07.00

214 18 4
                                    

Decidí tomarle la palabra, no sabía porque pero le hice caso.

- ¿a donde va Edogawa?- le pregunte a Ranneechan.

- creo que fue a casa de Reki- ¿a casa de Viki versión japonesa chafa?

-¿para que?- me atreví a preguntar.

- mmm no se, creo que dijo que le prometió algo - pensó un poco.

Eso me puso nervioso, miles de cosas se me cruzaron por la mente. Lo que no se me paso fue la verdad.

pasamos por su casa y patrullas estaban frente de la casa.

- ¿que paso aquí?- fue a ver con velocidad.

- estoy condenado, el demonio esta en mi casa - se metió solo a la patrulla- diré todo pero alejen a ese monstruo de mi.

La vista de ambos giro a la entrada de él.

- arelele ¿y esto que hace?- parecía un niño retrasado jugando con un objeto desconocido.

- espera Arthur con esto no se juega - ella se lo quito.

- pero si él dijo que era un juguete- puso una cara de  confusión- por cierto tu hermano te manda saludos y un ya hablaremos.

Eso me puso nervios saber que me delato con mi hermano, pero ¿que le contó?

- descuida no le conté tu intento de huida- me dijo viendo como nadie nos oía- aunque siendo sinsero son muchas cosas en que pensar ¿no?

- ... Gracias- dije un poco audible, la temperatura del ambiente subió un poco y decidí ir con Ranneechan ese niño sin duda es un misterio.

las cosas de mi secuestro paso ya podía salir como todos los días aunque siento que todavía me vigilaban, pero decidí no prestarle atención.

- señor mago - toque el timbre como siempre.

- joveb kaito o kaito-niichan- dijo feliz.

- ... Joven kaito entonces- dije entrando a su casa.

- ¿otra vez te dejaron con ese tipo?- me pregunta.

Todavía recuerdo cuando conocí a joven kaito.

Flashbak

- ¿me va a dejar ir?- le pregunte a ese tipo.

- mm deja me pensarlo ¡NO!- me dio media vuelta y me aventó, sin lastimarme mucho - ahora, no molestes.

El primer día fue el más tranquilo, en su cuidado del terror, es mas fuimos a un parque donde me dejo muy discretamente atado sin poder moverme mucho.

En las películas caseras de mi hermano niño nunca se veía llorar y yo nunca vi ni una lágrima en él, así que yo tampoco lo haría, pero era difícil.

Una linda paloma voló posándose en mi hombro con un pañuelo en su pico, al momento de tomarlo, una nube de humo apareció, cuando se disperso una chica parecida a la señorita Ran apareció tratando hacerme sonreír.

- hay Okosa das pena ajena - dijo detrás un chico igual a mi hermano

- callate Bakaito- cerro sus ojos y saco su lengua.

- para alegrar a un niño se hace así- tomando el pañuelo que tenía y a la paloma, unas cuantas sacudidas  en frente del animal tapando lo de mi vista por tres ocasiones, en el último voló no uno si no dos palomas.

Si no fuera por que estaba atado  me levantaría del asombro, viendo como ambas aves se posaban en la palma de él.

- Lady and boy, como siguiente acto será - me miro - un acto simple y sin truco- siguió sonriendo - es, el cargar a este pequeño.

a la altura de mi hermanoWhere stories live. Discover now