Leslie Reese

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Finales de mayo, eso significa que llegan los exámenes de fin de curso y lo único que se ve son alumnos cargados de pergaminos con apuntes y libros.

-Esto es un rollo -se queja Colagusano.

-Si hubieras estudiado cuando debías, no te quejarías tanto -le reprime Lunático.

-¡Pero no entiendo nada!

Meto mis cosas en la mochila y salgo de la habitación.

-¿Se puede saber a dónde vas? -James me sigue.

-A la biblioteca, no hay quien se concentre con Colagusano quejándose todo el rato.

-Voy a por mis cosas y vamos a estudiar fuera, ¿te parece bien?

-Te espero en la sala común. Tienes tres minutos.

-De acuerdo, de acuerdo...

Me quedo de pie al lado del agujero del cuadro.

>>¡Ya estoy!

Salimos y vamos hasta la explanada del sauce boxeador, no hay sitio más tranquilo.

-Empecemos con DCAO.

-A ver, ahora deberías saberlas. Dime las maldiciones imperdonables.

-¿Quieres que las pruebe?

-Si lo haces me defenderé.

-Eres tonto.

-¿Qué hice ahora?

-¿Crees que haría eso contigo?

-Nunca se sabe.

-Me ofendes, Potter.

-Hablas como Evans.

-¿A sí?

Lily no ha vuelto a hablarme desde octubre, así que no sé nada de ella... ni siquiera compartimos habitación.

>>¿Entonces ahora te hace caso?

-No, me odia y cada vez más.

-Será mejor que sigamos estudiando...

Seguimos un rato más en silencio hasta que vemos moverse el árbol y sale Canuto.

-¡El desaparecido! ¿Qué hacías ahí dentro?

-Librarme de Colagusano -se tumba en medio nuestra boca abajo-, está muy plasta.

-El otro día le vi hablar con Quejicus.

-¿Cómo dices?

Colagusano hablando con Severus es como mojar churros en zumo o patatillas en chocolate caliente.

-Lo que oyes, gafitas.

-¿Qué hacían esos dos juntos? -pregunta Canuto.

-Ni idea, pero espero que nos lo explique.

-A lo mejor fue a disculparse por vuestras gamberradas -sugiero.

-Lo dudo.

-Oye -Sirius se sienta y me quita el libro-, ¿qué se supone que hacéis?

-Estudiar -le vuelvo a quitar el libro.

-Ya veo, por eso no paráis de hablar de otras cosas.

-Hablamos desde que llegaste a moletar -le doy un golpe en el hombro.

-¿Entonces os molesto? De acuerdo -se pone de pie-, me iré.

Comienza a caminar y le sigo con la vista hasta pederle.

Los Merodeadores (Sirius Black y Tú) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora