ANDERS BREIVIK.

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ANDERS BREIVIK.

"Actué en nombre de mi pueblo, mi religión y mi país", exclamó el ultraderechista Anders Breivik, que en julio de 2011 atentó contra la ciudad de Oslo y que posteriormente asesinó a setenta y siete personas en la isla de Utøya. Durante el juicio dio muestras de su altivez, egocentrismo y sinrazón. Dijo no sentirse responsable de la matanza porque en ocasiones es necesario "cometer una barbarie para frenar otra aún mayor".

El tribunal y los que se encontraban en la sala se llevaron las manos a la cabeza. No era ningún perturbado ni tenía trastorno grave alguno, su único problema era su ideología: el ultraderechismo. Así lo demostró elevando el brazo derecho y ejecutando el saludo nazi.

Era como retroceder ochenta años, a la Segunda Guerra Mundial, y escuchar a Adolf Hitler parafrasear la necesidad de una raza aria y de un mundo mejor sin tanta "escoria" (inmigrantes). Tal fue la obsesión y el convencimiento ideológico de Breivik que llegó a operarse la nariz para que fuese más aria. E incluso utilizó maquillaje para palidecer su rostro. Según sus propias palabras, él fue el primero en ponerse en acción, pero aseguraba que había más "hermanos" planeando nuevos ataques.

Para el autor de esta masacre: "Una persona con una creencia equivale a la fuerza de cien mil que sólo tienen intereses". Así lo expresaba en su cuenta de Twitter cuatro días antes de cometer el atentado.

Fue condenado a 21 años de prisión.

~asesinos seriales~Where stories live. Discover now