A casa de Potter

16.4K 1.3K 463
                                    

Lunes por la mañana. Me encuentro metida en la chimenea de Lily para ir a casa de James.

-Te echaré de menos. Nos vemos el día uno -me abraza-. Te voy escribiendo.

-Claro... espero que Canuto no se coma tu lechuza.

-¿Por qué tendría que hacerlo?

-P-p-p-p-por nada -casi la cago, otra vez-. Ya nos veremos... oye, ¿qué tengo que decir?

-Supongo que "a casa de Potter".

-Habrá que intentarlo -suspiro-. ¡A casa de Potter!

Vueltas, vuelta, vueltas y más vueltas. Así estuve lo que me parecieron horas hasta que caí muy fuerte contra el suelo... un suelo demasiado mullido tiene James.

>>¡Aaauuu! -me sobo la cabeza.

-Bienvenida, supongo...

-¿Qué? -me incorporo un poco y veo a un chico debajo mía-. ¿Canuto?

Me quito de encima y me siento a su lado.

-¿A qué viene esa cara de sorpresa?

-¿Pasa algo, pulgoso?

Miro a la puerta y veo a un chico de más o menos 1,70 de alto, pelo azabache y con gafas.

-¡No puede ser!

Me levanto y me tiro a sus brazos, haciendo que me coja en caballito y de vueltas conmigo en brazos.

-¿Cómo estás, Bolita?

-¿Bolita? ¡Si no engordé tanto!

-Estás en tu línea -me suelta-. Sólo es un mote que decidimos ponerte. Ya sabes, eres una gatita y soltarás bolas de pelo, o no.

-Espero que no -pongo cara de asco.

-Tengo que ir a por la libreta. Bajo en un momento.

James sube y nos deja solos a Canuto y a mi.

-Bueno... ¿qué tal el verano?

-Aburrido, ¿y el tuyo?

-Digamos que regular. Estuve en julio en mi casa y hace dos semanas me vine para aquí.

Se hace un silencio poco cómodo. Mientras me paseo por la sala, Canuto no aparta la vista de mi.

>> Has cambiado mucho. Para mejor, diría yo.

-Vosotros también. Habéis crecido y -le miro de arriba a abajo-... veo que fuiste a la playa.

-Sí -sonríe. AJ, ¿POR QUÉ HACES ESO? ¡ESTÁS TREMENDO! Y menos mal que no me lees la mente...-, aunque sólo un par de días. Tú...

-Yo no pude. En Hogwarts no hay playa.

Me asomo a la ventana.

-Pero sol sí que hay.

-Me pasé las seis semanas de libro en libro.

-Eres más rata que Colagusano.

Se pone a mi lado.

-Que yo sepa, él no devora los libros.

-Cierto -tose-. Veamos... -¿ahora qué quiere?- primero te caes encima mía, y, como no me reconoces, ni siquiera me saludas. A Cornamenta, en cambio, sí.

-No me digas que estás celoso.

Vuelvo al centro de la sala. Joder, cuanto tarda el gafitas.

-No, pero yo también te echaba de menos.

Se pone en frente mía.

-Ojalá fueras siempre tan dulce.

Le abrazo por los hombros poniéndome de puntillas. Sí que creció el condenado... tanto como James, diría yo.

Un escalofrío apenas notorio se pasea por mi espalda... ¡POR CULPA DEL QUE TENGO EN FRENTE! ¿Acaso no puedes abrazarme por los hombros? ¡Noooo! Tiene que ser por la cadera, claro...

-Podemos estar así el tiempo que quieras -me susurra al oído.

Me separo y aliso mi ropa.

-No la encontraba. Me la había dejado anoche en el garaje.

-Vaya cabeza hueca.

-¿Qué hacías anoche en el garaje?

-Tuve que ir a por aceite y la tenía en el bolsillo.

-Ya, claro... ¿no estarías escribiendo otra vez tus poemas hablando de Lily?

-No seas plasta. Esta libreta es para anotar bromas.

-¿Desde cuando escribes poemas? -pregunto curiosa.

-Ya te lo contaré.

(...)

Más tarde, llegaron Remus y Peter. Los padres de James le confiaron la casa y se fueron a la de los abuelos que está a un par de manzanas de aquí.

Montamos una casa con cojines, mantas y el sofá y sillones colo paredes. Pusimos un par de colchones grandes debajo para sentarnos sobre blando y los cubrimos con una sábana.

Nos sentamos en círculo. Estamos colocados en el sentido de las agujas del reloj: Canuto, Bolita, jeje, me envanta como me nombraron, Cornamenta, Colagusano y Lunático.

-¿Queda más pizza? -Peter adelanta su plato.

-¿Cuántas te comiste ya? -dice Sirius, impresionado-. Ni siquiera yo como tanto.

-Sólo dos. ¡Quiero máaaas!

-Accio pizza.

Remus acerca un par de cajas más, pero todos, menos Peter, estamos llenos, así que se las da sólo a él.

Recuesto mi cabeza en el hombro de Canuto mientras James saca su libreta y pluma.

-Bien -empieza a hablar-, ¿con quién podríamos inaugurar el curso?

-¿Slytherin? -propone Pet.

-No, ya está muy vista. Además, este año ya no estará Luciérnaga.

-¿Qué tal a Filch? -digo.

-¡Buena idea!

Sirius me acaricia la mejilla. Cuando alzo la vista, sonriendo, me guiña un ojo.

-Shh, no gritéis.

Remus señala a Peter, que está dormido panza arriba y con las cajas de pizza vacías al lado de la cabeza.

-Será mejor que durmamos -digo.

-En unos días iremos a por los libros al callejón Diagón -dice Remus.

-Yo ya los tengo... pero os ayudo a vosotros.

Jeje, vetajas de ser la fav del director😁.

Colagusano se queda como está. Lunático ahueca la almohada y se tumba en posición fetal. Cornamenta se tumba boca abajo y pasa una pierna por encima de Colagusano.
Sirius se tumba boca arriba.

-¿Quieres...? Bueno... -señala a su lado.

-Claro.

Me tumbo y me pasa un brazo por la cintura, pegandome a él. Me acurruco entre sus brazos y nos quedamos dormidos.

Los Merodeadores (Sirius Black y Tú) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora