Parte 1

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En el colegio más prestigioso de Inglaterra, recibía alumnos de todos los lugares, aun si eso conllevaría un gran peligro, en este caso admitieron a un joven de tez clara y cabellos rubios, estatura baja del promedio, ingresaba a la institución donde todo podía generarle miedo, ese sentimiento debido a que fue expulsado de su anterior escuela, pero allí estaba recorriendo los pasillos intentando no perderse, hasta que fue llamado por el director, un sujeto alto y de una larga barba blanca, donde lo llevo al despacho.

Ambos entraron a la habitación donde se encontraban pilas de libros por los alrededores, retratos de diferentes directores a lo largo del tiempo, estanterías llenas de extraños objetos, hasta que su mirada se detuvo en un sombrero en punta, negro y con un rostro espeluznante en donde se detuvo para observarlo con más precisión.

-¡Oh! Un joven nuevo, una mirada extraña y un poder aun más complejo, ¿Qué es lo que piensas? No me digas, es raro ver un sombrero que habla, pero eso no debería sorprenderte joven, lo raro es que entres en un colegio a mitad de año, ¿Cuál es tu nombre? —Se quedo callado, esperando una respuesta.

-Mi nombre es Everett Ross —Menciono aquello con un poco de nervios encima.

-Determinado, pero no tanto como para sacrificarte, maligno pero con miedo hacer daño, inteligente aunque sin ganas de usarlo a tu beneficio, si, ya sé donde debes pertenecer, oh si, justo en esa casa, ¡Hufflepuff!

Fue lo único que menciono, el rubio se quedo perplejo ante el grito y luego de aquello el director le entrego ropa, aunque lamentablemente no podía entregarle una varita mágica, por lo que debía ir al pueblo donde consiguiera una y todo lo necesario para comenzar las clases, acepto la capa y la bufanda, se marcho de la dirección en donde al cruzar por la puerta se encontró rodeado jóvenes, sobre todo los de la casa del tejón, estaban tan emocionados de tener otro compañero, siendo así una casa mas amistosa y más amable de las cuatro casas.

En el transcurso de su camino hacia su dormitorio, su mirada fue directo a parar a un joven que se encontraba sentado debajo de un árbol, quedo tan impresionado por sus rasgos, los cabellos blancos sobre su oreja, su rostro tan sereno, le resulto tan increíble que al darse cuenta que ambos cruzaron miradas se avergonzó haciendo que deba volver a la realidad y continuar caminando antes de que se le haga tarde para almorzar.

Al entrar al gran comedor lo primero que cruzo ante sus ojos se encontraba una inmensidad de velas flotando, iluminando toda la extensión del comedor, se quedo aun mas impresionado por los fantasmas que recorrían junto a los alumnos, no estaba del todo seguro de como se llaman cada uno, sin embargo un joven castaño de su misma casa se le acerco para ayudarlo a comprender la historia de ellos, al menos Fraile gordo.

-Por cierto, mi nombre es Daniel Williams, tú debes ser Ross. ¿Cierto? —Le dedico una sonrisa para que se siente a su lado.

-Así es, pero mejor llámame por mi nombre, Danny —Se acomodo en su lugar para buscar con la mirada al joven de la casa de un agila, al verlo tan solo su corazón comenzó a latir con intensidad, tan atontado lo tenia que su nuevo amigo le menciono que no debería mirar tanto a otro alumno— Lo siento, no me di cuenta.

Por otra parte el joven mago de Ravenclaw no es ningún tonto, le había echado un ojo al joven rubio, lo veía dulce y tierno como un animalito, pero desconocía el sentimiento y por esa razón tenía curiosidad, de cualquier manera presto atención ante la potente voz del director, haciendo mención sobre sus logros, no se levanto sino que mostró una sonrisa de las pocas a lo largo de su camino a Hogwarts.

Nuevamente sus miradas se cruzaron, las mejillas rojizas del rubio provoco que su corazón latiera de manera extraña, sin embargo continuo comiendo sin darle mucha atención a lo que estaba experimentando al finalizar el almuerzo debía continuar con sus tareas, las clases y todo lo relacionado con la institución debía ser atendido, al caminar junto a Wong alguien lo detuvo se trataba del joven que se le acerco para felicitarlo.

-Felicidades por ser tan estudioso, Strange —Menciono aquello el rubio con una sonrisa y con evidente vergüenza

-Si, solo debes estudiar y no felicitar a alguien por algo que cualquiera podría lograr. —Dio un suspiro desanimado, no era lo que tenía en mente, pero ya lo había hecho.

Continuo su camino hasta que otro de los estudiante se le acerco para avisarle que Dumbledore lo estaba llamando y no solo eso, sino que era urgente, despidió de su único amigo y se apresuro hacia la dirección en donde el director lo esperaba con un par de libros y un objeto extraño, tan solo se quedo confundido ante aquel orbe dorado y con algo dentro.

-Siéntate, Stephen, necesito que escuches lo que debo decir —Le hizo tomar asiento mientras seguía revisando los libros sobre el escritorio— Necesito que ayudes a Ross el joven Hufflepuff en todo lo que necesite.

Se quedo confundido, no quería ser un tutor de un joven, ni siquiera sabía cómo mantener una conversación normal, pero el hombre solo se le acerco para entregarle aquel objeto que no podía apartar su mirada, lo recibió y al momento de hacerlo se quedo observando de que se trataba y su composición.

-Esto es necesario para que emplees mejor tu capacidad mágica—El hombre de barba mentía, sabía lo que se estaba acercando y no le estaba diciendo directamente lo que vendría— Quiero que seas tutor de Everett porque temo porque es un joven inestable.

-Se puede ocupar usted mismo de eso, Director. —Resignado y con pocas ganas de aceptar ese reto.

-Es difícil decirlo, Stephen, si el ministerio de magia descubre que recibí un joven con un poder similar a los obscurus temo que será arriesgado, nadie debe enterarse por el bien del joven. —Un tanto preocupado por la seguridad de cada alumno y en especial al rubio

-Porque si abro la boca todo el mundo sabrá que usted está protegiendo una fuerza que ni usted mismo puede controlar. —Un tanto asqueado que alguien tan inteligente se arriesgue demasiado.

-Pero tú si, podrás hacer lo que sea —Le entrego cinco libros con cubiertas antiguas y algo empolvadas.

Se fue un tanto molesto por saber que el rubio tuviera un poder más poderoso de lo que es el director, al menos es lo que podía sacar en su estadística mental, sus conocimientos le permitía sacar conclusiones claras, sin embargo en estos momentos desconocía lo que estaba por venir, fue hasta su habitación y guardo los libros y sobretodo aquel collar, no sabía cuándo o como usarlo así que mientras tanto haría una vida normal.

(. . .)

El sol recién estaba apareciendo en el horizonte, los alumnos se encontraban dormidos, solo un alumno se encontraba leyendo y releyendo uno de los libros que le fue encomendado, tan solo le era interesante el uso del ojo de agamotto, lo llamo así porque aparecía en la descripción, los libros que le fue entregado se trataban de Libro de Cagliostro. Llave de Salomón. Astronomía Nova. El libro del sol invisible. Codex Imperio.

Aun así, ese día debía hablar con el mismísimo Everett Ross para comunicarle que es su nuevo tutor, se levanto de la cama para ir directo al baño del cual compartía junto a sus compañeros, se baño lo más cómodo posible y luego se vistió con el uniforme del colegio, al salir de su casa con los materiales de ese preciso día se encontró con el rubio en mitad del pasillo.

-Soy tu tutor... bueno, algo extraño. —Se quedo pensativo, no podía decirle que es un alumno inestable y que debe ser vigilado como si fuera un fenómeno.

-¿Cómo tu apellido? —Haciendo mención al significado que tiene "Strange", tan solo dio una sonrisa y el contrario no pareció molestarle, se acerco con curiosidad para ver los libros que sostenía.

En esos momentos donde ambos podrían comenzar con el pie derecho y que sea un buen comienzo, termino siendo todo un fracaso cuando los Slytherin aparecieron solo para empezar una pelea, los integrantes eran Mordo y Kaecilius, debió de decirle antes de que tenga cuidado de ellos en especial del moreno, siempre lo molestaba desde que comenzó sus estudios en el colegio.

Evito darle importancia las palabras "Marica" la cual es muy utilizada en el mago sangre pura, mantenía al rubio detrás suyo solo porque sabía que podría hacerle daño, hasta que acabo con su capa prendida fuego, al menos lo suficiente para ser arruinada, pero eso poco le importaba sino que el rubio no se viera involucrado en sus propios problemas.

-Lo siento, siempre buscan problemas. —Intento hacerse cargo, estaba resignado con aquel sujeto.

-Gracias... —Le sonrió mostrando sus brillantes ojos de completa admiración, a lo lejos escucho las campanadas anunciando que el gran comedor abrió sus puertas.

-Deberíamos ir, Ross. —Si ambos perdían la hora del desayuno no podían comer dulces o lo que fuera en las horas de clase, por eso se apresuraron a su destino.

Lamentablemente en la entrada tuvieron que separarse, para que cada uno vaya a su mesa correspondiente y no crear confusión, se saludaron porque sabían perfectamente se verían después, al menos en el tiempo de descanso pero lo harían eventualmente, Everett se fue con sus compañeros que los recibieron con abrazos y sonrisas, por su parte no recibía tal reconocimiento ni siquiera le importaba que fueran amistosos.

Se sentó al lado de su amigo que solo para situaciones importantes le hablaba, para hacer la tarea, para hacer equipo y solo para divertirse un poco, sin embargo el siempre fue solitario y distante porque no es capaz de demostrar sentimientos, no es que fuera una maquina sino que sus padres no le dedicaron tales emociones que ahora no podía expresarlos tanto como los Hufflepuff o demostrar odio como los Slytherin.

Eso se demostró cuando las clases se terminaron y el pequeño rubio se le acerco para entregarle una capa nueva, perfectamente sana, se veía agitado y que se detuvo frente suyo, se veía despeinado y daba pequeños jadeos de la misma excitación, se quedo mirando fijamente hacia la capa si no fuera porque conocía poco pero suficiente al pequeño rubio pensaría que esa capa la robo, hasta que extendió la prenda para entregarla.

-No te preocupes, Everett... Ross —Estaba tan confundido que no pudo evitar llamarlo por su nombre.

La expresión cambiante del rubio se mostraba angustiado, como si esa acción le causo gran dolor, parecía que iba a llorar y evitaba hacer contacto visual, al darse cuenta de eso tuvo que aceptar la capa aunque escuchaba sus palabras que mostraba profundo dolor.

-Si, entiendo... yo solo pensé... tu me protegiste sin conocerme y sé que eres mi tutor... pero tu capa...—Cada espacio que daba al hablar demostraba que estaba a punto de llorar— Bueno... de todas formas, ya la tengo acá... así que.. Toma.

Recibió aquella capa con colores azul y bronce representando su casa, Ravenclaw, pero al verlo a punto de irse con el corazón dolido no pudo evitar detenerlo con simples palabras "¡Espera!" al ver que funciono no pudo evitar encaminarse hasta él para sentir un extraño sentimiento alojándose en su corazón, nada que no pudiera evitar hasta que las antorchas en el pasillo se apagaron de manera repentina y solo reinaba la oscura, de manera inmediata tuvo que sacar su varita de la capa, poco le importo la capa que fue entregada con anterioridad.

Se coloco en posición para proteger al nuevo estudiante, el sentimiento de pesadumbre recorría todo aquel largo pasillo, la oscuridad que lo habitaba causaba que le faltara el aire, sin embargo mantenía con firmeza su varita, se mantenía serio y atento a cualquier ruido, miraba de un lado a otro y de manera repentina sintió como una especie de dementor se quedo frente a ellos a punto de robarles el alma.

Expecto Patronum! —Realizo aquello y todo se ilumino, pero lo que lo hacía fuerte era aquella mano que se aferraba a su capa, aquel pequeño joven que recién conoció estaba asustado y debía de protegerlo.


El amor a través del tiempoWhere stories live. Discover now