Epílogo

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Estos últimos tres años no habían sido nada fáciles pero si especiales, como Joaquin diría. Criar a dos bebés con horarios apretados y con noches sin dormir, era cansando. A veces Joaquin y Emilio pensaban que no podían más, pero luego veían veían sus hijos reírse de sus travesuras y suspiraban, sonriéndoles de vuelta.

Para el año siguiente que Helena y Alex llegaron, ellos decidieron retomar sus estudios. Emilio eligió mercadotecnia, porque me ayudaría a tener un buen puesto en la empresa de su tío -donde actualmente trabaja-, y también le gustaba. Joaquin decidió educación preescolar, porque bueno, adoraba a los niños. Joaquin trabaja como cajero en una estética, una de las mejores en Londres, así que la paga era buena.

Hoy era un día muy caluroso, demasiado. Joaquin está sentando en el sillón de su casa, con un bote de helado en sus manos. En el suelo están Alex y Helena. La niña sólo tiene sus calzones puestos y Alex un pañal, ellos tienen también un bote de helado y sus bocas y mejillas manchadas. Emilii estaba en el patio trasero haciendo algo que Joaquín desconocía.

"Papi" Helena habla desde el suelo, limpiándose con su blusa que está tirada a su lado. "Donde trabajas pintan cabellos, ¿verdad?"

"Mmmh, si, lo hacen" Joaquin frunce su ceño. "¿Por?"

"Es que... quiero que me pinten el mío"

"¿Por qué, corazón?" Abre sus brazos y su hija corre a ellos. "Tu tienes un cabello muy bonito"

"Pero ni papá ni tú lo tienen. Tampoco Alex"

"Tampoco nadie tiene los ojos como Alex, ¿o si?"

"No, creo que no" niega. "¿Eso qué tiene que ver?"

"Significa que ustedes son especiales, amor"

"¿Eso es bueno?" Su nariz, pringada con unas cuántas pecas, se arruga.

"Mucho más que bueno" le besa la cabeza.

"¡Alex, Helena!" Harry grita desde afuera.

Los dos niños atienden al llamado de su padre, corriendo con sonrisas en sus rostros.

"¡Una piscina!" Helena abre la boca y Alex chilla.

"¡Siiii!" El más pequeño aplaude con sus pegajosas manos.

"¿De donde la sacaste?"

"La robé" se ríe, viendo la cara de sus hijos.

Es una piscina inflable y pequeña, sólo para que ellos dos jugasen ahí. Joaquin sale, sonriendo de ver a sus pequeños felices.

"Mira, papi. Papá nos consiguió una pisicna" Helena dice, entrando.

"¡Y la robó!" Ahora Alex entra.

"¿Ah, si?" Alza una ceja hacia el alfa. "¿Para mi no pudiste robar un anillo de diamantes o algo así?"

"Poco a poco"

Joaquin se acerca al más alto, besando su mandíbula.

Es verano y están de vacaciones en la Universidad, pero no en sus trabajos, así que lo más cercano al agua sería esto y los niños parecían felices.

"¿Qué haremos para el cumpleaños de Alex?" El omega se abraza al alfa, enrrollando sus brazos a su torso.

"Podemos decirle a Andrés que traiga a los gemelos y ya"

Joaquin asiente.

"Helena me preguntó si podía pintarse el cabello"

"¿Para qué?, tiene 4 años"

"Dijo que porque nadie lo tenía así, o sea, ninguno de nosotros"

"¿Qué le dijiste?" Besa la cabeza de Joaquin, mirando a los niños salpicarse el agua y reírse.

"Que tampoco Alex tenía los ojos como los demás y que eso los hacía especiales" se separa de Emilio, mirándole a los ojos. "¿Algún día le diremos?"

"Ya veremos, Joa" besa sus labios y pronto escucha la risa de Alex y Helena, burlándose de ellos.

Emilii los moja con la manguera, haciendo que griten por el agua helada.

"¡Papi, ayúdanos!" El niño grita entre risas, sintiendo el agua chocar contra su espalda.

"¡Emilio, deja a mis bebés en paz!" Joaquin grita y el rizado también lo moja.

"¡Perdiste también!" Helena grita, riéndose junto a Alex.

*

"¿Has sabido algo de Niko y Mauricio?" El omega le pregunta al más alto, secando el cabello de su hija, después de haberla bañado junto a Alex.

"Creo que se fueron de vacaciones" el está ayudando a su hijo a ponerse la pijama.

"¿Nosotros vamos de vacaciones?" la pelirroja se pone sola su bata.

"No creo, amor. Papá y yo tenemos trabajo" Joaquin la arropa con la sábana hasta la barbilla, por último, besa su frente.

Emilio sube a Alex a la cuna, al parecer pronto dejará de usarla. Ahora Joaquin va con su hijo y le besa la frente y Emilio hace lo mismo con Helena.

"¡Buenas noches, bebés!" El castaño dice desde la puerta, apagando las luces.

"Buenas noches, papi" contestan al mismo tiempo con voces adormiladas.

Joaquin comienza a caminar a su habitación, cuando Emilio lo toma por la cintura y lo carga.

"Es hora de que los papis" se burla "se diviertan ahora"

Emilii besa los labios del más bajo rudamente, haciéndolo jadear de sorpresa. Joaquin pone sus brazos en el cuello del alfa.

"Diviértete solito"

"No seas pesado" se aleja, con el ceño fruncido.

"Oh, tú no seas pesado" se ríe, trayéndolo de vuelta sobre él. "Ven aquí, y ámame, cariño"

"Ya lo hago"

Vuelve a besar sus labios, ahora con lentitud y disfrutándolo.

"Mi alfa" Joaquin jadea, siendo desvestido del torso.

"Mi omega" Emilii dice, mordisqueando la marca del castaño.

Fin.

*










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