Episodio 19 | Parte 2

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[ Nota ]

Solo por avisar de momento está en veremos lo de si subo la semana que viene otro capitulo como eh estado haciendo últimamente, esto porque si bien tengo la siguiente parte del capitulo 19 lista no tengo un 'capitulo de sobra' guardado por ahí y me gusta tener uno o dos capítulos más hechos cuando publico uno. Es como tener seguridad de que ahí está la próxima actualización.

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Con la vista en el frente, esos ojos violáceos que Erika tenía observaron como la tierra caída sobre el ataúd. Solo por un instante se dedicó a ver eso que le recriminaba en lo más hondo de su ser, las personas a su alrededor parecían dolidas y afectadas por esta pérdida tan importante que habían tenido, estando ahí en medio Erika se sintió incomoda, como sobrando, como una total hipócrita por no sentir esa misma tristeza que veía en cada uno de ellos.

Tomando aire tocó el brazo de Valkyon que estaba a su lado y le extendió el ramo de flores que había traído para la difunta enfermera.

—Por favor ponlas cuando acabe.

—¿No te quedarás?

—No me siento con ganas de seguir viendo esto...

Valkyon pareció comprender. Tomó el ramo y Erika pudo dar media vuelta y retirarse torno a la ciudadela de Eel cabizbaja, en el fondo de sí sabía que había hecho algo grande, algo definitivamente grave, algo irreparable, algo que la hacía sentirse culpable. Y...

—Erika.—Apenas oyó esa voz suspiró, aminoró el paso y retrocedió sus ojos para mirar los del daemon que le estaba siguiendo.—¿Ocurre algo?—Leiftan se mostró preocupado, no era para más, había notado que desde que Ewelein había muerto la guardiana parecía no estar completamente en sí.

—...— Erika se detuvo inmediatamente, miró de arriba abajo a Leiftan con una expresión que este no terminó de comprender, sin embargo esa mueca de rareza que Erika le brindó pareció desvanecerse cuando las lágrimas aguaron sus ojos.—No.

Mintió de forma que era demasiado obvia, que ni siquiera ella misma se creía, volviendo su mirada al frente continuó con su camino a Eel sin mucho deseo de ver a Leiftan de momento. Eso era porque se sentía culpable de lo que había hecho por él, trataba de decirse a sí misma que había hecho lo correcto, que había seguido las órdenes de Leiftan y ahora era útil, era parte de su equipo y una aliada muy confiable.

Pero las cosas dentro suyo no parecían agradarse solo con tener eso. Ashkore le había dicho que había tomado la decisión correcta y había hecho un gran trabajo como para ser su primera misión, que con eso definitivamente podía fiarse un poco de ella, y aunque si, hasta cierto punto eso la había hecho sentirse un poco importante la contraparte era mucho más que esa sensación efímera y débil de satisfacción.

Con tanto para pensar Erika terminó sentada bajo la sombra del árbol de cerezo centenario, había escogido tres veces permanecer al lado de Leiftan y con ello tuvo que mancharse las manos. ¿Realmente tenía derecho a sentirse culpable ahora?... pensándolo bien no se había sentido culpable cuando golpeó a aquel guardián con esa roca, es más, ni siquiera lo había dudado. Solo con Ewelein se había cuestionado, había barajeado lo que era y no correcto... solo porque la conocía.

Erika miró en silencio sus manos con detenimiento...

—¡Ta-da¡—Cuando una rosa apareció delante suyo se sobresaltó involuntariamente. Erika levantó la mirada cruzándola inmediatamente con la de Nevra.—Apuesto a que jamás en tu vida pensaste de un hombre tan encantador como yo te regalaría algo así.—Esa estupidez le sacó una pequeña sonrisa a la guardiana, quien, mirando un poco más la rosa que le había extendido su jefe de guardia la tomó. Nevra se sentó a su lado poco tiempo después.

—¿Por qué no estás en el funeral?—Nevra se encogió de hombros con una sonrisa en sus labios ante esa pregunta.—... si es porque me vez mal no te preocupes, en realidad ni quiero hablar con nadie en este momento.

—Umm...—El vampiro la observó con cierto recelo antes de soltar un suspiro.—Sé que no han sido buenos momentos para el cuartel, pero si ya logramos superar la ruptura del Cristal podemos con esto también.

—Gracias...—Erika le miró sin saber muy bien que responder pero, también sintiéndose un poco agradecida por ver que Nevra trataba de subirle un poco el ánimo en ese día de tonos grisáceos.—mmm... oye Nev, ¿me podrías responder algo?

—Claro, pregúntame.

—¿Qué te hizo darte cuenta que preferías estar en la guardia en vez de en otra parte?, eres bastante hábil, estoy segura que a otras organizaciones les gustaría tenerte como miembro.

—Creo que es porque me gusta estar aquí, me hace sentir bien y como en casa, las personas que quiero además están aquí. No tengo razón para irme a otro lugar.

—¿Y... has heridos personas solo por protegerlo?

Nevra pareció incomodarse cuando Erika tocó aquel tema, a primeras viéndose un poco afectado por el peso de la pregunta, pero pronto volviendo en sí.

—Sí..., no es que este orgulloso de muchas de las cosas que eh hecho, pero sé que las hago para defender esto, eso es lo que más vale luego de cada misión... aun si a veces tienes que hacer cosas que no te gusten, porque no hay más opción.

Ante esas palabras, Erika meditó al tocar entre sus dedos el tallo de la rosa que Nevra le había regalo. Fue como un destello, como por fin darse cuenta acerca de algo que había pasado por alto todo este tiempo.

Era por eso que sus manos estaban manchadas y aun sintiendo la culpa dentro de su corazón se mantenía fijada en su elección, su decisión no tenía que ser perfecta y no tenía que gustarle siempre y cuando eso garantizase que lo que le quedaba permaneciese con ella.

—Ya veo...—Erika sonrió un poco para sí.—Gracias por aclarar mi duda Nevra.—Dejando un beso en la mejilla del vampiro se levantó.

—Vaya, podría acostumbrarme a darte buenas palabras más a menudo. So... eso me recuerda qué Miiko me pidió avisarte que quiere hablar contigo, después del funeral, claro.

—¿No te dijo para qué?

—No. Pero sin duda de algo relevante vista la urgencia que tiene para ameritar entrar en una reunión luego de este evento...



Mi Daemon Ideal | Eldarya | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora