Leyendo: "Harry Potter, una historia diferente"

41. El Heredero de Slytherin. (Parte 2)

Pensaba deprisa, sopesando nuestras posibilidades. Ryddle tenía la varita; Harry tenía a Fawkes y el Sombrero Seleccionador, que no resultarían de gran utilidad en un duelo. No prometían mucho, la verdad. Pero cuanto más tiempo permaneciera Ryddle allí, menos vida le quedaría a Ginny... Percibí algo de pronto: en el tiempo que llevamos en la cámara, los contornos de la imagen de Ryddle se habían vuelto más claros, más corpóreos.

Tendría que luchar y mejor que fuera pronto.

- Eres tan valiente como demente - me dice Draco con el ceño fruncido.

- Ese es uno de los elogios más lindo que me has dicho - le digo en broma.

- Pero era muy arriesgado lo que querías hacer, no tenías demasiada experiencia en duelos - agrega Cedric.

- Lo sé, lo sé... pero debía de pensar en algo y rápido.

—Nadie sabe por qué perdiste tus poderes al atacarme — dijo bruscamente Harry— Yo tampoco. Pero sé por qué no pudiste matarme: porque mi madre murió para salvarme. Mi vulgar madre de origen muggle — añadió, temblando de rabia —; ella evitó que me mataras. Y yo te he visto de verdad, te vi el año pasado. Eres una ruina. Apenas estás vivo. A esto te ha llevado todo tu poder. Te ocultas. ¡Eres horrible, inmundo!

Ryddle tenía el rostro contorsionado. Forzó una horrible sonrisa.

—O sea que tu madre murió para salvarte. Sí, ése es un potente contrahechizo. Tenía curiosidad, ¿sabes? Porque existe una extraña afinidad entre nosotros, Harry Potter. Incluso tú lo habrás notado. Los dos somos de sangre mezclada, los dos huérfanos, los dos criados por muggles. Tal vez somos los dos únicos hablantes de pársel que ha habido en Hogwarts después de Slytherin. Incluso nos parecemos físicamente... Pero, después de todo, sólo fue suerte lo que te salvó de mí. Eso es lo que quería saber.

- ¡Eso no fue suerte! - le dije enojada - ¡Fue un acto de verdadero amor! Y es lo que tú no conoces idiota.

Lily derramaba algunas lágrimas al igual que mi madre, pero ella tiene una mirada firme y llena de orgullo por lo que hizo, por haber dado su vida para salvar la de su hijo. No importa lo que pensará el resto, ella tiene la mirada de que estaría dispuesta a volver hacerlo y al mirar a mis hijo sé que tampoco lo dudaría.

Harry permaneció quieto, tenso, aguardando que Ryddle levantara su varita. Pero Ryddle se limitó a exagerar más su sonrisa contrahecha.

— Ahora, Harry, voy a darte una pequeña lección. Enfrentemos los poderes de lord Voldemort, heredero de Salazar Slytherin, contra el famoso Harry Potter, que tiene de su parte las mejores armas de Dumbledore.

Ryddle dirigió una mirada socarrona a Fawkes y al Sombrero Seleccionador, y luego anduvo unos pasos en dirección opuesta.

- No - le dije y pareció detenerse - Enfretate a mí, la legítima heredera de Gryffindor, veamos si tus poderes se comparan a los míos.

- Tentadora oferta - dijo sin voltear - pero quiero a  Harry muerto primero, para ti tengo otros planes.

-¿En serio querías enfrentarlo? - me pregunta Scorp.

- No quería, pero estaba dispuesta hacerlo - le respondo y acomodo entre mis brazos al adormilado bebé.

- ¿Qué planes tenía para ti? - me pregunta Teddy.

- Ya lo sabrán y no les agradará.

Vi que Ryddle se detuvo entre las altas columnas y dirigió la mirada al rostro de Slytherin, que se elevaba sobre él en la oscuridad. Ryddle abrió la boca y silbó... pero parecía que Harry comprendía lo que decía.