39

45.4K 2.8K 311
                                    

MARIAM

Despierto tras mi sueño, que haya estado en un leve coma no significa que no pueda dormir, Eros no está en la silla sino que de pie hablando por teléfono.

—Hola— digo normal y brinca del susto.

—¡Despertaste!— grita y me abraza, cierto él dormía anoche.

—Sip, desde hace rato— digo estirándome— Que bueno que estás despierto, ya no podremos ir a casa— me levanto y me mira atento.

—Hay que hablar con el doctor

—Ya lo hice, solo falta que me lleves allá y listo— digo con energía.

—Me temo que no, puede que todavía tengas algo— suspiro resignada— Pensé que te perdería— me abraza de repente.

—No lo harás, no me perderás ni a mí ni a Theo— digo abrazándolo también.

—¿Theo?

—Ehhhh si, apodo de Thiago— explico.

—Suena bien, me gusta— besa mi frente y luego mis labios.

Se siente como si no lo hubiese hecho desde hace una eternidad, unimos nuestras lenguas en un beso ardiente, lo extrañaba demasiado, sus manos recorren mi cuerpo hasta que alguien entra a la habitación regresándonos a la tradición de ser interrumpidos.

—¡Estás bien!— corre a abrazarme mi amiga, la aprieto como puedo ya que juntas aplastamos a mi bebé.

—Si, lo estoy. Por cierto, hermosas flores— digo viendo el ramo.

—Pensé que no despertarías nunca, y dije ¿ahora con quien iré de compras y perrearé hasta el suelo?— dice riendo y la golpeo en juego.

—Estás loca— digo y aparece el resto de nuestra familia.

Hasta Leigh, todos caben en la habitación y esperamos sin prisa al doctor, ya que la casa prácticamente llego a mi, una vez que Eros firmó miles de papeles, Bea me acompaña a cambiarme, me quejo tras sentir mi espalda algo adolorida pero no le doy más atención, tengo unas ganas inmensas de tirarme en la cama y dormir hasta nunca.

Salimos de la habitación y cuando vamos saliendo al estacionamiento me agacho por un dolor en todo mi vientre.

—¿Pero que?— miro al suelo y a un charco a mis pies— ¿Me orine?— digo viendo y Eros regresa a ver pero no dice nada— ¿Rompí fuente cierto?— pregunto de manera absurda, «obviamente que si lo hice».

Eros está en shock viendo el líquido, mientras yo me sujeto de un auto tratando de soportar el dolor, no estoy preparada para esto.

—¡Deja de mirar y ayúdame!— grito respirando de manera cortada.

—Mierda, ¿estás bien?— lo miro incrédula.

—¿Ves que este bien?

Asiente y llama a alguien mientras me ayuda a entrar al hospital, y yo que solo quería mi cama, nos atienden y me colocan en una silla de ruedas y me llevan a otra habitación.

—¿Cada cuanto son?— pregunta Eros a una enfermera, no oigo y siento que me voy a partir.

Mamá lo lamento por hacerte pasar por esto.

—Bien, este parto no será tan "humano"— alzo una ceja, ¿a qué viene eso?— Todo será más rápido— explica y ahora entiendo, por que esto no debe ser normal— Le daremos calmantes para las contracciones, luego vendrá el momento del parto

Cumplen lo que dijo, me siento un poco mejor pero sigue la molestia, sujeto la mano de Eros quien parece nervioso, llegan los chicos de nuevo, ya que no habían terminado de salir por la inesperada llegada de Theo.

—Todo estará bien— dice mi madre besando mi frente.

—¿Duele?— le pregunto a Joy.

—Si, pero vale la pena— dice, suspiró y tras unos minutos el medicamento ya no hace efecto.

La doctora llega e informa que ya estoy en posición de parto, suspiro y me aferro a Eros nerviosa, asustada y emocionada, nos colocan los implementos y vamos a la sala de parto.

Todo está pasando muy rápido.

—Bien, cuando te diga vas a pujar

—Está bien— aprieto la mano buscando fuerza, me acaricia y sonríe detrás del tapabocas.

—Ahora,— pujo con toda mi fuerza y pide que lo haga de nuevo— Ya tenemos la cabeza— susurra para ella, me indica de nuevo y pujo para que se acabe de una vez por todas— Listo

Un hermoso llanto se oye, mi corazón se acelera y Eros me mira, minutos después traen a nuestro hijo algo limpio, es precioso y pequeño, de hecho demasiado.

—Hola Theo— susurró mirándolo.

—Hola mi amor— digo apreciándolo.

Si que valía la pena.

—Es hermoso...

—Alpha, Luna, tengo que llevarlo para limpiarlo bien— dice una enfermera y algo melancólica le entrego a mi bebé .

—Y usted debe descansar— me dicen y colocan una máscara y me quedo dormida.

•••

Cuando despierto veo una escena dulce, a Eros sosteniendo a Theo, sonrío y él se da cuenta de que desperté y ambos se acercan.

—Mira es mamá— dice pero Theo no le presta atención.

Me lo tiende y lo cargo leña de felicidad, es una hermosa criatura y al igual que el Theo del futuro tiene mis rasgos. Luego de darle de comer y que pasaran nuestra familia a conocerlo, nos dan de alta, cosa que me alegra ya que quiero dormir y comer.

Me cambie la ropa y a mi pequeño también, Bea y Leo alcanzaron a traerle un peluche el cual puse en su cuna, era sumamente adorable.

—¿Está todo?— le pregunte a Eros, había ido a llevar las cosas al auto.

—Si, faltan ustedes dos— río y me acerco a darle un pequeño beso.

—Ya somos oficialmente padres— miro la cuna en la cama, sonrío al instante.

—Quizas no es el momento ya que acabamos de tener a Theo pero...— dice nervioso y lo miro extrañada— Definitivamente te amo, de pensar que pudiste seguir en coma me hubiese dado algo, pero ahora estamos aquí con nuestro pequeño y solo quiero preguntarte— se arrodilla y se me corta la respiración— ¿Quieres casarte conmigo?— abro la boca sorprendida.

—¡Por supuesto que sí!— digo me coloca el anillo y nos abrazamos.

Es raro que Theo no esté en el medio, lo beso y sonrío.

—No estoy diciendo que nos casemos mañana pero quiero que sea algo que cumplamos más adelante— lo beso pero ahora quien nos interrumpe es nuestro pequeño.

—También está alegre, ¿cierto mi bebé?— digo cariñosa, Eros nos abraza y me siento feliz.

No es el mismísimo príncipe azul, pero si se que lo amo, a él y su temperamento y al niño que cargo en mis brazos, y sé que tendremos nuestras bajas pero saldremos adelante, lo sé.

•••

Voten, comenten y compartan.

ALPHA EROS +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora