-Perdone señor, pero ella no tiene ningún interés en usted -dijo, Rin lo miró extrañada.

-Chico, ella no ha dicho nada -exclamó un poco molesto el pelirrojo.

-La conozco demasiado bien -contestó- ¿Y usted? -le preguntó indignado.

-No, pero no puedes decidir por ella -le comentó mientras miraba los ojos de la menor. El rubio miró a Rin, para luego mirar al suelo, el heladero desconocido tenía razón, no podía escoger por ella, por algo tenía voz, para poder utilizarla, no para que hablaran por ella.

-D-disculpe pe-pero mi n... mi mejor amigo tiene razón -miró con tristeza al mayor, Len la miró estupefacto ¿En verdad tenía razón? ¿No la cagó? El pelirrojo se enojó un poco.

-Perdonen a mi amigo, está desesperado -interrumpió una chiquilla de cabellos rosados, sorprendiendo a los tres- en compensación llévense esos helados gratis -intentó compensar con amabilidad, los dos chicos aceptaron sin ninguna queja para luego salir del local y dirigirse a un parque. El camino era incómodamente silencioso.

-Entonces... ¿Realmente no querías hacer algo con ese tío? -preguntó con inseguridad el rubio mientras tomaba su helado, el cual se iba derritiendo un poco.

-Claro que no, cualquiera de las intenciones que tuviera me dan miedo -dijo la de cabellos dorados para luego dar una lamida a su helado de fresa- con la única persona que quiero tener intenciones de algo es contigo -confesó para luego seguir con su helado. Un sonrojo se apoderó de las mejillas de Len.

-¿C-cómo? -volvió a preguntar estupefacto, creyendo haber escuchado mal.

-B-bueno, ya sabes. Sólo quiero hablar contigo, quedar contigo y abrazarte en las quedadas de amigos -¿Escucharon eso? Otra alma que fue a la friendzone. A pesar de ello él no se rendiría, pero dolió lo que dijo.

-Entiendo -respondió algo triste. Dolía tanto ilusionarse tontamente. Lamió el helado de limón.

-¿Ocurre algo? -preguntó confusa, pues, repentinamente su amigo cambió de humor. Tiró el helado en un cubo de basura. Helado murió.

F por el helado

-No -soltó un suspiro.

-Lencito -habló tiernamente Rin, este se sonrojó levemente, otra vez- Sé que mientes -dijo con sinceridad, mirando esos ojos que se iban cerrando. Para ella eran hermosos.

-No lo hago -respondió serio mientras lamía su helado, ensuciándose torpemente.

-Sí lo haces -dejó de caminar, Len copió la acción.

-No, no lo hago -contestó mientras se terminaba el helado y a la vez miraba a la menor.

-Sí lo haces -el rubio terminó finalmente el helado, entonces con la mano limpió los desechos de helado que había en su rostro. Serio, miró a su amiga.

-¿Y qué si lo hago? ¿Y qué si estoy mintiendo? ¿Qué pasa si me atrevo a mentirle a alguien como tú? -empezó a preguntar, más para sí mismo que para la rubia, la contraria simplemente no comprendía del todo lo que estaba diciendo.

-¿Entonces admites que me estás mintiendo? -preguntó algo enojada, no estaba acostumbrada a que su crush le mintiera, odiaba las mentiras, a pesar de que ella alguna vez había mentido.

-Sí, lo admito -respondió serio, aún con su mirada fija en ella.

-¿Por qué? -cuestionó- no sueles mentirme -susurró, mas lo escuchó el más alto.

-No te lo voy a decir -dijo cortante, cosa que a la rubia le dolió un poco, él le contaba todo a ella y ella a él ¿Por qué ahora no?- pero no es la primera vez que te miento -confesó, realmente parecía una discusión de una pareja, lástima que no era así, porque esa discusión se convertiría en algo más fuerte, tal vez en una pelea.

Una triste historia más [Rilen]Where stories live. Discover now