DEVIL'S DEN | kookmin.

INTRO:

Aclaraciones:

Es importante aclarar que esta historia no pretende romantizar el crimen organizado y mucho menos la mafia italiana.

La mafia ha aterrorizado Italia por décadas, así como todo grupo criminal lo ha hecho en su zona. No son gente del pueblo, no son balazos en callejones y código de honor. Son criminales y ninguno en esta historia saldrá de ese estándar.

También que esto en ningún sentido representa cosas 100% verídicas. Me he tomado muchas libertades artísticas, principalmente con que las mafias coreanas (en sí, ninguna extranjera en realidad) NO funcionan como la mafia italiana y sus jerarquías. Sin embargo en esta historia sí, y por ende comparten el sistema de jerarquías.

Añado que habrán personajes secundarios no asiáticos. Siendo una historia ubicada en USA, es de esperarse.

Con eso en mente, buena lectura.

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INTRO : DEVIL'S DEN
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¿Cuántos días llevaba ya trabajando en aquel club? Era imposible contarlos, más fácil era responder con seguridad que llevaba cinco años bailando hasta que sus pies sangraban y acostándose con clientes de todos los tipos. Una rutina agotadora, pero era el dinero y el ambiente que le brindaba seguridad lo cual no lo dejaba ver más allá.

En todo ese tiempo se había topado con muchas chicas y chicos nuevos. El brillo de inseguridad no faltaba en los orbes novicios, siempre dejándole con la duda de si era seguro tenerles trabajando allí. Porque Eros había pasado por aquella etapa de miedo y nerviosismo, y aunque había salido adelante era todo menos fácil. Menos para personas que en su vida habían hecho algo similar.

Pero en ese momento los ojos nuevos eran algo distinto. No había esa ingenuidad e inocencia con la que muchos había empezado. A decir verdad, si Madame Mina no se lo hubiese presentado como una de las nuevas adquisiciones, Eros habría pensado que llevaba años en el negocio. No sabía si era el cansancio en su rostro u otra cosa.

Terminó de darle el último mordisco a la barra energética que tenía en mano, lamiéndose el pulgar antes de tenderle su mano libre al chico nueva.

—Eros, es un placer —se presentó con una amigable sonrisa. En el ambiente de cabaret siempre había una gran rivalidad entre bailarines y escorts, lo cual era entendible. Pero en Jimin siempre estaba aquella calidez y amabilidad, lo cual lo hacía el más apto para darle la bienvenida a los nuevos—. Tu turno empezará en unas horas, pero mientras te explicaré lo necesario y... Eso.

El chico era sin duda hermosa. Tenía ese tipo de facciones perfectas, sus ojos rasgados y el cabello teñido en un tono café no muy claro. Lo único que lo alejaba del prospecto de chico delicado que los clientes amaban era su gran altura y musculatura. Que fuese asiático tampoco era una sorpresa.

—¿Has bailado antes? —inquirió con una ceja enarcada, y era que el muchacho no colaboraba. Lo observaba con fijación pero sin ánimos de proferir palabra, nada más ofreciendo una escueta negación de cabeza—. ¿Cómo te llamas?

—Taehyung —rápidamente abochornado, el chico balbuceó—. Es mi nombre real, pero...

—Necesitas uno clave, lo sé. Mala gente ronda por estos lares —Jimin bajó el tono de su voz, siendo más para sí que alguien más. La seda suave y cómoda de su kimono lograba envolverlo en gran parte, el color rojo resaltando su piel y su cabello gris—. Piénsalo antes de que debas hablar con los clientes.