Confesiones

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Entonces, mientras ambos rubios disfrutaban de la presencia del otro, se escuchó una puerta abrir y cerrrase.
Luego pudieron oír el grito de, al parecer, una "fangirl"  muy alegre por lo que se encontró.

-¡Al fin! ¡Mi ship se hizo real! -gritaba feliz, muy feliz. Aquel chillido provocó que en los rostros de la "pareja" se convirtieran en tomates vivientes. El mayor se alejó de su mejor amiga, rompiendo el abrazo, para regañar a su hermana.

-Seeu -gritó furioso y algo avergonzado. Entonces una mujer abrió la puerta, un poco histérica

-¿Qué ocurre? -chilló otra rubia, sumándose a los gritos de los hermanos- ¿Por qué habláis tan fuerte? -preguntó aún gritando

-¡Es Seeu mamá! -se excusó el mayor en estatura

-¡Mentira! -dijo la rubia de cabellos largos, intentando defenderse. Todo esto empezó a asustar un poco a la pequeña rubia así que se subió arriba para encerrarse en la habitación, dónde podía quedarse. Se tiró a la cama y notó cómo sus párpados se iban convirtiendo más pesados. Hasta que viajó al mundo de los sueños.

La oji-azul iba caminando tranquilamente, hasta que todo se volvió oscuro.
Como la chica valiente que era, siguió caminando, pero, con algo de temor...
Entonces, se encontró otra vez con una cabellera azulada, casi azul marino, pero no llegaba a ser tan oscuro.

-Nadie te querrá Rinita -susurraba una voz algo espeluznante y grave. Esto confundió bastante a la rubia.

-¿Eh?

-Él no te querrá como yo -dijo la voz, cada vez acercándose más al oído de la rubia- Te utilizará como yo hice -y esas palabras fueron suficientes para que, en los zafiros de la pequeña aparecieran lágrimas. Las cuáles pasaban por sus mejillas, hasta llegar a la barbilla y caer por ahí.

Entonces, desapareció el lugar oscuro para que pudiera ver otro, no muy distinto al anterior, pues, este era una especie de cárcel, ella estaba atada por unas esposas, las cuáles eran muy resistentes y le hacían daño en las muñecas y tobillos, le empezaba a dejar la piel roja, el lugar era muy oscuro, apenas se podía ver algo de la poca luz que había.

-No te sabes defender, eres una inútil -decía otra voz, muy distinta, pues esta era más aguda, pero igual de espeluznante. Notó como alguien le empezaba a golpear por todo el cuerpo, sobre todo la barriga, para que así escupiera sangre. Y mientras le hacían tal tortura a Rin. Esta habló.

-¿Por qué me hacen esto? -preguntó débil y harta

-Por ser débil e inútil-contestó esa voz

-No...-susurró sin muchas fuerzas

-Por ser un estorbo -respondió la voz que escuchó la primera vez

-... -se quedó callada, esa palabra le dolía mucho

-Por no saber apreciar tu vida -susurró una muy distinta. Empezó a soltar sollozos.

-Por no haber sido una gran novia -dijo la misma voz grave.

Y justo cuando todo iba a empeorar, se despertó.
Cogió su móvil (o celular, cómo le digan :v) para mirar la hora

Una triste historia más [Rilen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora