ღ; treinta y cinco

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Para cuando la herida sana, uno ya no es el mismo

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Para cuando la herida sana, uno ya no es el mismo

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Domingo, 29 de abril de 2018

Haru cogió las llaves que estaban sobre el escritorio de su cuarto, y buscó a Hyunjin, quien la esperaba en la puerta, listo para salir.

- ¿Dónde hay que dejarte? - se acercó a él, metiéndose una mano en el bolsillo. Su padre se había ido instantes atrás, aún podían esperar un par de minutos más. El chico se puso nervioso.

- En... En casa de Changbin.

- ¿En casa de Changbin? - lo miró con confusión-. Son las nueve y media de la noche y mañana hay clase. ¿Qué tramáis?

- Tengo que ir a por... una cosa.

- Hyunjin, en serio, ¿qué ocurre? Evitas dar explicaciones últimamente. Es decir, no se si era porque estabas muy cansado o qué, pero ayer tenías que ir a casa de tu primo a dormir, porque tu casa a saber dónde quedaba, y luego recordaste que tu primo no estaba, y no tenías llaves. Hoy, a mediodía, mientras comíamos, nos has explicado que llevabas unos días yendo a dormir con tu primo, pero que aún así las cosas importantes del instituto están en casa de tu abuelo. Y ahora, a la hora de acostarte, ¿vas a ir a verte con Changbin? Qué pasa, ¿vais a hablar de la bronca que te ha echado por llamada antes?

- Es solo que... - suspiró, cansado. No quería hablar del tema - Déjalo. Debo ir a casa de Changbin y punto - sonó malhumorado.

- Encima te enfadas. ¿Me estás tomando el pelo? Pues te vas tú solito. Por qué mi padre tuvo que ser tan hospitalario... Tendrías que haberte ido hasta China solo y caminando si allí está tu maldita casa. Es que me da igual - Haru elevó la voz de una forma que Hyunjin nunca se imaginó que haría. Él estaba harto. No de la chica, sino de la situación y de tener que estar mintiendo a todo el mundo por tener una mierda de familia. No podía aguantar más -. Ya te puedes ir yendo.

Haru se dirigía a abrir la puerta pero se detuvo en seco, maldiciéndose, al escuchar las duras palabras que su amigo dijo, con un elevado tono de voz.

- ¡No puedo irme a ningún sitio si no tengo un lugar al que llamar casa! - ambos se mantuvieron en silencio. Haru, cada vez más arrepentida, se giraba para ver de frente al chico - No, las cosas no están en casa de mi abuelo. Llevo meses sin pisar mi casa por la noche, mi primo me echó de su piso el día de mi cumpleaños y llevo prácticamente un mes entero durmiendo en el garaje de Hyunsoo, después de que me recogiera de la ca-

Se detuvo. Había hablado demasiado. Haru se hizo pequeña ante los gritos y gestos. El ambiente cayó en picado, se miraban furtivamente.

- ¿De la... calle? - Él apartó la mirada, agachando los hombros, triste. Haru se acercó poco a poco los escasos metros que los separaban. Una vez estuvo enfrente, se detuvo, mirándolo. Éste no levantaba la vista del suelo, y tenía la respiración un tanto agitada, como si estuviera intentando no romperse frente a ella - ¿Por qué has aguantado solo todo esto? ¿Cuándo pensabas decirlo?

Al ver que el joven no reaccionaba, lo abrazó, pasando sus manos por el cuello. El corazón se le iba a salir del pecho, pero lo abrazó fuerte para demostrarle que estaba ahí. A pesar de querer hacerlo, Hyunjin no le devolvió el gesto, pues intentaba controlar sus emociones. Si movía un mísero músculo, se rompería en mil pedazos. Pero, por unos instantes, quiso controlar el tiempo, para pararlo en ese instante.

- Nunca - no quería hablar, o acabaría llorando.

- Estamos a tu lado para lo que necesites, todos - se separó y encontró su mirada -. Por favor, confía en nosotros.

- Ahora puedo. Antes no tenía a nadie. Vámonos. Tu padre nos estará esperando - y volvió a agachar la cabeza.

- Me debes una charla - Haru abrió la puerta dejándolo pasar primero, y asegurándose de que había cerrado bien, bajaron a la calle.

El viaje fue silencioso. El señor Lee intentaba alegrar el ambiente, pero su hija lo calmó diciéndole que estaban un poco cansados. Al bajar del coche, Hyunjin agradeció múltiples veces la amabilidad del hombre, y de la chica, que entendió a qué se refería. 

Hyunsoo ya se había encargado de sacar las cosas de su casa y dejarlas en la de Changbin. Se quedaría un tiempo con él, quién le ofreció sin problema una de las habitaciones, ya que también estaba solo, solo que él si tenía donde caer rendido por la noche.

⊹ ❀ ⊹

Chan invitó a la comida, y Seungmin, por la tarde, a los batidos. Pasaron el día juntos, recordando viejos momentos y contándose cosas que iban sucediendo. Pero Seungmin no había sido del todo sincero.

Iban juntos de camino a casa de Seungmin. El mayor quería asegurarse de que éste llegara sano y salvo. El menor se sentía agradecido por el gesto que tuvo. No le explicó el infierno que vivía con el grupo de idiotas, pues no quería ser un dramático y que todos sintieran pena por él.

Quedaban pocos metros para llegar a la puerta y Seungmin ya había sacado las llaves de su bolsillo. No pudo evitar mirar de reojo a Chan, quien se había mantenido callado toda la calle. Algo le preocupaba, y él podía hacerse una idea de lo que era. 

- Chan - rápidamente lo miró, saliendo de su trance -. Olvídate. Ya no está - el australiano sonrió, melancólico. No podía ocultar su nerviosismo, cosas del pasado aún estaban frescas en su memoria, y muchas de las heridas que tanto dolían estando abiertas, se cerraron con el tiempo. Y, en parte, tenía miedo de que se volvieran a abrir. Acompañar al menor era lo correcto, pero sabía que si sucedía algo más, recaería. 

- Tranquilo, Seungmin. Eso es agua pasada - apoyó su mano en el hombro del joven, dedicándole una sonrisa sincera, haciendo que su hoyuelo se marcara - Mañana vas a clase, ¿verdad? Si te apetece, puedo pasarme a buscarte. Así me presentas a tus nuevos amigos, esos de los que tan bien me has hablado - el mayor le dio un codazo amistoso. Sabía que el chaval estaba muy contento con sus amistades nuevas. Durante la comida, cuando Chan le preguntó, estuvo más de una hora comentando sobre ellos. Todo cosas positivas, y eso le transmitía mucha confianza.

Si Seungmin estaba bien, Chris también lo estaba.

Si Seungmin estaba bien, Chris también lo estaba

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~01/02/2020

「 水 」ANODINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora