05.2

199 22 0
                                    

profesor- sentía el frio sudor cayendo por Mi rostros.

- ¿que pasa Arthur? - pregunto feliz, sin dejar de ver la carretera

- ¿si recuerda mi “bienvenida"? - tratando de explicar que regresar al campo era una mala idea.

- yo si - respondió feliz mi querido y tenebroso hermano.

- jeje - reí nervioso.

- tranquilos, a donde vamos le interesara mucho a Conan- le sonríe, claro para abandonarme pero luego me ve a mi como si diera a entender que también a mi.

- y... Bueno lo importante es que encontré un mapa del tesoro- sacando un pedazo de papel.

-  y ¿donde esta lo emocionante?- pregunto no muy animado- de seguro fue usted quien lo escondió.

- entonces ¿Dices qué será fácil?- se orilla para verlo y decirle.

- pfff por supuesto - Aseguro.

- tan seguro que ¿lo harías sin ayuda?-  seguía igual.

- que aburrido un juego de niños - mencione tratado de ignorarlos.

Por fin llegamos y el juego comenzó, todo iba bien asta que el puente se rompió con migo todavía en el, lo que nunca me imagine fue que el quien me rescatara fuera Conan.

- con esto ya empiezo a dudar que el profesor lo haya echó- mencionó, después de salvarme y aventarme al piso.

- gracias- le agradecí sin importar que me azotara contra el piso.

- Ni lo menciones, jamas- evito mirarme.

Los momentos de este viaje fueron agradables recordando los días cuando tenía 5 años.

Asta que nos topamos con unos hombres sospechosos, que tenían el mismo mapa.

En el último punto del tesoro necesitábamos una vista mas amplia a lo que subí a un árbol, notando que estábamos enfrente del campamento.

- te digo que esa es la respuesta- me reclamó .

- pero si le prestas mas atención tu respuesta es errónea- Trate de explicar el punto que tomo por alto.

- pues la tuya no tiene tanta lojica que digamos- dijo sin sentido ya que todo apuntaba a la mía.

- entonces ¿ay que averiguar?- hable resignado uy con este niño no se puede, de seguro lo saco de mamá.

- yo te demostraré que es lo mio- avanzó a mi estaba tan consentrado en comprobar que su respuesta es correcta que no vio por donde caminaba, tropezando y cayendo encima de mi.

- oigan no se pelen- grito Ayumi, pensando que peleábamos, un crujido se escucho y caímos los dos a ese lugar oscuro.

- Genial lo que me faltaba- escuche su voz.

- ¡auch!- Me queje al sentir su pie en una de mis manos- oye ¿estas bien?- fue lo primero que pensé y me importaba, a pesar de saber la respuesta gracias a su animo.

- ja ¿lo dudas? No soy tan débil como crees- Dijo con orgullo- lo que tenemos que hacer es...- sonaba a que caminaba sin ninguna pisca de luz seguido de un ruido raro y de el cayendo - haay hay hay.

- ¿que paso?- pregunte preocupado.

- nada hay - trato de ocultarlo, a gatas fui hacia él logrando encontrar uno de sus pies lo cual se sentía mal- haya ¿que crees que estad haciendo?

- ¿conque bien? - Pregunte molesto al saber que me oculto algo importante, después recordé el juguete que el profesor les hizo a los niños prometiéndole agregarlo al mio luego - ¿y el reloj? - pregunte al no encontrarlo.

-¿qué reloj?- pregunto

- ¿el profesor no te dio uno?- le pregunte dispuesto a reclamar cuando lo vea.

- ha eso... ¿esto?- hablo toque su mano evitando a que se cayera, logrando por fin tener algo de luz

- veamos ¿que tenemos aquí?- viendo lo que tiro al que me acompañaba eran joyas dentro de una maleta el reflejo de las joyas daba mas iluminación a la cueva.

- es un reloj linterna creada por el profesor- le explique viendo como veía el invento.

- entonces explotará - Hablo seguro.

- no los demás ya lo probaron y no pasa nada- dije avisando que sus amigos tenían uno.

-  ¿lo probaron?- pregunto.

- si, ahora buscar la manera de salir- respondí buscando la forma de salir.

- pues suerte- dijo seco.

- ¿ como que suerte? si juntos buscamos una salida- le explique, con las joyas en ese lugar y esos hombres de seguro son los que robaron las joyas y buscan este lugar, en pocas palabras los niños están en peligro.

- eres muy listo, no me nesesitas- dijo dándome la espalda.

- muy bien desde que me conociste no dejas de tratarme mal, he visto como tratas a otros que te dieron una mala primera impresión... Y solo a mi me tratas con tanto rencor ¿que te hice pata que me Odiarás tanto?- Por primera vez en toda su vida le grite.

- ¿por que?- se le quebró la voz y responde me respondio con otra pregunta como si yo supiera la respuesta- ¡por que quieres quitarme todo!- afirmó eso logró dejarme sin aliento - desde que tu llegaste, no para de perseguirme la desgracia, mi hermano se fue a ¡¿quien sabe donde?! a resolver ¡¿quien sabe que?! Y ¡a saber cuando vuelva! O si volverá. Estabas en MI casa, con MI ropa, acompañado de Mi vecino, eres el favorito de Ranne-chan, MIS amigos ¡MIS AMIGOS! pasan mas tiempo con tigo que con migo. Eres mas listo que yo, todas las personas que quiero me las quitas. Por eso... Por eso yo no quiero.... Que... Tú... ¡por favor!- se puso de rodillas con su cara llena de lágrimas- ¡por favor no me quites también a mi hermano! ¡no me quites a mi onii-chan!

El silencio se hizo presente, no note en que momento dejé caer el reloj linterna, un nudo se formo en mi garganta.

-oye....- no puede continuar cuando abrieron la trampilla se abrió, al ver que eran los niños me sorprendí.

- Conan, Arthur ¿estan bien? - pregunto la niña.

- Kudo esta  herido- era raro decir mi apellido.

- no se preocupen no es nada grave- sonrió como si lo de antes no hubiera pasado.

- nada de eso- dije sacado un pequeño botiquín, le atendí la herida.

- entonces ¿este es el tesoro?- pregunta el niño mas grande, en la bolsa.

- no, aquellos hombres son ladrones y el quien escondido las joyas o los traiciono o fue capturado por la policía, el verdadero tesoro, esta por haya- señalando un baúl, al abrirlo nos topamos, con un mensaje de mi padre, algo que alego un poco a alguien.

Aquellos sujetos llegaron y nos amenazaron, fue complicado pero, derribamos a los sujetos.

Fuimos con el profesor para que llamara a la policía para evitar que escaparan los dejamos encerrados.

- creo que ya no más campamentos- declaró el adulto.

- pero si fue emocionante- declaró la niña.

- si, hasta podemos decir que fue educativo - dijo el de pecas

- y emocionante- término el tersero.

Deje de prestarle atención a la conversación, y me consentre en Conan.

-O si volverá- eso retumbo en mi cabeza una y otra vez.

Duro una semana en reposo, ya estaba mejor para acistir a la escuela.

- enserio papá cuidarlo bien- le avisaba por décima vez.

- como molestas, ya te oí- le reclamo su padre - ya vete que se te hace tarde.

- bien- lo miro desconfiado - vamos Arthur.

a la altura de mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora