Parte 9 ~ Danielle Jonas

Start from the beginning
                                    

Me senté a su lado y observé la foto detenidamente, debieron pasar cerca de 20 años desde esta captura, mi estomago se apretó al recordar el momento. Los cuatro nos habíamos ido a un lago que quedaba a pocas horas de aquí... fue la semana más linda que tuve en mucho tiempo.

- Tu padre es el chico de rulos – suspiré, indicando a Nick que estaba a mi lado – no es necesario hablar de esto ahora, mon amour. Puede ser otro día – besé su mejilla

La primera semana de clases de Minerva estaba por terminar, le prometí ir por un helado hoy después de clases así que la espero en la salida. Varios padres esperaban a sus hijos al igual que yo e inconscientemente eso me mantenía incómoda, si Alena y Valentina estaban en este colegio, era muy seguro que me encontraría con Kevin o Danielle. Y la deslumbrante sonrisa de la madre de las niñas acaparó mi vista

- ¡Lo veo y no lo creo! – Dani me abraza casi dejándome sin aire - ¿Cuántos años han pasado Melissa? – me vio de pies a cabeza – Dios, el tiempo no pasa contigo

- ¿Es broma Dani? – reí incómoda – sigues igual a como te vi la última vez, tienes que darme la receta – observé disimuladamente nuestro alrededor

- Vine sola, Kevin está trabajando – me dio una sonrisa cómplice – y los chicos aún no vuelven a la ciudad. En todo caso ¿¡cuándo volviste!?

- Debe ser ya un mes o un poco más – aclaré mi garganta nerviosa

- Nathy me dijo que su ahijada está en este colegio ahora – observó el edificio – supuse que debe ser de algún familiar de ella – me miró de reojo

- Si, me pidió que la viniera a buscar, tiene cosas que hacer en la oficina y se le hizo tarde – me encogí de hombros, intentándole de no dar importancia

La campana sonó y una avalancha de niños salieron corriendo del edificio, Danielle se alejó un poco de mí para encontrarse con sus hijas y me miró sonriendo

- Miren niñas ¿recuerdan a Melissa? – las acerca a mi – ella las conoce desde que eran muy muy pequeñas

- Hola Alena, Valentina – les sonreí inclinándome levemente para quedarme a su altura – están gigantes, crecen muy rápido Dani

- Ni me lo digas, cada cumpleaños es un recordatorio que una cada vez se vuelve más anciana

- ¡Mamá! – escuché la voz de Minerva e instintivamente giré la cabeza, dejando en claro a Danielle que no le estoy haciendo un favor a Nathy

- Eh... bueno... Dani, nos vemos otro día ¿te parece? – hablé rápidamente y me fui sin esperar respuesta de ella

Tomé a Mine de la mano y nos fuimos como si nuestra vida dependiera de ello.

- ¿¡Y no le diste explicación!? – Nathy me dejó llena de jugo luego de que le saliera por la nariz – Melissa, Danielle de seguro ya lo habló con Kevin y él lo habló con su hermano

- No tuvo ni el momento de ver bien cómo era Minerva – le respondí secándome con las pocas servilletas que quedaban en la mesa de su comedor – no tiene idea cuántos años tiene

- No necesita mucha imaginación – murmuró

- ¿Qué?

- ¿Cómo?

- ¿No necesita imaginación? – pregunté - ¿Le dijiste algo acaso?

- Pues... ella me había preguntado a qué nivel entraría mi ahijada, por si iba a ser difícil su ingreso

El mundo se me vino encima

- Necesito hablar con ella, AHORA

- Ten – me pasó su teléfono – llámala y le explicas

- Ve a ver a Mine por mí un segundo, mañana empiezan las pruebas para los equipos del colegio y supo que en fútbol hay cupos disponibles – busqué el número de Danielle Jonas en el teléfono de mi amiga, mientras ella tomaba mis llaves y se dirigía a mi departamento

El teléfono sonó 3 veces y lo atendió Danielle

- ¡Hola Nathy! ¿Cómo has estado? – la escuché animosa

- Hey Dani, es Mel

- Dame un minuto – escuché que abría y cerraba puertas – perdona, es que las niñas están con Kevin en la cocina y había bastante ruido, no te podía escuchar bien

- Mira, sobre lo de hoy...

- Mel, tranquila – me interrumpió – todos tienen derecho en rehacer su vida y si encontraste a alguien genial -lo cual me alegra bastante- con quien formar una familia, estás en toda tu libertad. No me debes dar explicaciones de nada.

- Si, lo sé, pero no quiero que Kevin se entere... no por ahora

- ¿Querrás decir que no quieres que Nick se entere? – pude imaginar una media sonrisa de su parte

- Bueno... si, aún no lo comentes por favor

- Tu secreto está a salvo conmigo – el peso en mis hombros se alivianó un poco

- Gracias Dani, de verdad muchas gracias

- Para la próxima que nos veamos, preséntame a tu hija, de seguro debe ser tan linda como tú

Ni te lo imaginas...

- Ya quisieras – reí nerviosa – gracias, Dani, nos vemos a la salida del colegio alguno de estos días

- Tenlo por seguro. Nos vemos – cortó la llamada

Sentía el latido de mi corazón en mis oídos y una idea punzante en mi cabeza ¿Le habrá dicho a Kevin durante la tarde?

HESITATEWhere stories live. Discover now