11

115K 6.3K 1.6K
                                    

MARIAM

—¿Juntos...?— era una idea en común, me emocionaba la idea de ir juntos a la reunión como una pareja.

Nuestras respiraciones estaban sincronizadas, tenía fija mi vista en sus profundos ojos grises. Sus manos en mis mejillas me fueron acercando poco a poco a él, sus besos eran distintos... él es distinto. Unimos nuestros labios, en un beso lento y profundo, me hacía desearlo un montón...

Era una atracción que no había sentido antes, la atracción que solo sentían los mates; poco a poco repartió besos en mi cara y bajo por mi cuello, solté un gemido y él, en cambio, un gruñido. Retomo mis labios arrinconándome con el escritorio, me sentó en el y una escena parecida a la del baño se repitió.

—Me vuelves loco— dijo bajando sus besos y colando sus manos por debajo de mi sudadera.

—Eros...— gemí por su tacto.

—Nena— gruñó, sentía su miembro entre mis piernas, creando una sensación algo... placentera.

Bien, aquí la ropa comienza a estorbar y mucho; lo mire a los ojos oscuros de deseo, Eros era pura tentación, «es un Dios».

*Toc Toc*

—Creo que interrumpirnos se les hace costumbre— reí por su comentario, apoye mi cabeza en su hombro mientras él me tomaba de la cintura.

—Señor, la cena está servida— una chica dijo eso, me sonroje estando en sus brazos, y el escritorio.

—Gracias, ya iremos para allá— dijo, oí cómo cerraron la puerta y lo mire a la cara— Estás roja— creo que me colore aún más.

—Entro al despacho y creo que hicimos muy evidente la escena fogosa— dije sonriendo.

—¿Que tiene de malo? Estoy en mi casa— dijo casual.

—Oye, no hay que pasarse— lo golpee en el hombre a modo de juego.

—No le veo el problema. Vamos a comer mi Luna

Me cargo en brazos mientras seguía sonrojada, más que todo, por el apodo.

Me cargo en brazos mientras seguía sonrojada, más que todo, por el apodo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿Me vas a llevar así cargada?

Reímos juntos.

—¿No te puedo cargar?

—Si, pero...

—Pero nada, iremos a comer asi juntos— me dio un beso corto en mis labios.

Caminamos, o camino, hacia el comedor de la mansión, de solo pensar en tener que memorizar la casa me aturde; llegamos y estaban todos aquí, mi madre, mi suegra, Leo y Bea, la última me miró picarona, me senté entre ella y Eros.

Sirvieron la comida y comí bajo la mirada acusadora de mi madre.

"Dime qué sigues virgen"

ALPHA EROS +18Where stories live. Discover now