y le preguntas a la gente qué eslo que más desean de Dios, la contestación más probablesería: "Yo deseo que Dios se agrade de mí". Y eso es lo queDios le prometió al profeta Ezequiel. Dios le dijo: "Niesconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramadode mi Espíritu sobre la casa de Israel" (Ezequiel 39:29).Desde el momento en que el Espíritu Santo viene aser parte de tu vida, Dios comenzará a mirar en tudirección. Su rostro comenzará a brillar sobre ti. El grandeseo del Padre es que tú lo recibas, que seas lleno de El, ytengas comunión con El. Eso lo hace feliz.Comienza a leer el libro de los Hechos, y conoceráslo que Dios había planeado. Los apóstoles tenían unatremenda relación con el Espíritu Santo y la evidencia estáescrita en cada página. Pero quizás lo más inspirador es quelos "hechos" continúan realizándose -aun hoy. Si la obramilagrosa del Espíritu Santo estuviera toda escrita, nohabría una biblioteca lo suficiente grande para contener losvolúmenes.Lo que pasó en el Aposento Alto no debió haber sidosorpresa. Antes de ascender al cielo, Jesús mismo le dijo aSus seguidores que no salieran de Jerusalén, sino que"esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis demí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, masvosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro deno muchos días" (Hechos 1:4-5).Cristo aun describió cómo sería y cómo cambiaríasus vidas: "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobrevosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jeru-salen, en toda Judea, en Samaría, y hasta lo último de latierra" (v. 8).

Buenos dias Espíritu Santo - Benny HinnWhere stories live. Discover now