42. La recompensa de Dobby.

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- ¿Y en esa confesión estaba incluido que hicieron la poción multijugos y se hicieron pasar por un par de Slytherin?

- Sí Malfoy, confesamos todo - le responde Harry.

- Ya se llevan más civilazadamente, eso ya es un gran avance - les digo divertida.

—Muy bien — señaló la profesora McGonagall, cuando Harry hizo una pausa —, así que averiguaron dónde estaba la entrada, quebrantando un centenar de normas, añadiría yo. Pero ¿cómo demonios consiguieron salir con vida, Potter?

Así que Harry, con la voz ronca de tanto hablar, les relató la oportuna llegada de Fawkes y del Sombrero Seleccionador, que le proporcionó la espada. Pero luego titubea. Había evitado hablar sobre la relación entre el diario de Ryddle y Ginny. Ella apoyaba la cabeza en el hombro de su madre, y seguía derramando silenciosas lágrimas por las mejillas. ¿Y si la expulsaban?. El diario de Ryddle no serviría ya como prueba, pues había quedado inservible... ¿cómo podrían demostrar que era el causante de todo?

Instintivamente, Harry miró a Dumbledore, y éste esbozaba una leve sonrisa.

La hoguera de la chimenea hacía brillar sus lentes de media luna.

—Lo que más me intriga — dijo Dumbledore amablemente —, es cómo se las arregló lord Voldemort para embrujar a Ginny, cuando mis fuentes me indican que actualmente se halla oculto en los bosques de Albania.

- Gracias por haber intervenido - le dice Ginny.

- Sospechaba de Ryddle desde que estuvo en el colegio, pero fue muy precavido y habré tenido muy en cuenta de que era una víctima más.

- ¿Otra vez Él? - dijo papá enojado.

—¿Qué... qué? — preguntó el señor Weasley con voz atónita —. ¿Sabe qui-quién? ¿Ginny embrujada? Pero Ginny no ha... Ginny no ha sido... ¿verdad?

—Fue el diario — dijo inmediatamente Harry, agarrándolo y enseñándoselo a Dumbledore - Ryddle lo escribió cuando tenía dieciséis años.

Dumbledore agarró el diario que sostenía Harry y examinó minuciosamente sus páginas quemadas y mojadas.

—Soberbio — dijo con suavidad — Por supuesto, él ha sido probablemente el alumno más inteligente que ha tenido nunca Hogwarts. — Se volteo hacia los Weasley, que lo miraban perplejos —. Muy pocos saben que lord Voldemort se llamó antes Tom Ryddle. Yo mismo le di clase, hace cincuenta años, en Hogwarts. Desapareció tras abandonar el colegio... Recorrió el mundo..., profundizó en las Artes Oscuras, tuvo trato con los peores de entre los nuestros, acometió peligros, transformaciones mágicas, hasta tal punto que cuando resurgió como lord Voldemort resultaba irreconocible. Prácticamente nadie relacionó a lord Voldemort con el muchacho inteligente y encantador que recibió aquí el Premio Anual.

- Ahora entiendo tu elogio hermano - le dice Percy a Ron.

- Eras bastante molesto, pero jamás te compararía con ese idiota.

- Eso muy tierno viniendo de Ron - comenta George.

—Pero Ginny — dijo la señora Weasley —. ¿Qué tiene que ver nuestra Ginny con él?

—¡Su... su diario! — dijo Ginny entre sollozos —. He estado escribiendo en él, y me ha estado contestando durante todo el curso...

—¡Ginny! — exclamó su padre, atónito — ¿No te he enseñado una cosa? ¿Qué te he dicho siempre? No confíes en cosas que tengan la capacidad de pensar pero de las cuales no sepas dónde tienen el cerebro. ¿Por qué no me enseñaste el diario a mí o a tu madre? Un objeto tan sospechoso como ése, ¡tenía que ser cosa de magia negra!

Leyendo: "Harry Potter, una historia diferente"Where stories live. Discover now