Capitulo 12 ♡

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Entre a mi casa con la mente ida, estaba estupefacta por todo lo sucedido y se ponía más fea la situación casi besada por Elián,  recordando, me tomé la cabeza en forma de negación.

"Estás loca Sam, si que estás loca"

Fui a la cocina por jugo y en mis pensamientos seguía dando vueltas la escena del roce con Elián, sonreí como estúpida.

- Sam, hija que tal como te ha ido en el colegio - habló mi madre entrando a la cocina para igual servirse un vaso de jugo.

- Pues bien, sabes la mayoría de los chicos son ricos ahí, no sé en que pensabas en meterme en un colegio tan lleno de chavales Popis - dije y mi madre escupió el jugo por la risa que le causo mi comentario.

- Esos chavales te vinieron a dejar hoy, no te quejes también te está gustando - salió diciéndome como si tuviera la razón. - ¡Ya duerme aunque mañana no vayas al colegio! - grito subiendo las escaleras.

Bufé, es viernes y ... Esperen mi madre sabe que me han venido a dejar ¿Cómo lo supo?. Joder bien dicen que las mamás se nos adelantan a todo.

Elián ...

Subí las escaleras con tanto esfuerzo, James es bastante pesado y casi lo lleve arrastrando. Lo recosté en su cama y lo desvesti, no fui tan malo para solo dejarlo en chones.

Sam se me vino a la cabeza, recordé ese pequeño roce con sus labios me sentí apenado.

Tenía demasiado calor de correr por ir en busca de mi hermano hace unos momentos y cargarlo hasta su habitación, me quite la camisa y el pantalón quedándome en bóxers, al final del día estoy en mi casa y nadie podría verme, o eso pense hasta ingresar a la cocina, encendí la luz.

- ¿Qué haces aquí? - pregunté algo desconcertado.

- Pues venía a verte Elián, que más puedo hacer aquí, pero estabas ocupado y decidí esperar... - se acercó elizabeth abriendo su bata de dormir, dejándome ver una lencería muy llamativa, de esas que te provoca a cada segundo. "Elián reacciona".

- Elizabeth cubrete, esta vez no me acostaré contigo, no quiero problemas - la aleje de mi.

- O vamos, tú sabes que me gustas mucho, me encantas, eres el único que me hace sentir especial, el que logra mis mayores explociones de placer - me detuvo tocando mi abdomen atrayendo mi boca a sus labios, la fuerza de voluntad me gano y en menos de dos segundos ya la tenía encima de la mesa.

La bata que traía cayó al suelo, dejándome ver su cuerpo, ella se posiciono al reves y la tomé del pelo.

- ¿Me deseas? - le dije al oído.

- ¡Oh, si, te deseo! - grito con ansías.

La retuve así por unos segundos, tampoco la quería satisfacer cuando ella dijera. Pase mi miembro por su parte, esta demasiado mojada, no me fue complicado penetrarla pues la humedad ya me escurría en las piernas por el éxtasis.

- ¡Elián! - gimió en una emboscada fuerte. La tomé del cabello y me acerque a su oído.

Al mismo tiempo que le di una nalgada - No me llames por mi nombre en el sexo, ¡te lo he dicho! - recalque lo último.

- Pero me estás llevando al extremo, ¡Vamos no pares!, ¡Por favor! - suplicó abriendo más las piernas.

Estaba a punto de llegar al climax cuando entré en la realidad. Me detuve y saque mi miembro.

- ¡Elián! Te dije que no pararas, ¿Porque siempre me haces esto? - me dijo suplicando mi regreso. No hice caso y subí a mi habitación.

Me di una ducha y me acosté, mañana tenía que visitar a alguien muy importante según mi padre, espero no sea lo que me estoy imaginando...

Porque yo si los hago mierda a mi abuelo y padre, no soy como mi hermano.
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Hola lectores queridos, un capítulo cortó pero emocionante se agrega más a esta historia, espero les guste.

😊

El vicio de mi vidaWhere stories live. Discover now