23 (I)

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Cuando escuchó las palabras de YoonGi no creyó lo que pronunciaba. ¿TaeHyung pedía verle? 

Le parecía loco e inquietante. Él debería estar con aquel idiota alfa sin perder más tiempo, deberían estar conversando lo de la marca. No entendía por qué deseaba verlo. ¿Y si le gritaba lo mucho que lo odia? No, él no lo soportaría, aunque se lo merezca. 

Todo su ser temblaba mientras se dirigía a la casa que una vez llamó hogar.

Yoongi le había dicho que estaban dirigiéndose ahí ya que el médico había dado la autorización para que TaeHyung pudiera tener privacidad con su alfa para cuando la marca fuera hecha.

Eso le había cabreado, pero por eso le inquietaba más saber qué demonios tenía que hacer él ahí.

¿Ver de nuevo a su omega follando con alguien más?

No quería pasar por esa experiencia de nuevo. Sin darse cuenta apretaba su mandíbula. Su pulso se aceleró más cuando llegó. 

Bajó del auto y vio a un sonriente Yoongi en la puerta esperándolo. Sonrió con cariño, el pobre alfa se miraba tan demacrado por todos estos días al pendiente de su omega, cosa que agradecía, pero eso no impedía poder notar la felicidad en su rostro por saber que el omega estaba mejor, no fuera de peligro, pero ya mejor.

—Eso fue rápido. —le dice una vez están cerca.

—No hay que perder más tiempo. Vine rápido para que...

Yoongi sonríe y se adelanta. —Gracias.

¿Gracias? ¿Por qué le agradecía? Él no había hecho nada, era el idiota alfa que seguro estaba con su amor allí arriba el que merecía esas gracias.

—¿Gracias? No entiendo, yo no-

—TaeHyung te espera. Nosotros mañana vendremos a verlo, Jimin muere por hacerlo, así que no pierdas el tiempo. 

Jungkook se extraña por sus palabras pero de igual manera asiente, abraza al alfa y le agradece de nuevo por todo. Se despiden y entra a la casa.

Con nerviosismo se dirige escaleras arriba. Un sutil aroma de bayas y frutos rojos lo golpean haciéndolo estremecer. Sus sentidos se disparan al darse cuenta que el aroma estaba por toda la casa, el aroma de su TaeHyung. Se detuvo frente a una puerta donde supuso que era su habitación ya que el sutil olor se intensifica más ahí. Estando a punto de tomar el pomo de la puerta, esta se abre dejando ver a aquel idiota alfa.

El tipo cierra la puerta tras de sí y lo mira con enojo.

—Eres un maldito con suerte. Espero no vuelvan a llamarme nunca. 

Le dice mientras pasa por su lado golpeando el hombro del azabache. Éste se contiene de no golpearlo, no iniciaría una pelea a sólo unos metros de su omega. 

Aunque no entiende al alfa, quien baja las escaleras emanando un aroma a enojo y frustración. 

Jungkook por su parte no le da más atención y tomando una fuerte respiración, abre la puerta.

Sus ojos pueden ver a un hermoso omega un poco pálido, pero que lo miraba expectante. Estaba sentado recostado en el respaldar de la cama.

Le sonrió. 

Jungkook sintió desfallecer al conectar sus miradas, otra vez tenía la oportunidad de ver esos hermosos ojos. Le devuelve la sonrisa.

—H-hola. —el alfa se atreve a decir. Su nerviosismo se podía notar.

—Hola. —Le dice TaeHyung, el cual sintió a su lobo débil, estremecerse por la voz del alfa. Estaba ahí, frente a ellos. Y la vergüenza ya no estaba, su lobo pudo verle sin ella.

La verdad no contada |KookV| [Omegaverse]Where stories live. Discover now