trente-quatre

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N/A: Ojalá leer con la canción de multimedia de fondo para una mejor ambientación.

R E A L L I F E

Venus se encontraba tirada en la cama de su habitación pensativa, su mirada estaba estática en la fotografía que se encontraba pegada en la pared de la derecha; habían varias fotografías en la pared, sin embargo esa era la única que acaparaba su atención en el momento.

Suspiró profundamente, extrañaba demasiado esos días, días en los que todo parecía estar bien.

El timbre sonó, solo podía ser una persona, sus padres y hermano habían salido por lo que no volverían hasta tarde; lo que significaba que solo Patrick podía estar en la puerta.

Se levantó de la cama, la cual había hecho hace solo unos minutos, y se miró en el espejo una última vez, había hecho lo posible por encontrarse decente pero sus ánimos no le ayudaban mucho. Tenía puesta una sudadera del chico, unos vaqueros y unos calcetines de gatos, mientras que en el pelo solo se había hecho un "tomate" desordenado, se sentía horrible y ya se estaba arrepintiendo de haberle pedido al chico que viniera.

Bajo las escaleras y se acercó a la puerta, el chico se había tardado más de lo que había dicho y eso le desconcertaba un poco.

Al abrir la puerta, se encontró al chico con una caja de pizza en la mano.

Con tan solo verlo ahí en la puerta, su corazón se ablandó completamente, se sintió vulnerable y las lágrimas amenazaron con salir ¿Cómo ese chico podía ser tal ángel y ella tan desastrosa?

Patrick notó que la chica estaba al borde de las lágrimas por lo que se acercó y dejando la pizza a un lado, le abrazó fuertemente provocando que la chica se desplomara ahí mismo. Se sentía tan cómoda en sus brazos, tan protegida; necesitaba ese abrazo, aquel abrazo que le hacía sentir que todo iría bien.

—Tranquila, princesa, ya estoy aquí.— le susurró acariciando el cabello castaño de la chica, ésta sollozó de nuevo ¿Por qué demonios tenía que ser tan malditamente sensible?

—De verdad que no quería que me vieras de esta manera.— dijo ella aún pegada a su pecho.— Dios, me siento tan patética.

—No digas eso.— le reprochó, tomó el rostro de la chica y con las yemas de sus dedos le quitó las lagrimas. La castaña hacía lo posible por no mirarle a los ojos, no quería que la viera así.— Cariño, mírame.

Ella levantó la mirada conectando sus ojos con los de él.

—No eres patética por sentir.— le dijo, besándole la frente.— No tiene nada de malo que demuestres tus sentimientos.

La chica se quedó en silencio mirando al suelo, su corazón era un huracán.

—Ven, vamos a buscar unos platos y una soda para llevarlo a mi habitación.— señaló la pizza y le tomó la mano para que el chico le siguiese.

—¿No recibo un beso antes?— le detuvo con un puchero.

La chica sonrió y se acercó para depositar un dulce beso en los labios del otro. No podía creer el nivel en el que el chico le encantaba.

Una media hora después, ambos estaban en la habitación de la chica con ya media pizza devorada, estaban sentados en la alfombra negra de ella que se encontraba a un lado de la cama, en aquella media hora no hablaron mucho sin embargo ninguno de los dos se encontraba incomodo.

—Amor ¿Podemos hablar ahora de lo que te sucede?

La chica le miró insegura, sabía que tarde o temprano tendría que enfrentar el tema y aunque prefería no hacerlo, sabía que el chico se lo merecía.

—Es una estupidez.— dijo apoyando su cabeza en su cama.— De verdad una estupidez, no creo que valga la pena hablarlo.

—Para mí sí vale la pena.— respondió él de la manera más suave posible, aún cuando por dentro estaba de los nervios por no saber qué le sucedía a su novia.— Cariño, sea lo que sea puedes decírmelo, sabes que puedes contarme lo que quieras.

Ella suspiró, cerró los ojos y comenzó a hablar.

—Esto sonará realmente bobo pero cuando leí el comentario de Ángel realmente me aterroricé.— admitió ella aún cuando le había negado a todos que ello le había afectado.— No me preguntes porqué ya que ni yo sé exactamente la razón del porqué hago las cosas que hago o de porqué siento las cosas que siento.— hizo una pausa, se estaba comenzando a poner nerviosa.— Pero supuse que ésta chica fue una persona muy especial y eso me hizo sentir horrible porque...

El chico no hacía más que mirarla, estaba claramente nerviosa pues no dejaba de mover las manos y hablaba mucho más rápido de lo normal, la última vez que le había visto así fue cuando se le declaró y en la fiesta de la piscina.

—Me hizo sentir horrible porque no pude evitar pensar en qué quizás esa chica era mucho mejor para ti en todos los sentidos posibles.— prosiguió.— Y es una estupidez, lo sé, pero es que simplemente no me pude sacar ese pensamiento de la cabeza y cuando algo entra en mi cabeza se queda ahí para siempre atormentándome y no puedo controlarlo.— nuevamente estaba al borde del llanto.— Y no me pasa solo con esto, si no con todo en general, es algo con lo que estoy trabajando, ya sabes; psicólogo, pastillas, todas esas mierdas.

El chico asintió, Venus le había comentado en su momento todo lo que ocurría con su tratamiento psicológico e incluso le había ido a dejar a un par de sesiones sin embargo aún sentía que había mucho más de la chica por descubrir, y eso estaba comprobando.

—Te dije que era intensa el día que me pediste ser tu novia y te pregunté si estabas dispuesto aún así de salir con alguien como yo.— le recordó medio en broma.— Porque a veces tengo estos bajones de mierda incontrolables en los que me cuestiono todo y en los que me afecta todo y no puedo evitarlo porque es algo que, lamentablemente, viene conmigo.— hizo una pausa, nunca se había descargado tanto con el chico.— Pero no tiene nada que ver contigo o con la chica esa, son rollos míos, son mis inseguridades.— otra pausa.— Ahora, entenderé completamente si ahora quieres salir corriendo porque créeme que ni yo puedo...

La castaña no pudo seguir hablando porque los labios del chico se posaron fuertemente sobre los suyos lo que provocó que de repente toda la angustia desapareciera, todo el miedo, todo el peso que llevaba encima se esfumó en cosa de segundos. Ambos movían sus labios lentamente y aunque fuera solo un beso, ambos se estaban transmitiendo miles de cosas con ello, con solo ese beso la chica se sintió segura de nuevo.

—Jamás en la vida vuelvas a pensar que voy a salir corriendo de ti.— le respondió una vez el beso fue terminado, ambos se habían acalorado un poco.— Eres maravillosa y no te desharás de mí tan fácil.— Venus puso su cabeza en su hombro ya más calmada.— Y superarás esto amor, lo superaremos juntos y estarás bien.

Ambos entrelazaron sus manos.

—¿Me lo prometes?

—Te lo prometo.


~~~

Debo admitir que usé a Venus como conducto para desahogarme, por eso me quedó tan largo el capítulo, lo siento jsjsjs

Por lo mismo la redacción no es lo mejor, no quise algo perfecto porque eso no sería algo realista.

Quiero hacer esto de las canciones en más capítulos por lo que intentaré buscar más canciones para los narrados anteriores.

TODOS los signos tendrán su momento así, no se preocupen.

Sin más que decir, gracias por leer.

V A L E N T I N E  | INSTAGRAM ZODIACALWhere stories live. Discover now