Parte 11 ~ Minerva

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A la mañana siguiente mi teléfono no dejaba de sonar, las cortinas estaban completamente cerradas impidiendo que adivinara más o menos la hora. Alcé el aparato y veo la imagen de mi mejor amiga, presioné el botón verde y la dejé en altavoz

-Anoche me abandonaste Melissa casi de Sheeran – la escuchaba agitada, debió practicar este discurso gran parte de la mañana – no tienes idea la cara que me puso Nick Jonas cuando creyó que YO era la afortunada novia

Reprimí la risa

-No te imaginas con quién me encontré anoche y me terminó amenazando

-Eso no tiene importancia Melissa, Nicholas no tenía dónde esconderse ¡y yo menos! ¡la gente aplaudía! ¡Y le pedían que cantara!

-¿Tienes tiempo antes de desayunar?

-¿Desayunar Melissa? ¡son casi la 1! ¿Dónde está Minerva?

-Es tan buena para dormir como Nicholas, Nathy – me senté en la orilla de la cama y me estiré

-Llevaré comida china, bajé con Loki para comprar mi almuerzo, pero creo que llevaré para las tres

-Eres la mejor madrina de Minerva – bostecé

-Soy la única madrina. Para siempre – bufó – ve a bañarte ahora, tenemos que hablar. URGENTE

-Si... si... hablamos

Nathy llegó con casi todo del menú, Minerva amaba la comida china y obviamente su marriane la consentía, también le encantaba las galletas de la suerte por lo que mi amiga siempre llegaba con una galleta para cada una

-¡lee tu galleta marriane! – Minerva la miraba atenta

Además de amar las galletas de la suerte, le encantaba descubrir y descifrar el mensaje que traía cada mensaje. Es algo que debió aprender de Ed, a él le encanta escribir sus canciones y que la gente descifre lo que quiere decir en realidad.

Mi amiga rompió en dos la galleta, sacó el pequeño papel y aclaró su garganta para dar enfásis a su próxima lectura.

-"Mantén los ojos bien abiertos, no de todo te enterarás oyendo" – Nathy se quedó mirando el papel, sin poder entender lo que acababa de leer

Mi hija se queda pensando, sin quitar la mirada de mi amiga, entrecerrando los ojos. Son estos instantes donde el corazón se me congela al ver a Nick tan vívidamente en ella.

-Creo que tiene que ver con que no importa lo que te diga el mundo, tienes que guiarte por lo que tú estás viendo – Mine partió su galleta y comió una mitad – sí, creo que puede ser eso, ahora ¿sobre qué? – se encogió de hombros – sólo me gusta descifrar acertijos

-Si la buscan los rusos, entrégala Mel – Nathy intentó dejar pasar su fortuna de la galleta – de seguro la usan de ofrenda

-¿Qué dice tu galleta? – miré a mi hija, ella volvió a la realidad y leyó su papel en voz alta

-"Todo es lógico y exacto hasta que surge el sentimiento" – frunció el ceño, esta suerte no le fue de todo su agrado

-Te define – me burlé – siempre tiendes a pensar las cosas demasiado

-Es mi tarea – me interrumpió molesta, tiene tanto de Nick cuando se molesta

-Bien señorita "Einstein"-Sheeran-Williams – tomé un vaso de jugo y bebí – entonces piensa ¿Qué te quiere decir la fortuna?

Sentía la mirada de mi amiga sobre mí, la miré y le sonreí para que se calmara un poco. Minerva tiende a frustrarse cuando las cosas no son lógicas y necesitan un poco de corazón para ser pensadas. Tiene el mismo pensamiento que tuve cuando me fui de aquí, debí pensar todo fríamente y siento que esa razón de ser se lo transmití inconscientemente.

-A veces no me debo guíar sólo por los hechos

-Ya pero debe haber algo más – le tiré una miga de mi galleta a la cabeza, me miró con cara de pocos amigos – vamos, piensa

-Eres una abusadora con la mente de tu hija – Nathy abrazó a Minerva para protegerla – eso trae severos problemas para el desarrollo

Rodeé los ojos quitándole la importancia.

-No tengamos malas caras, por favor, veo que todas tenemos hambre, así que – abrí los envases de la comida - ¡a comer!

Minerva olvidó rápidamente lo que había ocurrido, pero Nathy me quedó mirando fijamente de vez en cuando a lo largo del almuerzo. Cuando ya terminamos de comer, Mine fue a cambiarse de ropa para salir, quedamos de salir los 4 -incluyendo a Loki- al parque que quedaba a pocas cuadras del edificio.

-Qué dice tu fortuna – Nathy me quita el papel y lo lee en voz alta – "Al primer amor se le quiere más, a los otros se les quiere mejor" – me devolvió el papel y me miró fijamente – lo hiciste por Ed ¿cierto?

-Más bien porque Mine tiene un recelo de conocer a su padre – me encogí de hombros – ella tiene claro que Ed no es mi primer amor y no lo quiere conversar... y no la voy a obligar, que me pregunte cuando lo crea necesario

-La sobreproteges – suspiró, desviando la mirada a la puerta de la habitación de mi hija

-Tiene casi 11 años, no le puedo vomitar toda la historia. Hay cosas que ella no entendería

-Eso crees tú – me miró de reojo – cuando digo que esa niña es inteligente, te lo estoy diciendo en serio

-¡Mamá! ¿¡Dónde están mis Converse negras!?

-Dios – me quejé mirando al techo - ¿¡porqué inventaste esas malditas zapatillas!? Tanto Ed como Mine no las sueltan

Di por terminada la conversación sobre las galletas de la fortuna hasta nuevo aviso. Ahora tenía que hablar con mi amiga sobre la prometida de Nicholas

-La prometida de "quien tu ya sabes" fue tras de mi anoche, cuando salí del pub – inicié la conversación con Nathy mientras veíamos a Mine correr seguida por Loki

-Ah, ¿esa misma noche que me dejaste sola mientras "tu ya sabes quien" se enteró de algo que es una completa mentira?

Giré mi rostro alzando una ceja, ella rio y me mostró la lengua

-Te estoy diciendo que "Cassie" – enfaticé en decir su nombre burlescamente – me salió siguiendo y me amenazó

Nathy frunció el ceño intentando entender

-¿Y qué te dijo? – se cruzó de brazos, pensando mientras miraba el infinito

-Que sabía quien era yo, sabe que estuve lejos por años y que no siga más a su prometido

¿Porqué esa palabra me causa nauseas? Yo también estoy comprometida, hace casi de un año que lo estoy

-Quizás él habló de ti, como tú has hablado con Ed sobre él

Solté una irónica sonrisa

-Por como ella me interceptó, lo que menos imagino es que él haya hablado de mí como yo lo hago con Ed

Nathy se encogió de hombros

-Se siente amenazada por tu fantasma

-Ni tan fantasma – suspiré, siguiendo atentamente cada movimiento de mi hija – ahora estamos unidos para siempre y no lo digo de la forma romántica

-¿Podemos hablar ahora sobre el estúpido malentendido en el que metiste?

Rodé los ojos

-Nathy, escapé, es mi método de defensa

-¡Bien malo tu método si dejas a la tropa sin protección!

-¿Querías que le dijera ahí mismo de que tenemos una hija en común?

-¿Para sacarme de ese embrollo? ¡pues claro! De seguro el ruliento se fue corriendo a contarle al innombrable

-¿Acaso te molesta? ¿Y cómo sabes que él está por aquí? – le di un pequeño golpe en las costillas, mi amiga intentó no sonrojarse

-Es algo obvio Melissa, si "N" está en la ciudad, es obvio que "J" va a estar por aquí también

-¿Y es algo bueno que "J" lo sepa? – quedó callada, perdida en sus pensamientos – eso mismo estoy pensando... no sé si es algo bueno

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