Hyunjin era un detestable chico con tatuajes y perforaciones que siempre estaba en el parque con sus amigos interfiriendo con los planes de estudio de cierto mocoso rico y mimado toca pelotas de bonito trasero.
Sin embargo, Hyunjin follaba tan bien...
Jeongin estaba muy feliz ese día mientras arreglaba su maleta para marcharse sin olvidar guardar muy al fondo ciertas cosas que podría, en alguno de los casos, llegar a usar.
—¿Ya te vas? —preguntó su madre entrando, secando sus manos en su delantal.
—Estoy preparando la maleta, estoy por irme.
—Sé que no quieres que padre y yo nos metamos en tu vida, pero me preocupa un poco con quien irás.
Jeongin la vio unos segundos con desconfianza, pero decidió suspirar.
—No conoces al chico, pero es buena persona, a veces me trae a casa y me prepara comida, no tienes de que preocuparte, si algo estuviera mal no dudaría en hacer algo por mi cuenta, de todos modos se agradece un poco tu preocupación —dice añadiendo su amiga fiel ironía a su tono de voz mientras cerraba su maleta y la colgaba de su hombro. —Tengo que irme si no quiero llegar tarde, llevó mi uniforme para irme directamente a la escuela el lunes por la mañana, no me esperes en casa hasta la noche del lunes.
Sin esperar mucha palabrería de su padre o madre sale de su casa, se monta en su coche y arranca hasta la parte trasera del establecimiento de Hyunjin, donde podrá dejar su auto hasta que vuelva por él. Dijo que era seguro, que solía dejar su adorada motocicleta en el lugar, Jeongin decidió creerle, después de todo conocía esa zona, sabía que no era peligrosa.
Hyunjin estaba esperándolo fuera del garaje, le dio indicaciones para meter su coche y cuando estuvo correctamente aparcado.
—Hola —saludo Hyunjin viendo de pies a cabeza a Jeongin.
Era conocimiento propio que cualquier cosa que Jeongin usara le quedaría, por excelencia, como anillo al dedo. Y ese día en el cual había escogido llevar amarillo sobre su parte superior que consistía en una camiseta amarillo claro y una camisa un poco más oscura con lineas blancas y negras, estaba desabotonada pero la parte de abajo estaba fajada dentro de sus pantalones. Jeongin era tan hermoso, Hyunjin se veía embobado viendo como ese pequeño chico crecía cada vez más, volviéndose de esa manera cada día más apuesto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Hola —saludo el menor nervioso ante la mirada oscurecida que estaba su cuerpo recibiendo en esos momentos. —¿Por qué me ves de esa manera?
—Veo lo lindo que eres, solo eso, ¿nos vamos ya? —ríe viendo la expresión sorprendida del menor, sus mejillas a punto de explotar gracias al sonrojo. —¿Te molesta que te halague? Puedes decirme que pare, y lo haré.
Jeongin lo pensó seriamente.
¿Le molestaba que Hyunjin hyung le diera cumplidos?
¿Era tan malo que quería evitar esos sonrojos que le abordaban?
