Capítulo XXI

159 17 0
                                    

LE DAS AL MORDISCO UN MAL NOMBRE

Como suele pasar, el sol se puso nuevamente

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Como suele pasar, el sol se puso nuevamente. Me duché y vestí, me paré delante de la mesa de conferencias en la Sala de Operaciones en mi negro Cadogan, con mi cinturón y katana, listo, preparado para, como Jeongguk había dicho, atrapar a mi colega.

Atrapar a Peter, por supuesto, no era la parte difícil. La parte difícil iba a ser convencer a Peter de que acusara a quien sea que hubiera estado en conveniencia con él, quien fuera la "ella" de la llamada telefónica a Nick o si era alguien más que tuviera información infiltrada acerca de los Breckenridges. La trampa, por supuesto era fácil. Habíamos enviado un correo desde una de las direcciones falsas de Peter haciéndonos pasar por la persona que sospechábamos que estaba guiando su mano –Sunmi– y le pedimos que se encontrara con ella en su lugar "usual." Si mordía la carnada, confirmábamos que Sunmi era la manipuladora detrás de escena. Lo seguiríamos hasta el lugar de encuentro, y allí, lo atraparíamos.

"O eso es lo que se supone que pase," le dije a los guardias, mis manos sudando mientras le explicaba el plan a los vampiros alrededor de la mesa de conferencias. Esta era, supuse, mi primer operación oficial como Centinela, y había un millón de cosas que podrían salir mal.
Entre otros potenciales problemas, nosotros habíamos obtenido acceso a los e-mail de Peter a través del proveedor de servicio; no era como si hubiéramos hackeado directamente sus cuentas. Así que, no teníamos ni idea si Sunmi arreglaba encuentros con él vía e-mail o, si así era, que dirección utilizaba. Pero teníamos una bastante buena pista. Hoseok, siempre teniendo recursos, gastó algunas horas del día depurando la Web en busca de información que pudiera ayudarnos, y logró encontrar una imagen almacenada en caché del directorio de e-mails de Peter, de unas semanas atrás. Aunque no pudiéramos leer los e-mails, notamos que un destinatario lucía curiosamente familiar: Marie Collette.

El nombre humano de Sunmi.

Más importante aún, el correo electrónico estaba fechado una semana antes de que nos reuniéramos con Sunmi en North Pond y Jeongguk la hubiera enfrentado acerca de su papel en las matanzas del parque. Peter y Sunmi se habían comunicado, y lo habían hecho justo antes de que ella tratara de convertir a Jeongguk en una brocheta. ¿Coincidencia? Quizás. Seguramente no.

Pero incluso si Sunmi no había sido el instigador de esta nueva traición, el hecho de que ella y Peter se habían comunicado aumentó las probabilidades de que él estaría lo suficiente curioso como para morder el anzuelo, sobre todo porque se le había advertido que probablemente ella trataría de entrar de nuevo en Chicago. De cualquier manera, nos podríamos asegurar de que estaba fuera de la Casa, y nuestros vampiros estaban fuera de peligro antes de que lo enfrentáramos.

"Seokjin," Ken apuntó cuando terminé mi revisión.

Él asintió. "Desde que Hoseok no nos pudo hacer entrar en la cuenta existente 'Marie Collette', he creado una con un nombre de dominio diferente. Tiene por lo menos seis direcciones de correo operativas, por lo que no debería ser una sorpresa que Sunmi tenga más de una."

𝕱𝖗𝖎𝖉𝖆𝐲 𝕹𝖎𝖌𝖍𝖙 𝕭𝖎𝖙𝖊𝖘  국민  ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴWhere stories live. Discover now