Unidos por el arte

Prólogo

—Esto jamás debió haber pasado —digo bajando el rostro, él se acerca hasta mí con paso firme y acuna mi cara entre sus grandes manos.

—¿Por qué dices eso? —me pregunta mirándome directamente a los ojos.

—Porque en cualquier momento te haré daño, o mi vida y mi pasado te parecerán muy peligrosos, no soy lo que crees, por eso te he estado alejando cada vez más de mí —le contesto alejándome de él, creando distancia entre nosotros. Una distancia que mi cuerpo y corazón no son capaces de soportar.

—No eres un problema para mí, al contrario, eres lo que mi vida necesita, eres lo que me hace seguir adelante, eres por quien lucho día a día, por quien soy mejor, eres esa balanza que equilibra mi ser, mi conducta, mi verdadero yo... no crees ésta distancia entre los dos, porque ambos sabemos que nos destroza estar separados... así que te pido, que no te alejes de mí —me contesta con su mirada perdida en mis ojos, mi vista se nubla y siento las lágrimas deslizarse por mis mejillas.

—No soy buena con los temas del amor, soy un desastre en casi todo, un acertijo sin fin, no te convengo en tu vida —le contesto resignada, no soy de caer al primer paso, al primer instante, no me fío de muchos, pero de él sí, algo en él me enganchó, y me hizo seguir, me dio confianza como para dar ese primer golpe, ese primer intento, a ciegas.

—L'amore è un'arte che non impari mai e conosci sempre —me habla dulcemente, y sin resistirlo más me hecho a llorar en su cuello, porque finalmente lo admito, él me ayudó, él me aceptó con todos los errores que mis hombros cargaban, y me ayudó a superar y cicatrizar todos los golpes y las heridas abiertas que me provocó y dejó la vida, es más, me ayudó a cargar con el peso que mis hombros llevaban durante años, y me aconsejó todas las veces que me quería rendir, y dejarlo todo; me hizo ver la vida con nuevos colores, de manera abstracta, de manera mágica, él, despertó la luz en mi que estaba apagada, y ayudó a la flor que ni siquiera tuvo oportunidad de florecer...

Y como él mismo lo dijo: "El amor es un arte que nunca se aprende y siempre se sabe"...